Claves para entender el conflicto Israel-Palestina: el rol de Egipto y los demás países árabes

Décadas atrás El Cairo llegó a controlar la Franja de Gaza, mientras crecía el número de refugiados palestinos; sin embargo, nunca ofreció esas tierras a los desplazados. En la actualidad cuenta con el paso de Rafah, pero lo mantiene bloqueado

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Egipto puede jugar un papel clave en el conflicto Israel-Palestina (The Egyptian Presidency/Handout via REUTERS)
Egipto puede jugar un papel clave en el conflicto Israel-Palestina (The Egyptian Presidency/Handout via REUTERS)

Desde que Israel inició la operación “Espadas de Hierro” en la Franja de Gaza como respuesta a los ataques terroristas perpetrados por Hamas el 7 de octubre, gran parte de los países árabes volvieron a expresar su respaldo a la causa palestina, condenando los ataques del Ejército israelí contra objetivos del grupo extremista.

En medio de tantos pronunciamientos de apoyo, surge el interrogante de por qué esas naciones no activan medidas más concretas en favor de los civiles palestinos.

Países como Egipto y Jordania, incluso, adelantaron en los últimos días que no recibirán a refugiados de Gaza, tras un encuentro que mantuvieron en El Cairo el rey jordano Abdala II y el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi.

Crisis migratoria palestina y el rol clave de Egipto

Desde el inicio del conflicto, el desplazamiento de palestinos ha sido un factor central. Tras la declaración de independencia del nuevo estado de Israel en mayo de 1948, se produjo la primera de una serie de guerras entre árabes e israelíes, con la invasión de Egipto, Siria, Jordania, Irak y Líbano. Ese conflicto, en el que se impuso el Ejército israelí, dejó cerca de 700.000 palestinos que fueron expulsados o se fueron del territorio que hoy es parte de Israel.

Israel ocupó en ese entonces el 77% del territorio que Palestina había tenido bajo el mandato británico, mientras que el resto del territorio que había sido asignado al Estado árabe por Naciones Unidas quedó bajo el control de Egipto y Jordania.

La mayor parte de esa población palestina se instaló en Cisjordania y en la Franja de Gaza. El resto se dividió entre Jordania, Siria, Líbano, Egipto, Irak y otros estados árabes vecinos.

Un año después, en diciembre de 1949, Naciones Unidas creó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), un cuerpo que tenía -y sigue teniendo- la responsabilidad de coordinar la ayuda a los refugiados palestinos.

Según la ONU, en países de Medio Oriente hay cerca de seis millones de refugiados palestinos (REUTERS/Annegret Hilse)
Según la ONU, en países de Medio Oriente hay cerca de seis millones de refugiados palestinos (REUTERS/Annegret Hilse)

Desde entonces, no obstante, gran parte de los refugiados palestinos viven en condiciones extremadamente precarias, como consecuencia de unos países que se niegan a insertarlos sin brindarles oportunidades de trabajo ni la posibilidad de rehacer sus vidas en esas tierras.

Según la UNRWA, en la actualidad la cifra de refugiados en Medio Oriente es cercana a los seis millones.

En su libro “El engaño palestino”, el escritor Tanio Romano recordó las palabras de Emile Ghoury, secretario general del Alto Comité Árabe de Palestina, durante una entrevista para el Beirut Telegraph el 6 de septiembre de 1948: “El hecho de que existan estos refugiados es la consecuencia directa de la acción de los estados árabes en contra de la partición del estado hebraico. Los estados árabes estuvieron de acuerdo unánimemente con esta política y ahora deben hacerse cargo de la solución”.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la ONU dio luz verde al Plan de Partición de Palestina, que contemplaba la creación de dos Estados, uno israelí y otro palestino, y que la ciudad de Jerusalén -también disputada entre las partes- quedara bajo control internacional.

En medio de esa gran ola migratoria, en 1950 la delegación de la ONU intentó trasladar 150.000 palestinos desde Gaza a Libia. Sin embargo, Egipto, que mantuvo el control de Gaza desde 1948 hasta 1967, se opuso. En esos años Jordania poseía Cisjordania. Ni Egipto ni Jordania ofrecieron esa tierra a los palestinos.

Imagen de satélite del paso de Rafah entre Egipto y Gaza (MAXAR TECHNOLOGIES)
Imagen de satélite del paso de Rafah entre Egipto y Gaza (MAXAR TECHNOLOGIES)

De hecho, Egipto posee la única posibilidad que tienen los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza para acceder al mundo exterior a través de una frontera no controlada por Israel. Se trata del paso de Rafah. El mismo está bloqueado por las autoridades egipcias; son muy pocos los palestinos que consiguen un permiso para cruzarlo. Aquellos que logran pasar a suelo egipcio, pueden correr el riesgo de quedar atrapados durante meses, ya que si el paso se cierra inesperadamente, los viajeros una vez fuera -o dentro- quedan al otro lado.

El Cairo busca evitar que el Sinaí, ubicado entre el canal de Suez y la frontera con Israel y Gaza, se convierta en un campo de refugiados de palestinos, tal como sucedió décadas atrás en países como Jordania y Líbano. Asimismo, Al Sisi alega cuestiones de seguridad ante la posible infiltración de terroristas de Hamas, que controlan la frontera del otro lado del paso.

En medio de la creciente tensión en la zona, Israel confirmó que permitirá la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza desde Egipto, aunque advirtió que romperá ese compromiso si los bienes llegan a manos de los terroristas palestinos. Horas después, El Cairo confirmó un acuerdo para abrir el paso de Rafah para enviar la ayuda humanitaria al enclave palestino.

Un camión con ayuda humanitaria cruza el paso de Rafah desde Egipto con ayuda humanitaria para Gaza (EFE/EPA/KHALED ELFIQI)
Un camión con ayuda humanitaria cruza el paso de Rafah desde Egipto con ayuda humanitaria para Gaza (EFE/EPA/KHALED ELFIQI)

Desaire del mundo árabe hacia los desplazados palestinos

“Los países árabes no quieren resolver el problema. Quieren que se mantenga como una llaga abierta, como desafío a la ONU y como arma contra Israel. A los líderes árabes no les importa nada si viven o se mueren”, aseguró en 1952 Alexander Galloway, director del UNRWA en Jordania.

En junio de 1967 se desarrolló la Guerra de los Seis Días entre Israel y Egipto, Jordania y Siria. Israel derrotó a los ejércitos árabes y logró duplicar sus tierras al incluir la península del Sinaí, los Altos del Golán, Gaza y la Ribera Occidental.

Como consecuencia de ese conflicto, unos 300.000 palestinos huyeron, principalmente a Jordania. Pero el país no concedió ninguna nacionalización a los ciudadanos de Gaza.

En el caso del Líbano, en el país hay registrados más de medio millón de refugiados palestinos. Entre 1975 y 1978, durante la guerra civil de ese país, murieron al menos cinco mil palestinos; y varios miles más fallecieron entre 1985 y 1988. En 2007, el Ejército local destruyó el campo de Nahr el Bared, dejando a más de 30.000 personas sin tener donde vivir. Ocho años después, en 2015, las autoridades libanesas establecieron que los palestinos no podían permanecer en el país por más de nueve horas, siempre y cuando contaran con un visado de un tercer país. Además, no tienen derecho a acceder a algunos servicios públicos.

“Los palestinos somos una carta con la que jugar”, afirmó al diario El País Faddy Faddoul, un joven libanés, nieto de palestinos que se exiliaron en el Líbano en 1948. Aunque él y sus padres nacieron en Beirut, no se les reconoce como ciudadanos libaneses.

El rey de Jordania Abdala II se opuso a recibir refugiados de Gaza (Europa Press/Contacto/Royal Hashemite Court)
El rey de Jordania Abdala II se opuso a recibir refugiados de Gaza (Europa Press/Contacto/Royal Hashemite Court)

Romano sostiene que son considerados “extranjeros y a la vez locales”: “Extranjeros cuya nacionalidad no está reconocida”.

La desesperante situación de los refugiados palestinos también se ha trasladado a Kuwait y otros países del Golfo, que llegaron a expulsar a casi medio millón de desplazados en una semana.

Entre 1994 y 1995, el dictador Muammar al Khadafi, quien se mostraba como un defensor de la causa palestina, expulsó a más de 30.000 palestinos en Libia como represalia por el acuerdo alcanzado entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel.

Por su parte, Thamer Meshaines, líder de la Liga para los palestinos en Irak, declaró que los desplazados fueron sometidos a “vejaciones y violaciones sin precedentes”, tras la caída de Saddam Hussein en 2005. En ese contexto, cerca de 19.000 palestinos se vieron obligados a escapar al desierto entre Irak y Siria. La dictadura de Bashar al Assad, no obstante, no permitió su ingreso.

Qatar, uno de los mayores financistas de los terroristas de Hamas, y que ha mediado varias veces entre Israel y el grupo extremista palestino, desde 1984 no concede visas a palestinos que viajan en busca de trabajo.

En su libro Romano recuerda lo que escribió el propio Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, en un artículo publicado en marzo de 1976 para el Falastin al-Thawra, diario oficial de la OLP en Beirut: “Los ejércitos árabes entraron en Palestina para proteger a los palestinos de la tiranía judía, pero terminaron abandonándolos, obligándolos a emigrar y a dejar la tierra natal, imponiéndoles una pesada carga política e ideológica que terminó llevándolos a perder su libertad en prisiones similares a los ghettos en los cuales vivían los judíos en Europa oriental”.

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