Giorgia Meloni cumplió un año de gobierno en Italia con una agenda menos radical que la prevista

Numerosos observadores esperaban un giro radical de la mano de esta líder, que en este tiempo ha adoptado finalmente una línea moderada en política exterior, y un programa conservador a nivel interno que dista de ser disruptivo

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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
EFE/ Miguel Ángel Molina
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. EFE/ Miguel Ángel Molina

En un año de poder en Italia, la primera ministra Giorgia Meloni ha consolidado una agenda moderada que contrasta con las expectativas suscitadas al inicio de su mandato en tanto que líder de un partido de extrema derecha.

Numerosos observadores esperaban un giro radical de la mano de esta líder, que en este tiempo ha adoptado finalmente una línea moderada en política exterior, y un programa conservador a nivel interno que dista de ser disruptivo.

La dirigente de 46 años ha buscado una actitud constructiva con la Unión Europea y sus socios, más allá de algunas diferencias con Francia y Alemania a propósito de la cuestión migratoria, donde Italia está en primera línea de las llegadas desde el norte de África a través del mar Mediterráneo.

Igualmente, y siguiendo una línea atlantista, ha ofrecido un apoyo sin fisuras a Ucrania frente a la invasión rusa, y se espera que retire a su país de las Nuevas Rutas de la Seda, el megaproyecto chino de infraestructuras. Italia fue el único país del G7 que se sumó a este programa en 2019.

Su apoyo a Ucrania le valió elogios durante una visita en julio a Washington. “Nos hemos hecho amigos”, le dijo el presidente norteamericano Joe Biden en el Despacho Oval.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania/Folleto vía REUTERS
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania/Folleto vía REUTERS

A nivel interno, Meloni aplicó bajadas de impuestos y defendió una política antimigrantes y los valores de la familia tradicional, logrando mantener su partido, Hermanos de Italia, en cabeza de intención de voto (28%).

“Ha logrado parecer moderada en tanto que socio, pese a haber sido considerada como una radical”, explica a AFP Luigi Scazzieri, investigador del Centre for European Reform, que se pregunta no obstante cuánto tiempo aguantará este equilibrio.

Rebajas fiscales

Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia) fue fundado en 2012, y durante una década fue un partido marginal, hasta que se impuso en las legislativas de septiembre de 2022 con un 26% de los votos.

Meloni formó el gobierno italiano más derechista desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en coalición con la Liga, el partido antimigración de Matteo Salvini, y los conservadores de Forza Italia, la formación del fallecido ex primer ministro Silvio Berlusconi.

Lorenzo De Sio, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Luiss de Roma, cree que este gobierno ha resultado ser “claramente menos radical de lo que habríamos esperado”. E incide en que el ejecutivo de Meloni alivió la presión fiscal sobre las familias y al mismo tiempo se mostró algo más tolerante hacia la evasión de impuestos.

La economía por su lado no tiene el vigor que se esperaba, lo que ha obligado a Roma a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB, a 0,8% en 2023 y 1,2% en 2024.

El déficit público será igualmente superior, con una previsión de 5,3% este año y de 4,3% en 2024.

El gobierno de Giorgia Meloni también ha dirigido mensajes a sus electores, prohibiendo por ejemplo a las autoridades locales inscribir en el registro civil a los hijos de parejas homosexuales, que en Italia no pueden adoptar ni recurrir a la gestación subrogada.

Meloni defiende el modelo de familia tradicional, aunque ella misma ha demostrado ser más flexible en cuanto al matrimonio, al no estar casada. Este viernes anunció que se separa de su pareja, un periodista televisivo con el que tuvo a su hija, de siete años.

Giorgia Meloni y su ex pareja Andrea Giambruno. Europa Press/Contacto/Alessandro Bremec
Giorgia Meloni y su ex pareja Andrea Giambruno. Europa Press/Contacto/Alessandro Bremec

“Hacerlo mejor” en política migratoria

La política migratoria fue central durante la campaña electoral de hace un año, y tanto Meloni como Salvini prometieron bloquear los barcos que desde las costas norteafricanas transportan a Italia a los migrantes.

Pese a una serie de decretos-ley, el número de llegadas de migrantes a las costas italianas, 140.000 en lo que va de año, aumentó un 85% respecto a 2022.

Giorgia Meloni apoyó un acuerdo con Túnez para impedir las salidas de ese país, y se felicitó por otro acuerdo en Bruselas sobre el reparto de las demandas de asilo.

Pese a estos esfuerzos, la inmigración sigue encabezando la lista de insatisfacciones de los electores respecto a la acción gubernamental, según un sondeo de YouTrend para el canal de información en continuo SkyTG24.

La propia Meloni reconoció que aspira a “hacerlo mejor” en este asunto, en el que compite con Salvini, que ha reforzado su discurso antieuropeo y antimigrantes de cara a las elecciones europeas de 2024.

Para Luigi Scazzieri, si Giorgia Meloni no logra demostrar que su enfoque moderado es el que mejor sirve los intereses de Italia, podría verse obligada a endurecer su línea política.

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