(Enviado especial a Tel Aviv, Israel) Tras los combates cuerpo a cuerpo para recuperar el control de los kibutz atacados por Hamas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) encontraron miles de cohetes, minas personales, minas antitanques, granadas autopropulsadas y de mano, explosivos sintéticos, misiles y detonadores que habían sido fabricados por Irán, Corea del Norte, Rusia, Egipto y la propia organización terrorista que ocupa la Franja de Gaza.
Al ejército israelí llamó la atención que Hamas tuviera una precisa logística militar para sostener un minucioso ataque sorpresa que causó muertos, mutilados, violados, secuestrados y desaparecidos. Cuando las tropas más entrenadas de Israel lograron terminar con la amenaza terrorista en los kibutz, hallaron jeeps y camiones que tenían -en estricto orden- cargas a tope de cohetes, minas antitanques y detonadores.
Los cohetes o misiles eran de fabricación iraní y de Hamas; Corea del Norte aportó granadas autopropulsadas; las minas antitanques y personales -prohibidas por los tratados internacionales- tenían origen en Irán y Egipto, y ciertas granadas y explosivos pertenecían a los arsenales que el régimen de los ayatollahs tienen en Teheran.
”Mi unidad encontró este armamento en los kibutz, pero lo que ustedes ven es solo una muestra”, señaló el mayor G (así se hizo llamar), jefe del Laboratorio Nacional de Desmantelamiento de Municiones de Israel. Y remató: “Esto es solo un uno por ciento de lo que secuestramos”.
-¿Cómo el uno por ciento?-preguntó Infobae.
-La semana pasada, después de que Hamas atacara todas nuestras aldeas y bases en toda la Franja de Gaza, hemos estado trabajando las 24 horas del día para poder tener todos nuestros pueblos libres de bombas y artefactos explosivos improvisados. Efectivamente es el uno por ciento: esta mañana hemos incautado aproximadamente 1.000 granadas y 500 RPG (lanza granadas antitanques), que los terroristas había traído desde Gaza-, explicó el mayor G.
Cada de una de las armas y explosivos secuestrados tenían una función específica en los ataques terroristas planificados contra los kibutz. Las granadas sirvieron para ingresar a las casas, los explosivos para romper las puertas de los refugios de seguridad, los cohetes para resistir la ofensiva del ejército israelí y las minas para detener la marcha de las tropas especiales que combatieron contra las células de Hamas.
El origen del armamento encontrado ratifica los vínculos geopolíticos de Hamas. Irán es el principal proveedor de la organización terrorista. Corea del Norte aportó granadas propulsadas F-7, un arma que se dispara desde el hombro, pueden cargarse con rapidez y los combatientes suelen usarlas contra vehículos blindados.
Al tándem Irán-Corea del Norte se debe agregar a Egipto y Rusia. En estos casos, por lo observado en el arsenal que encontró Israel, las armas son antiguas y casi un rezago militar. Había cohetes fabricados cuando aún existía la Unión Soviética y minas antitanques con un diseño que, en su momento, aprobó Hosni Mubarak.
El régimen de Teherán será un jugador clave en la inminente batalla. No sólo porque permitirá a Hamas tener cohetes y morteros de mediana y larga distancia, sino porque ademas controla la frontera sur del Líbano y eso le garantiza el suministro constante de armas a su aliado en Gaza.
Todo lo que observó Infobae en una base militar cerca de Tel Aviv provino de los almacenes ocultos bajo tierra en la Franja. Y eso implica que el ejército israelí -cuando inicie la batalla en Gaza- se encontrará con terroristas que conocen el terreno y tienen suficiente armamento en sus arsenales para combatir durante meses.
El armamento incautado a los terroristas será destruido, mientras que el Mossad trabajará con ciertas muestras para tratar de determinar cómo llegaron los misiles desde Irán, las granadas propulsadas F-7 desde Corea del Norte, y los insumos que utilizó Hamas para fabricar su propios misiles.
Israel tiene un arsenal provisto por su propia industria y los envíos sistemáticos desde los Estados Unidos. Hamas no puede competir con el volumen del armamento israelí, pero el Gabinete de Guerra asesora al premier Benjamín Netanyahu se sorprendió por el volumen que maneja la organización terrorista que controla Gaza.
“Mas de lo que esperábamos”, reconoció a este enviado especial, un influyente miembro del gabinete de guerra.