Una reportera ruso-estadounidense de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) fue detenida en Rusia y acusada de no haberse registrado como “agente extranjera”, informaron el miércoles su empleador y un grupo de protección de periodistas.
Alsu Kurmasheva, redactora del servicio Tártaro-Bashkir de la emisora financiada por el Congreso de Estados Unidos, “necesita ser puesta en libertad para poder regresar inmediatamente con su familia”, aseguró en un boletín el presidente en funciones de RFE/RL, Jeffrey Gedmin.
Es la segunda periodista estadounidense retenida por Rusia en los últimos meses. Evan Gershkovich, reportero del Wall Street Journal, lleva detenido desde marzo, acusado de espionaje.
Kurmasheva vive en Praga, República Checa, pero entró en Rusia el 20 de mayo por una urgencia familiar, según un comunicado del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York.
El 2 de junio fue retenida temporalmente en el aeropuerto de Kazán antes de su vuelo de regreso, donde le confiscaron tanto el pasaporte estadounidense como el ruso y le impusieron una multa por no registrar su documento de Estados Unidos ante las autoridades locales, según RFE/RFL.
Estaba esperando la devolución de sus pasaportes cuando se anunció la acusación, dijo el CPJ, al advertir que si es declarada culpable se enfrenta a hasta cinco años de cárcel.
“El periodismo no es un delito y la detención de Kurmasheva es una prueba más de que Rusia está decidida a reprimir la información independiente”, manifestó Gulnoza Said, coordinadora del programa para Europa y Asia Central del CPJ.
La organización se declaró “profundamente preocupada” por los cargos.
“El CPJ está profundamente preocupado por la detención de la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva por cargos penales espurios y pide a las autoridades rusas que la liberen inmediatamente y retiren todos los cargos en su contra”, declaró el coordinador del CPJ para Europa y Asia Central, Gulnoza Said.
RFE/RL anunció, tras el estallido de la invasión rusa a Ucrania, el cese de su actividad desde Rusia después de la aprobación de una ley que endurecía las penas por “difundir información falsa”. El medio comenzó entonces a informar sobre Rusia desde fuera del país.
Un tribunal de Moscú declaró en marzo en quiebra las operaciones de la corporación radiofónica en territorio ruso por la negativa de la empresa a pagar cuantiosas multas por el incumplimiento de la ley de agentes extranjeros. Las sanciones económicas impuestas por la Justicia rusa superaban los mil millones de rublos -cerca de 12,5 millones de euros-, según detalló la emisora en su página web.
El pasado 10 de octubre, un tribunal ruso rechazó la apelación del otro periodista estadounidense detenido por Rusia, Evan Gershkovich.
El juez Yuri Pasyunin, del tribunal municipal de Moscú, decidió dejar “sin cambios” la decisión de mantener al reportero, de 31 años, en detención, al menos hasta el 30 de noviembre, según constató un periodista de la agencia de noticias AFP presente en la audiencia.
Gershkovich, apeló contra la prolongación de tres meses de su detención provisional, ordenada a finales de agosto.
“Estamos profundamente decepcionados de que se haya desestimado de nuevo el recurso contra la prolongación de su detención. Evan debería ser liberado”, declaró la embajada norteamericana en Moscú en redes sociales.
El periodista fue detenido el 29 de marzo durante un viaje para una cobertura informativa en los montes Urales. Desde entonces está recluido en la prisión de Lefortovo, en la capital rusa.
Rusia nunca ha presentado públicamente elementos de prueba de las acusaciones y el conjunto del proceso está bajo secreto de sumario.
(Con información de Europa Press y AFP)