Tras pasar meses privada de su libertad, la académica franco-iraní, Fariba Adelkhah, regresó a Paris. La investigadora, de 69 años, había sido detenida en junio de 2019 junto a su pareja, Roland Marchal, y condenada a cinco años de prisión en mayo de 2020. Se la acusaba de cargos relativos a la seguridad nacional, que sus partidarios denunciaron como absurdos.
En un primer momento, pasó cinco meses tras las rejas, hasta octubre de aquel año, cuando obtuvo la salida del penal con monitoreo de pulsera electrónica, por un tiempo limitado. Este beneficio estuvo vigente hasta enero de 2022 y desde entonces, hasta febrero de 2023, estuvo nuevamente privada de la libertad.
Tras cuatro años y medio detenida, y gracias al apoyo del grupo que luchaba por su excarcelación, finalmente consiguió poner fin a su condena aunque no recibió el permiso para salir del país hasta ahora.
“Es fundamental que la señora Fariba Adelkhah pueda recuperar todas sus libertades, incluida la de regresar a Francia si así lo desea. Francia reitera su exigencia de liberación inmediata e incondicional de todos los ciudadanos franceses detenidos arbitrariamente en Irán”, había indicado en febrero el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Así, su llegada a París este martes fue pura alegría. Adelkhah fue recibida en el aeropuerto por Béatrice Hibou, presidente del comité de apoyo en favor de su liberación, y Mathias Vicherat, director del instituto Sciences Po, en el que trabaja investigando sobre la religión y la política chií iraní.
“Después de tantos años privada de la libertad, qué emoción enorme dar por fin la bienvenida a casa a nuestra colega Fariba, símbolo de nuestra batalla por la libertad académica”, celebró Vicherat y agradeció las gestiones “infatigables” de las autoridades francesas para conseguir su salida de Irán. La investigadora, por su parte, comentó que, más allá de la alegría por su situación, piensa “en mis antiguas compañeras presas en Evin y en mis compatriotas franceses (...) que aún no han recuperado la libertad”.
Adelkhah era una de las dos docenas de ciudadanos extranjeros detenidos por el régimen de Teherán que, según Occidente, sustenta una estrategia con la que, luego, buscan obtener concesiones a cambio de su liberación.
Entre ellos estaba su esposo, Marchal, quien fue liberado en marzo de 2020 en un intercambio que implicó la excarcelación del ingeniero iraní Jalal Rohollahnejad, reclamado por Estados Unidos.
También, otro tanto de prisioneros extranjeros fueron detenidos arbitrariamente en los últimos años y liberados los pasados meses, como los cinco prisioneros estadounidenses que llegaron a Washington a cambio de la liberación de miles de millones de dólares en fondos iraníes que habían sido congelados.
No obstante, las autoridades aún tienen bajo su poder a otros cuatro ciudadanos franceses -la profesora Cecile Kohler, su pareja Jacques Paris, el viajero Louis Arnaud, y un hombre identificado como Oliver- lo que ha derivado en un considerable aumento de tensión entre las naciones.
En ese sentido, en una comunicación de este último fin de semana, el presidente Emmanuel Macron “reiteró su profunda preocupación” por los detenidos y exigió a su homólogo Ebrahim Raisi su liberación inmediata.
(Con información de EFE y AFP)