Israel dio a conocer la guía instructiva para secuestrar israelíes que se encontró en los cuerpos de los terroristas de Hamas que se infiltraron en Israel el 7 de octubre, asesinaron a más de 1.300 israelíes y secuestraron a más de 200, incluidos ciudadanos extranjeros, mujeres, niños y civiles de edad avanzada.
Los terroristas de Hamas trajeron consigo pruebas de sus intenciones en un manual de secuestro que detalla paso a paso qué hacer para tomar civiles, identificar vehículos del Ejército israelí y negociar con los locales.
Reunión de rehenes
El manual insta a reunir a los rehenes en varios lugares, cada grupo en sus áreas de operación, que estaban predeterminadas en los mapas. La hora de inicio de los secuestros era “cuando cada grupo terminase de limpiar su área operativa”.
Luego, el procedimiento indicaba reunir a todos los rehenes en uno o dos lugares (se determinaría en el campo) y comenzar con la “limpieza”.
Aislamiento y control dentro del área y alrededor de ella
“Matar a cualquier persona que pueda suponer una amenaza o causar una distracción o disturbio”, indica el manual, que aconseja también “crear caos usando armas de fuego, granadas de humo/paralizantes, amenazas indirectas, descargas eléctricas, violencia y terrorismo, y matar como último recurso”.
Sugería atar las muñecas o los tobillos de cada rehén, atar en grupo y vendar estrictamente los ojos, además de bloquear entradas y salidas del área y sus alrededores.
Luego, se provee una lista de métodos y acciones a tomar: coches bomba, cargas explosivas, francotiradores, vigilancias en la zona. Se ordena ejecutar acciones rápidamente y delegar tareas (ejecución - discusiones - vigilancias - reservas - publicidad - logística - emergencia/ayuda), además del uso de medios sedantes.
Seguridad/protección
Luego de buscar a los rehenes, los terroristas debían tomar identificaciones y datos/declaraciones. Debían mantenerlos alejados de armas y medios de suicidio.
Se les recomienda atarles las muñecas o los tobillos y vendarles los ojos y separar y aislar por grupos: mujeres y bebés separados de los hombres. “Matar a los problemáticos y a aquellos que representan una amenaza”, dice el manual. “Asegurar el movimiento de personas más allá de las coberturas de ventanas y puertas”.
En esta etapa, la guía dice que hay que fortificar y continuar mejorando aquella fortificación.
“Reúna a algunos de los rehenes en el área y utilícelos como carne de cañón, asegurándose de que sean claramente visibles”, agrega.
Suministros
Los terroristas luego debían recoger tanta comida y bebida como sea posible, y organizar por alimentos y bebidas, artículos de primera necesidad, iluminación y primeros auxilios.
Se prohibía la utilización de los propios suministros para alimentar a los rehenes, excepto en situaciones de emergencia.
Camuflarse y esconderse
Aquí se enumeran varias órdenes:
-No declarar el número de secuestradores y sus armas
-No declarar la conexión con el mundo exterior
-Ocultar el lugar de detención/encarcelamiento
-Ocultar el método de vigilancia y los turnos
-Prender fuego a un gran número de lugares
-Cubrir las ventanas y aberturas
-No indicar el número de heridos y muertos (del enemigo)
-Mostrar fuerza. No mostrar debilidad ni miedo
Comunicación
Para comunicarse, los líderes de Hamas recomendaron a sus miembros utilizar únicamente medios de comunicación seguros, cuando sea posible.
Les pedían abstenerse de áreas abiertas de comunicación inalámbrica, y verificar nuevamente los cables de la red para crear una red de comunicación privada si es posible y asegurarse de que las transmisiones de radio transmitan los avances al liderazgo general.
Transmisión en vivo
“La transferencia directa de las imágenes mientras se verifica que la tecnología de comunicación local y otras relacionadas sean válidas”, dice el manual. “No desperdicie la batería ni el almacenamiento de la cámara, utilícelos tanto como sea posible”.
Negociaciones
En cuanto a las negociaciones políticas, aclara que son en nombre de la dirección del movimiento y del “mecanismo”: “No entable negociaciones en el campo si es posible”.
Sólo los de mayor rango en el campo se comunicarían con el enemigo, por lo que los terroristas infiltrados debían permanecer en contacto con sus comandantes durante todo el incidente.
“Si se interrumpe la comunicación, trate de discutir y transmitir a qué vinimos”, finaliza.