La universidad de Oxford celebró un homenaje a Roger Scruton, filósofo conservador que poco antes de su fallecimiento en 2020, fue acusado por una revista de racismo y antisemitismo, costándole su empleo en una instancia gubernamental. Si bien, la revista se disculpó por el artículo poco después, el daño ya estaba hecho, pues la sociedad ya había hecho su trabajo de condenarlo sin detenerse a pensar en la consecuencias.
Es así que Oxford celebró el evento titulado Lo que Shakespeare puede enseñarnos sobre la cultura de la cancelación, al cual fue invitado nada menos que Kevin Spacey, quien envuelto en los últimos años en un escándalo de abuso sexual, la industria del entretenimiento le dio la espalda, y tras ser encontrado inocente, el actor busca volver a ganarse un lugar tanto en el teatro como en el cine y la televisión.
“En una época de cancelación y defenestración a veces olvidamos que no podemos seguir así y que ya hemos estado aquí antes. Lo sabemos porque nuestros más grandes escritores y artistas han abordado esta cuestión en sus propios tiempos”, declaró el editor Douglas Murray, uno de los encargados de llevar a cabo este evento.
Fue el mismo Murray quien invitó a Spacey a participar en el evento, pero en lugar de hacerlo leer un discurso, le pidió que recitara a manera de monólogo parte de la obra Timón de Atenas escrita por William Shakespeare. Esta obra narra, precisamente, la historia de un hombre conocido por su basta fortuna (Timón) y que poco a poco la gente que lo adoraba termina por abandonarlo.
“Trata de lo que ocurre cuando una sociedad abandona a una persona sin motivo. Es algo que ha estado en la mente de Kevin, como lo estuvo en la de Roger Scruton, así que le dije que quería que volviera a los escenarios del Reino Unido”, explicó Murray sobre los deseos de que Kevin interpretara a Timón en uno de sus pasajes más catárticos.
“Si fueras unicornio, te confundirían tu orgullo y tu coraje, y serías víctima de tu propio furor. Fueras oso, y el caballo te mataría. Fueras caballo, y el leopardo te atraparía. Fueras leopardo, y serías pariente del león, y las indicaciones de tu parentesco serían árbitros de tu vida. Tu única seguridad sería la huida; tu defensa, ausentarte ¿Qué bestia podrías ser tú que no estuviese a merced de otra bestia? ¿Y qué bestia eres en este momento, que no ves cuánto perderías con semejante transformación?”, clama Timón en la obra que Kevin Spacey interpretó para los miembros de los asistentes al homenaje a Roger Scruton.
Spacey terminó su monólogo con una de las frases más contundentes de la obra: “¡Estoy harto de este mundo falso y no lo amaré!”, saliendo de la sala que de inmediato lo recibió de vuelta con una ovación de pie.
Irónicamente, la interpretación de Spacey llega tan sólo unos días después de que un cine en Londres se negó a proyectar su película más reciente, Control, donde el oscarizado actor interpreta a un criminal que controla un automóvil a larga distancia.
“Tanto mi personal como yo estamos horrorizados de que se nos mencione al mismo tiempo que su nueva película para el estreno”, declaró Greg Lynn, director del Prince Charles Cinema donde se llevaría a cabo la premier de Control.
Ante esto, el abogado de Kevin Spacey, Chase Scolnick, consideró como “decepcionante” la actitud tomada por Lynn y su equipo de trabajo.
“La decisión del cine Prince Charles de censurar el último proyecto de Kevin es más que decepcionante. Rechaza el proceso legal de dos países, ignora las abrumadoras pruebas de la inocencia de Kevin y desprecia el duro trabajo y sacrificio de docenas de jurados imparciales que declararon a Kevin cien por cien inocente”.