En un hecho sin precedentes, los jefes de seguridad de la alianza Five Eyes (Cinco Ojos), compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, se reunieron en la Universidad de Stanford en California para emitir una clara advertencia sobre el espionaje cibernético y el robo de innovaciones por parte de China. La magnitud y la escala de este espionaje están llegando a niveles nunca antes vistos, y la urgencia de la situación se hizo evidente en la conferencia.
El jefe del MI5, Ken McCallum, reveló a la BBC que “más de 20.000 personas en el Reino Unido han sido contactadas encubiertamente en línea por agentes chinos” en un intento de cultivarlas para obtener información confidencial. Este es un aumento sustancial con respecto a cifras anteriores y subraya la creciente amenaza que representa el espionaje cibernético chino.
McCallum también señaló que las empresas británicas, particularmente aquellas que trabajan en tecnologías de vanguardia, están en riesgo de que les roben su innovación.
“Hemos visto una campaña sostenida a una escala bastante épica”, dijo McCallum.
El modus operandi de los agentes chinos implica acercarse a individuos a través de sitios de redes profesionales como LinkedIn, lo que ha llevado a la comunidad de inteligencia a reevaluar la seguridad y el riesgo en línea. Además, se ha observado un preocupante aumento en los intentos de empresas chinas por obtener acceso a tecnología sensible desarrollada por compañías e instituciones del Reino Unido, a menudo utilizando complicadas estructuras empresariales para ocultar su participación. Esto plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la integridad de la investigación y la innovación británicas.
El jefe del MI5 enfatizó que la magnitud de esta campaña de espionaje es verdaderamente épica y que ningún sector, por avanzado o pequeño que sea, está exento de la atención de los agentes chinos. Los estados autoritarios, como China, están particularmente interesados en tecnologías de vanguardia, ya que reconocen su potencial para cambiar el mundo en aspectos fundamentales.
Uno de los principales puntos de preocupación es la inteligencia artificial (IA). Además del espionaje y el robo de tecnología, la IA y los datos recopilados por China podrían utilizarse para influir en la política y la toma de decisiones en una escala nunca antes vista. Los jefes de seguridad de Five Eyes subrayaron que, si bien desacoplar las economías occidentales de China sería poco realista y dañino, es crucial identificar y proteger las áreas sensibles y la propiedad intelectual.
“Estas tecnologías se encuentran en un momento histórico en el que están empezando a cambiar nuestro mundo de maneras bastante fundamentales”, dijo McCallum a la BBC.
El director del FBI, Chris Wray, añadió que China ha hecho del espionaje económico y el robo de trabajo e ideas de otros un componente central de su estrategia nacional. Dijo que el comportamiento chino en esta área ha evolucionado y se ha vuelto más peligroso e insidioso en los últimos años, lo que ha llevado al FBI a abrir miles de investigaciones vinculadas a China. Esta amenaza, según Wray, va más allá del espionaje tradicional.
Mike Burgess, jefe del servicio de seguridad de Australia, respaldó estas preocupaciones y destacó la importancia de denunciar esta actividad sin precedentes en la historia de la humanidad. La reunión en Stanford también coincidió con el lanzamiento de nuevas directrices para llegar a personas que antes no habrían tenido contacto con los servicios de seguridad, lo que refleja la creciente importancia de abordar esta amenaza desde diversas perspectivas.
La advertencia de los jefes de seguridad de Five Eyes se produce en un momento en el que las preocupaciones sobre una mayor radicalización y amenazas internas están en aumento, y subraya la complejidad y la gravedad de los desafíos a los que se enfrentan las democracias occidentales en el mundo actual.