(Enviado especial a Tel Aviv, Israel) Hamas ofreció liberar “inmediatamente” a todos los rehenes civiles capturados en su última operación, si Israel detiene sus ataques aéreos y de artillería que golpean Gaza para exterminar a la cúpula de la organización terrorista que responde a las órdenes de Irán.
Asimismo, Hamas propuso dejar en libertad a los soldados israelíes capturados, si se liberan a todos los palestinos detenidos en las cárceles de Israel. La iniciativa de Hamas aparece sobre la mesa cuando ya es evidente que ha bloqueado la evacuación de los palestinos en beneficio propio y que Israel ha comenzado a causar profundas bajas en su cadena de mando.
“La propuesta de Hamas es una maniobra dilatoria, es una cortina de humo”, descalificó un vocero del gobierno.
Un portavoz de la organización terrorista se comunicó con un canal de los Estados Unidos para explicar la iniciativa de liberar a los rehenes (extranjeros e israelíes) a cambio de un inmediato cese del fuego en Gaza.
La información replicada por las agencias internacionales llegó en pocos minutos al despacho de Netanyahu, que horas antes había compartido un encuentro oficial y una conferencia de prensa con el canciller alemán Olaf Scholz.
El gobierno de Israel no cree una sola palabra de Hamas y considera que la propuesta es una “típica acción psicológica” destinada a confundir a la opinión pública y ganar tiempo frente a una hoja de ruta que incluye la visita de Joe Biden a Israel -se encontrará con Netanyahu en Tel Aviv- y el inminente desembarco de las tropas israelíes en la Franja.
En las cercanías del premier Netanyahu también se explicó a Infobae que la iniciativa de Hamas pretende cambiar el sentido de las conversaciones que mantendrá con Biden. El gobierno israelí está preocupado por el destino de los rehenes que fueron trasladados a la Franja, pero el sentido político de la visita de Biden siempre apuntó a exhibir cercanía con Washington, definir cómo terminará el proceso de evacuación de los civiles palestinos y qué destino tendrá Gaza cuando la guerra haya terminado.
“Ellos (Hamas) introducen un asunto que no puede prosperar. Cómo vamos a terminar con el fuego aéreo sobre Gaza a cambio de los rehenes, si ese movimiento táctico apunta a consolidar una cabeza de playa cuando iniciemos el desembarco”, argumentó un vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El vocero militar Daniel Hagari declaró ayer que Hamas tiene 199 rehenes civiles. Esa cifra implica que la administración de Netanyahu recibe constantes presiones del mundo -desde Argentina a Estados Unidos- para lograr que se liberen a los secuestrados por Hamas durante la masacre que cometió en el sur de Israel.
Netanyahu es consciente del peso de los rehenes en su toma de decisión al momento de iniciar la guerra contra Hamas y sus aliados regionales, pero ya asumió que primero debe satisfacer a la opinión pública que exige arrasar la Franja y destruir a la organización terrorista.
Si el gobierno israelí aceptara las condiciones de negociación que propuso el vocero de Hamas, Netanyahu no duraría un segundo más en el poder. La sociedad israelí quiere castigar a los terroristas por lo que hicieron a sus ciudadanos, y no hay espacio para acordar ahora reglas de juego que permitan liberar a los 199 rehenes por un inmediato cese del fuego.
Hamas es el enemigo mortal que aún ocupa la Franja de Gaza e Israel no hará nada que distraiga su decisión de exterminar a la organización terrorista entrenada por Hezbollah y financiada por Irán. Dos protagonistas clave de los acontecimientos que se sucederán cuando Netanyahu y Biden se encuentren mañana en el hotel Kempinski de Tel Aviv.
Allí se abrirá un nuevo capítulo en la historia infinita de Medio Oriente.