(Enviado especial a Tel Aviv, Israel) Horas después de violar, torturar, secuestrar y asesinar a cientos de judíos, la organización terrorista Hamas lanzó desde la Franja de Gaza hacia Tel Aviv cerca de 3.000 misiles que tenían como objetivo a los barrios más poblados de esta ciudad y a específicas dependencias militares vinculadas a la provisión de armamento, logística e inteligencia. Esos cohetes no causaron una sola muerte, ni dañaron la capacidad bélica israelí por la eficacia de la Cúpula de Hierro: un sistema de defensa que reacciona en siete segundos desde que se comprueba que un misil enemigo ingresó al territorio israelí.
Los 3.000 misiles lanzados por Hamas ese sábado sangriento se multiplicaron con los días. Y la Cúpula de Hierro trabajó sin respiro -día y noche- para evitar que un cohete de Hamas causará una tragedia en un barrio de Tel Aviv o Jerusalén. Este sistema de defensa tiene 10 Cúpulas de Hierro que se mueven acorde a la tendencia de ataque que traza la organización terrorista cada vez que dispara un misil desde Gaza.
Hace dos días llegó un mensaje de WhatsApp de un asesor militar que se reúne todos los días con Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel. En hebreo decía: “Vení”. Y a continuación llegó una ubicación en Google Maps que marcaba una carretera sin dirección exacta. Era madrugada y llovía a cántaros cuando el taxi dejó al equipo de Infobae en un cruce ferroviario ubicado entre Tel Aviv y Jerusalén.
“No se saque el chaleco y el casco bajo ninguna circunstancia, sólo pueden tomar las fotos que nosotros vamos a autorizar y apague los celulares para que no haya ninguna posibilidad de ubicarnos”, explicó una oficial del ejército israelí que estaba a cargo.
Dos soldados adolescentes armados con pistolas cortas nos pidieron el pasaporte, chequearon la identidad y nos dejaron pasar a una unidad militar móvil desplegada sobre un páramo que la tormenta transformó en un lodazal. Allí apareció un oficial de anteojos que hizo las explicaciones del caso.
“Hamas nos lanza un misil y nosotros lanzamos otros que voltea al cohete enemigo. Es un sistema eficaz que está activo las 24 horas del día y no importan las condiciones climáticas: puede llover como hoy, o salir el sol como ocurrió la semana pasada”, explicó el oficial, que optó por mantener el anonimato.
La Cúpula de Hierro comenzó su desarrollo en 2007, se hicieron tests de funcionamiento en 2010 y se aprobó un año más tarde. Detecta misiles lanzados en un rango máximo de 70 kilómetros y permite prever su trayectoria completa. Esta capacidad de defensa sirve para alertar a la opinión pública hasta con un minuto de antelación.
Cuando llegas a Tel Aviv, asumiendo que el conflicto bélico insumirá miles de cohetes, los funcionarios del Ejército recomiendan bajar una aplicación gratuita que se llama Tzofar. Esta aplicación informa en tiempo real dónde están cayendo los misiles y en qué cantidad.
Si se tuviera que hacer un promedio de las últimas horas, las cercanías de la Franja de Gaza, Tel Aviv y Jerusalén fueron los blancos que eligieron los terroristas de Hamas.
El sistema funciona, pero no es infalible. Durante la visita secreta al campo militar ubicado a pocos kilómetros de Tel Aviv, se informó que el comienzo de la guerra implicará que Hamas multiplique sus lanzamientos desde Gaza y que se podría añadir la capacidad bélica de Hezbollah, la facción terrorista que opera en el Líbano bajo las órdenes directas de Irán.
Hezbollah tiene un mayor arsenal que Hamas y ya probó su eficacia en norte de Israel. Está organización fundamentalista recibe misiles desde Teherán y la inteligencia israelí considera que tiene más de 10.000 cohetes escondidos en el sur del Líbano.
La Cúpula de Hierro es un arma fundamental para la defensa de Israel, y su éxito a la hora de interceptar cohetes lanzados por los terroristas de Hamas es un activo clave para el Ejército israelí.