La mayoría de los votantes en las elecciones generales de Polonia apoyaron a partidos de oposición que prometieron reparar el orden constitucional del país y su relación con sus aliados, como la Unión Europea y Ucrania, según las estimaciones del lunes.
Tras una campaña agria y que apeló a los sentimientos, los votantes acudieron en masa el domingo para hacerse oír. La participación fue la más alta en el país en 34 años de democracia, por encima del 63% registrado en las históricas elecciones de 1989 que acabaron con el sistema comunista.
Se esperaba que el resultado definitivo tardara varias horas. Sin embargo, un sondeo de la encuestadora Ipsos sugirió que los votantes finalmente se habían hartado del partido nacionalista Ley y Justicia, tras ocho años de política divisiva que provocó protestas callejeras frecuentes, agrias divisiones incluso entre las familias y la retención de miles de millones de euros (dólares) en fondos europeos debido a infracciones sobre el estado de Derecho.
El sondeo mostraba que los tres partidos opositores de centro, que prometieron en campaña revertir la deriva restrictiva del gobierno, habían logrado en total unos 248 escaños en la cámara baja del parlamento, el Sejm, una clara mayoría.
“Ahora estoy entusiasmada de verdad”, dijo el lunes por la mañana Magdalena Chmieluk, contable de 43 años. La oposición “formará un gobierno y por fin podremos vivir en un país normal, de verdad”.
Sin embargo, Polonia enfrentaba semanas de incertidumbre política. Ley y Justicia era la formación más votada y dijo que intentaría seguir gobernando. “No importa cómo lo mire, ganamos”, dijo el director de campaña del partido, Joachim Brudzinski, en una entrevista el lunes por la mañana con la emisora de radio RMF FM.
Su partido intentará formar un gobierno liderado por el actual primer ministro, Mateusz Morawiecki, añadió.
El presidente, Andrzej Duda, aliado de Ley y Justicia, debe convocar la primera sesión del parlamento en 30 días desde las elecciones y designar a un primer ministro para que intente formar gobierno. Entre tanto, el gobierno actual continuará en funciones.
La tradición en la era democrática era que el presidente nombrara primero a una persona del partido más votado, pero no está obligado a hacerlo.
No estaba claro qué forma realista tendría Ley y Justicia de mantenerse en el poder, salvo que lograra ganarse a legisladores de partidos opositores, algo que ha hecho en el pasado para conservar su mayoría parlamentaria durante ocho años. Pero parecía improbable, dado el gran número de diputados que tendrían que cambiar de bando.
El sondeo de Ipsos situaba a Ley y Justicia con un 36,6% de los votos, seguido por el 31% de la Coalición Cívica que lidera Donald Tusk, el 13,5% del centrista Tercera Vía, el 8,6% del partido Izquierda y el 6,4% del grupo de ultraderecha Confederación.
La comisión electoral dijo que esperaba publicar el resultado final para el martes por la mañana.
Tusk declaró el domingo por la noche que el mandato de Ley y Justicia había terminado y que comenzaba una nueva era para Polonia.
Algunos medios polacos fueron más prudentes el lunes y se limitaron a reportar que la oposición podría llegar al poder.
Cezary Tomczyk, vicepresidente del partido de Tusk, dijo que el partido en el gobierno haría todo lo que pudiera para mantenerse en el poder. Pidió a la formación que aceptara el resultado y señaló que la voluntad del pueblo era que entregaran el poder a la oposición.
“La nación ha hablado”, dijo Tomczyk.
(Con información de AP)