En medio de una escalada del conflicto en la región, Israel está intensificando sus preparativos para una ofensiva en el norte de Gaza, luego del sanguinario ataque terrorista de Hamas contra el territorio israelí hace una semana. Esta respuesta se ha traducido en un extenso bombardeo del enclave, que persiste en el lanzamiento de cohetes hacia Israel.
El viernes, el ejército israelí instó a los civiles del norte de Gaza, donde residen alrededor de 1,1 millones de personas, a desplazarse hacia el sur. Esta medida, que afecta a una gran parte de la población total de 2,4 millones, fue reiterada el sábado con una urgencia similar.
Sin embargo, el inicio de la ofensiva terrestre se retrasará por razones humanitarias, según un portavoz del ejército. Las cifras de víctimas no paran de aumentar, con más de 1.300 personas, en su mayoría civiles, muertas a manos de los terroristas y más de 700 niños entre las víctimas. Además, al menos 120 personas han sido tomadas como rehenes, y cientos siguen desaparecidas.
“Lo importante en lo que debemos centrarnos aquí es que comenzaremos operaciones militares significativas sólo una vez que veamos que los civiles han abandonado la zona”, dijo el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz militar israelí, a la cadena CNN.
“Es realmente importante que la gente en Gaza sepa que hemos sido muy, muy generosos con el tiempo. Hemos dado amplia advertencia, más de 25 horas... No puedo insistir más que lo suficiente para decir que ahora es el momento de que los habitantes de Gaza se vayan”, agregó Conricus.
La comunidad internacional ha manifestado su preocupación por la situación humanitaria en Gaza. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que su país está trabajando con la ONU y otras naciones para proporcionar ayuda humanitaria a los civiles afectados.
La evacuación forzosa de más de 2.000 pacientes hacia instalaciones desbordadas en el sur de Gaza, ha sido calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el equivalente a una sentencia de muerte”.
En un giro reciente, las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron la recuperación de cuerpos de rehenes secuestrados por Hamas en la Franja de Gaza, aunque no proporcionaron detalles. Hamas había informado previamente que 22 rehenes murieron en bombardeos israelíes.
La escalada del conflicto ha llevado a Estados Unidos a enviar un segundo portaviones al Mediterráneo oriental para disuadir acciones hostiles contra Israel, según el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Los enfrentamientos también han tenido repercusiones regionales, con Arabia Saudita suspendiendo conversaciones sobre normalización con Israel y llamados a permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza por parte de líderes como el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi.
La tensión se mantiene alta en la frontera norte de Israel, donde se reportó la muerte de “varios terroristas” que intentaron infiltrarse. Además, incidentes recientes en Líbano y Siria han aumentado las preocupaciones sobre una escalada regional.
En este contexto, la situación en Gaza sigue siendo crítica, con un alto costo humano y un futuro incierto en medio de la incertidumbre de un conflicto que persiste.
(Con información de AFP)