La guerra entre Hamas a Israel y la reacción de la administración Biden

La incursión de Hamas ha sido el ataque más grave y sangriento contra el Estado judío en 50 años y muestra a Teherán predispuesto a dañar no sólo a Tel Aviv sino a todos los aliados de Washington en la región

Guardar
El primer ministro israelí, Benjamín
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (d), junto al secretario de de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, durante una reunión clebrada este jueves. (EFE)

La administración Biden trabaja fuertemente a través de su comunidad de inteligencia tratando de confirmar sin margen de error una participación directa de Teherán en la operación lanzada por la organización palestina Harakat Al-Muqáwama Al-Islamiya (conocida como Hamas) el 07 de octubre pasado en suelo israelí. Sin embargo, han sido los propios funcionarios iraníes quienes reconocieron estar involucrados indirectamente tanto en el entrenamiento como en la financiación y el apoyo a Hamas en reuniones previas con el liderazgo palestino.

Para los estadounidenses esto ocurrió en reuniones que tuvieron lugar en Líbano y Turquía semanas antes del ataque. El punto es que con prescindencia de si Irán ordenó y colaboró en la infiltración y el ataque masivo de los operativos de Hamas por tierra, aire y mar el pasado fin de semana, el respaldo de las instituciones políticas y militares de Teherán al grupo palestino envió un mensaje contundente a Washington celebrando el ataque de Hamas en el propio Mhajlis (Parlamento).

Lo cierto es que la incursión de Hamas ha sido el ataque mas grave y sangriento contra Israel en 50 años y muestra a Teherán predispuesto a dañar no solo a Israel sino a todos los aliados de Washington en la región con la intención de debilitar la influencia estadounidense a través de los grupos ideológicamente satelitales a la revolución islámica iraní no solo en Gaza, también en Líbano, Siria, Yemen e Irak, lo que genera un importante aumento de tensiones y muestra la influencia de Irán posicionándose como potencia regional. El director del Foro de Investigación para Oriente Medio, Jonathan Spyer, declaró esta semana que Irán busca derrotar a Israel con una estrategia de “violencia por desgaste”.

Según Spyer, la estrategia incluye debilitar la moral de los israelíes y hacer que pierdan la confianza en sus instituciones y fuerzas armadas para que sus ciudadanos abandonen Israel. Para el analista esa es la razón por la que respaldan a Hamas, por lo mismo es que crearon a Hezbollah en 1982. El plan incluye la intención de rodear a Israel con organizaciones para-estatales militares híbridas. Sin embargo, la República Islámica de Irán ha negado cualquier participación directa durante la operación que Hamas lanzó por sorpresa el sábado, pero Teherán recibió la noticia con agrado y los iraníes calificaron el operativo como una victoria militar palestina histórica sobre lo que denominan “el ocupante”.

No obstante, Hamas ha reconocido públicamente una alianza estratégica con Irán en relación al conflicto con Israel, cuyos objetivos y estrategia se alinean en el marco del violento ataque del sábado, que dejó mas de 1200 muertos en Israel y una cifra aun difícil de estimar en Gaza en la medida que la contra-ofensiva israelí continua por estas horas. Otra impacto de importancia que deja el ataque de Hamas en suelo israelí es que se produjo en un momento en que Irán busca obstaculizar la posición israelí en el Oriente Medio en materia de su acercamiento con los países árabes sunitas del Consejo de Cooperación de los Países del Golfo (CCPG) conducidos por Arabia Saudita, y al mismo tiempo eliminar la influencia estadounidense con sus aliados regionales más importantes como Arabia Saudita y los propios israelíes (algo que fracasó, observando la respuesta y el envío de naves de la marina estadounidense por parte de la administración Biden).

Últimamente Israel y Arabia Saudita estaban llevando adelante conversaciones diplomáticas secretas en un trabajado que buscaba normalizar las relaciones entre ambos países, esta situación tuvo criticas en Irán por parte de su líder supremo, el Ayatollah Ali Khamenei, quien a finales de septiembre había efectuado severas advertencias a Riad para el caso que Arabia Saudita deseara normalizar las relaciones con Irán que llevan años interrumpidas. La diplomacia persa ha sido clara en su posición desde varios meses atrás, y lo expresó con firmeza en la era del presidente Trump cuando se perfeccionaron los acuerdos conocidos como Abraham’s entre Israel y varios estados sunitas. En ese momento, Irán avisó a aquellos países que se inclinen por la normalización de relaciones diplomáticas con Israel tendrán mucho que perder. Incluso los medios de prensa del gobierno iraní publicaron que aquellos que se acerquen a Israel y Estados Unidos: “Estarán apostando al perdedor”.

Por otra parte, las conversaciones por normalizar relaciones entre el gobierno israelí y el reino saudita, no estaban siendo de fácil resolución y había detalles por superar, pero estaban encaminadas. No obstante, luego de la operación terrorista de Hamas del 07 de octubre y del contra-ataque israelí sobre el enclave posiblemente encuentren mayores escollos -si es que no un gran revés- que retrotraiga todo a fojas cero después de tanta violencia. Cualquiera sea el resultado final de las operaciones en Gaza con Hamas y la Yihad Islámica Palestina sobreviviendo o quedando fuera de juego, será sumamente complejo y demandara mucho mas tiempo del esperado que Arabia Saudita retome el trabajo en conjunto con Israel para normalizar las relaciones diplomáticas de forma oficial, mas si la guerra en Gaza se extiende, y de momento es difícil pensar que eso pueda acabar en el corto plazo.

Ahora es tiempo de que Egipto demuestre su sensibilidad humanitaria hacia sus hermanos palestinos que residen en Gaza. El enclave no solo tiene fronteras con Israel y el Mediterráneo, también las tiene con Egipto a través del paso de Rafah, en consecuencia, El Cairo deberá proveer a los habitantes de Gaza de los elementos de los que hoy carecen, como electricidad, gas, agua y por sobre todo un corredor humanitario que impida que Hamas los utilice como escudos humanos y favorezca la salida de la población civil para evitar mas perdidas de vidas civiles.

Si Hamas desea luchar hasta el final, no debería involucrar a los civiles gazeríes. El movimiento Hamas, controla la Franja de Gaza desde 2007, luego de derrocar por medio de un golpe de estado a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) del presidente Mahmud Abbas, por medio de un cruento golpe de estado se hizo con el control del enclave. En el tiempo que gobierna la Franja, los gazeríes han padecido corrupción y agitación interna. Pero en los últimos dos años, en gran medida Hamas pasó desapercibida con especulaciones de que se estaba centrando en la economía y la administración política de la Franja, mientras que eran otros los grupos palestinos, como la Yihad Islámica, es quienes combatían contra Israel lanzando varios ataques con cohetes. En un articulo del mes abril de este año, desde Infobae se advirtió que los desacuerdos y la discordia de la política interna israelí podía favorecer a sus enemigos y colocar al país en problemas graves.

La sorpresiva e inédita incursión, en la que los palestinos volaron en parapente sobre una frontera israelí -normalmente segura- a la derrumbaron con tractores y maquinarias agrícolas e ingresaron con camionetas y motocicletas, se produjo en un momento en que Israel continuaba dividido internamente por las reformas políticas del Primer Ministro Netanyahu, Hamas aprovecho el momento para mostrar su fuerza e intento -con cierto éxito momentáneo- reinsertar a su movimiento en el escenario internacional.

Los enemigos de Israel percibieron durante varios meses un país con ciertas debilidades políticas internas que lidiaba con grandes movilizaciones populares confrontando a su propio gobierno y decidieron ejecutar una operación de envergadura que demostrara que ellos pueden dañar a los israelíes y que no se debe ignorar a Hamas. Sin embargo, Hamas no hubiera podido llevar a cabo sus ataques del fin de semana pasado sin ayuda de un estado y de otras organizaciones fundamentalistas con quienes dispone de vínculos históricos.

El pasado domingo el diario Wall Street Journal publicó con una serie de datos muy puntuales sindicando a funcionarios de seguridad iraníes en la planificación de la invasión, quienes a estar por lo publicado por el diario estadounidense dieron el apoyo necesario a Hamas en la ejecución de la operación armada.

No obstante, lo que no se puede ignorar ante lo que el ataque expone, es hasta qué punto la administración Biden fracasó a la hora de controlar a Irán, ello a pesar de sus conversaciones por llegar a un acuerdo para reactivar el acuerdo nuclear con Teherán. Ello quedo de manifiesto palmariamente el mes pasado, cuando la administración Biden aprobó un acuerdo para descongelar 6000 millones de dólares de fondos en Corea del Sur provenientes de las ventas de petróleo iraní para la liberación de cinco prisioneros estadounidenses.

La administración Biden hoy se muestra cercana y apoyando a Israel, pero cometió demasiados errores en política exterior en estos años, el retiro de Afganistán y la forma en que fue realizado es uno de ellos. Pero tal vez el mas grosero fue ignorar las alarmas que se activaron a principios de este año cuando China ayudó a restablecer las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudita, un acuerdo en el que Washington quedo excluido y que demostró que el poder iraní está en ascenso en la región y donde se ve a Estados Unidos como una potencia replegándose de Oriente Medio.

Guardar