La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció este jueves un posible envenenamiento de la periodista rusa Marina Ovsiannikova, quien en marzo de 2022 interrumpió un programa en directo en un canal ruso para denunciar la invasión a Ucrania.
La periodista, que trabajaba para el Canal 1, comenzó a sentirse mal después de tocar el picaporte de la puerta de su domicilio y alertó a la Policía francesa de la presencia de polvo blanco en la barandilla, según información del diario Le Parisien.
“Temíamos por Marina Ovsiannikova y se planteó la hipótesis de un envenenamiento, que no se descarta, pero contrariamente a la información difundida por la prensa, Marina no ha declarado haber sido envenenada”, informó en la red social X el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
Deloire informó que la Fiscalía de París abrió una investigación por sospecha de envenenamiento. Ovsiannikova permanece bajo supervisión médica y su estado de salud ha ido mejorando progresivamente, indicó el secretario general de la ONG.
La periodista interrumpió el 14 de marzo de 2022 las emisiones de la cadena de TV con una pancarta protestando contra la invasión, a pesar de la prohibición del Kremlin a los periodistas de referirse como una “guerra” a lo que las autoridades rusas denominan como “operación especial”.
Por ello, fue multada con el pago de 30.000 rublos (255 euros) por “organizar un acto público sin autorización”. Asimismo, tras una investigación al respecto, fue despedida de la cadena y posteriormente se confirmó que había empezado a trabajar para el diario alemán Die Welt.
A principios de octubre, un tribunal de Rusia condenó a Ovsiannikova en rebeldía a ocho años y medio de cárcel por “difundir noticias falsas” sobre las Fuerzas Armadas y le prohibió durante cuatro años “participar en actividades relacionadas con la administración de páginas web de redes de información y telecomunicación”.
Las autoridades rusas emitieron en octubre de 2022 una orden de búsqueda y captura contra la periodista.
En su huida de Rusia contó con la ayuda de Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en Francia, utilizó siete vehículos diferentes y cruzó la frontera a pie, adentrándose en un bosque.
“Tuvimos que guiarnos por las estrellas y fue un verdadero reto”, declaró en una rueda de prensa en la sede de RSF en París.
“Nos escondíamos de las luces de los guardias fronterizos y de los tractores que circulaban, pero finalmente lo conseguimos y llegamos a la frontera”.
Esta mujer de 44 años, madre de dos hijos, que había estado bajo arresto domiciliario y tuvo que cortar un brazalete electrónico durante su huida, dijo que se había resistido a abandonar Rusia.
“Seguía siendo mi país, aunque criminales de guerra hayan tomado el poder, pero no me dieron opción: era la cárcel o la emigración”, afirmó.
“Por supuesto que temo por mi vida. Cada vez que hablo con mis amigos en Rusia, me dicen: ‘¿Qué prefieres, Novichok, pollonium o un accidente de coche?”, dijo, refiriéndose a los diferentes métodos de asesinato supuestamente utilizados por los servicios de seguridad rusos.
(Con información de Europa Press y AFP)