Un buque de la Guardia Costera de China estuvo a menos de un metro de colisionar con una embarcación filipina a la que intentaba bloquear en el disputado mar Meridional, semanas después de una escalada en las tensiones por una barrera flotante instalada por el régimen de Xi Jinping en aguas territoriales.
El gobierno de Filipinas condenó enérgicamente las maniobras del buque chino cerca del banco de arena Second Thomas Shoal, conocido en la zona como Ayungin Shoal, que tanto Manila como Beijing reclaman y que ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos.
En medio del incidente, que se prolongó durante unas ocho horas, otro barco filipino fue bloqueado y rodeado por milicianos chinos. Un enfrentamiento en estas aguas disputadas podría implicar a Estados Unidos, que ha prometido defender a Filipinas si sus fuerzas, barcos y aviones son objeto de un ataque armado por parte de China.
Dos barcos de suministro más pequeños escoltados por la guardia costera filipina lograron romper el bloqueo chino y entregaron alimentos y otros suministros a un puesto de avanzada de la marina filipina en el banco de arena.
“Condenamos el comportamiento de la Guardia Costera de China. Ha violado el derecho internacional, en particular las normas de colisión”, declaró en una rueda de prensa el portavoz Jay Tarriela.
Aseguró que uno de los dos buques de la Guardia Costera de Filipinas, el BRP Sindangan, invirtió rápidamente la marcha de su motor para evitar chocar contra la embarcación china que cruzó su proa a sólo un metro de distancia.
Se trata de “la maniobra peligrosa más cercana” realizada por el régimen chino contra una patrullera filipina, añadió Tarriela.
El incidente fue presenciado por varios periodistas que fueron invitados por los guardacostas filipinos a unirse a la travesía como parte de una estrategia destinada a denunciar las acciones agresivas chinas en el mar Meridional.
Durante años, un reducido destacamento de infantes de marina y personal naval filipinos ha mantenido vigilancia en el BRP Sierra Madre, un buque de guerra desactivado pero aún operativo, situado en el banco de arena Ayungin Shoal.
China ha posicionado sus embarcaciones y fuerzas paramilitares alrededor del navío, con el fin de bloquear el suministro de materiales de construcción. Beijing expresó su inquietud de que dichos materiales puedan ser usados para consolidar el Sierra Madre como una instalación territorial permanente.
Las tensiones del miércoles se desataron cuando una embarcación de la guardia costera china persiguió a navíos filipinos que se dirigían hacia Ayungin Shoal. Posteriormente, un conjunto de barcos pertenecientes a la guardia costera y la milicia chinos, incluida al menos una embarcación naval de guerra, estableció un bloqueo marítimo frente al banco de arena.
Un operador del régimen de Xi Jinping comunicó en múltiples ocasiones al BRP Sindangan que China posee “soberanía indiscutible” sobre dicho territorio y las aguas adyacentes. “Para evitar errores de cálculo, retírense y manténganse a distancia”, instó.
Mediante un comunicado, China sostuvo que los navíos filipinos ingresaron a las aguas “sin el consentimiento del gobierno” y que Beijing “se opone de manera categórica al transporte no autorizado de materiales de construcción al buque militar ‘varado’”.
Este incidente representa el más reciente en una serie de disputas territoriales prolongadas en el mar Meridional, una de las vías marítimas más concurridas del mundo.
Las tensiones, que implican a China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi, son vistas como un potencial foco de conflicto y se han convertido en un factor de fricción entre Washington y Beijing.
A principios de agosto, una embarcación china empleó un cañón de agua contra uno de los dos barcos de suministro filipinos, impidiendo su aproximación a Ayungin Shoal. El hecho, registrado en video, suscitó la indignación del presidente Ferdinand Marcos Jr. y llevó al Departamento de Asuntos Exteriores en Manila a convocar al embajador chino para expresar su descontento.
Washington respondió renovando su advertencia de que está comprometido a defender a Filipinas en calidad de aliado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Xi Jinping acusó a Estados Unidos de “amenazar a China” al considerar la activación del tratado de defensa mutua. Beijing ha instado en numerosas ocasiones al gobierno estadounidense a no intervenir en los conflictos territoriales de la región.
En agosto, Filipinas envió de nuevo dos embarcaciones que lograron eludir el bloqueo impuesto por la guardia costera china, completando así la entrega de suministros a las fuerzas ubicadas en el banco de arena. Sin embargo, los navíos del régimen obstaculizaron el movimiento de dos embarcaciones filipinas. Durante el enfrentamiento, que duró más de tres horas, un avión de vigilancia de la Marina estadounidense realizó vuelos circulares en respaldo a Manila.
El Secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, expresó su inquietud sobre las acciones chinas en las aguas disputadas, señalando que el gobierno está preparado para responder ante eventuales emergencias, incluidos posibles choques entre embarcaciones. “Esa preocupación siempre está presente y la tenemos en cuenta”, indicó.
Un fallo arbitral de 2016, emitido por Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, anuló las pretensiones de China basadas en argumentos históricos sobre casi todo el mar Meridional. Beijing declinó participar en el arbitraje iniciado por Filipinas, desestimó la decisión como una farsa y continúa desafiándola.
(AP)