El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, han aceptado reunirse “a finales de octubre” en Bruselas tras la cita frustrada que la Unión Europea (UE) esperaba auspiciar este jueves en Granada y que finalmente no tuvo lugar por la ausencia del mandatario azerí.
Así lo anunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en declaraciones a la prensa tras reunirse en los márgenes de la cumbre de líderes de la Comunidad Política Europea (CPE) con Pashinian y los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron, y de Alemania, Olaf Scholz.
Michel dijo contar con la confirmación de ambas partes respecto a su participación en el encuentro de Bruselas y subrayó que los contactos informales entretanto, incluidas llamadas recientes y la cita de Granada, ayudan a preparar “los próximos pasos”.
De este modo, el ex primer ministro belga señaló la determinación de la Unión Europea por desempeñar un papel “positivo, constructivo”, en los esfuerzos por la normalización de las relaciones y avanzar hacia un tratado de paz.
“Estamos determinados a jugar un papel para apoyar un Cáucaso estable y próspero”, indicó el presidente del Consejo Europeo, antes de defender que la UE puede ser un interlocutor “efectivo” porque no tiene una agenda propia en la región.
En el comunicado conjunto emitido al término de la reunión a cuatro en la ciudad andaluza, Michel, Macron y Scholz expresaron su “apoyo inquebrantable a la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de Armenia”, así como al fortalecimiento de las relaciones entre Armenia y la Unión Europea.
Los tres líderes europeos también coincidieron, según el documento, en la necesidad de proporcionar asistencia humanitaria adicional a Armenia mientras enfrenta “las consecuencias del reciente desplazamiento masivo de armenios” de la región de Nagorno Karabaj.
Además se comprometen con todos los esfuerzos para la normalización de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, sobre la base del reconocimiento mutuo de la soberanía, la inviolabilidad de las fronteras y la integridad territorial de ambos países, al tiempo que llaman a las partes a respetar “estrictamente” el principio de no amenazar con el uso de la fuerza ni recurrir a él.
Inicialmente estaba previsto que Aliyev viajase hasta Granada y participase en una reunión con el dirigente armenio, pero el miércoles su Gobierno confirmó que no acudiría, aparentemente por la negativa de los interlocutores de sentar también a la mesa al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que ha causado igualmente baja.
Macron enfatizó en rueda de prensa que corresponde tanto al líder azerí como al turco explicar por qué no han acudido a Granada -algo que lamenta “profundamente”- y, ante las supuestas suspicacias que genera la presencia de Francia, el presidente galo recordó que ya estaba en las dos cumbres precedentes de la CPE.
“Tenemos una posición exigente para que se preserven y reconozcan los derechos de las minorías. Puede que no se nos perciba como socios conciliadores, pero creo que somos justos”, manifestó Macron en rueda de prensa, en alusión a los derechos de la comunidad armenia.
En cualquier caso, dejó claro que “no es el momento de sanciones” contra Azerbaiyán, puesto que podrían ser “contraproducentes”, y apostó por “seguir hablando” para intentar que las partes acerquen posturas, con vistas a la “normalización” de relaciones.
Las palabras de Macron tienen lugar días después de que la jefa de la diplomacia francesa, Catherine Colonna, de visita en Ereván, anunciara que París “dio su acuerdo” para el suministro de material militar a Armenia, que quiere protegerse de la amenaza de Azerbaiyán.
“Francia dio su acuerdo a la firma de contratos futuros forjados con Armenia que harán posible el suministro de material militar a Armenia para que pueda defenderse”, declaró Colonna durante una conferencia de prensa en Ereván.