El Pentágono dijo el jueves que el ejército estadounidense derribó un dron turco armado que se acercó a 500 metros de las tropas estadounidenses en el noreste de Siria, en un poco usual uso de la fuerza por parte de un miembro de la OTAN contra otro.
El general de la fuerza aérea Patrick Ryder, secretario de prensa del Pentágono, lo calificó de “incidente lamentable” y dijo que las tropas estadounidenses se vieron obligadas a ir a búnkeres por seguridad mientras Turquía bombardeaba objetivos cercanos.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, habló con su homólogo turco y destacó la importancia de una estrecha coordinación entre sus dos países para evitar cualquier riesgo para las fuerzas estadounidenses o para la misión de la coalición global de derrotar a los militantes del Estado Islámico en la región, dijo Ryder.
“La decisión se tomó con la debida diligencia y el derecho inherente de autodefensa a tomar las medidas apropiadas para proteger a las fuerzas estadounidenses”, dijo Ryder, y agregó que “no tenemos indicios de que Turquía estuviera apuntando intencionalmente a las fuerzas estadounidenses”.
Funcionarios estadounidenses dijeron a The Associated Press que el derribo se ordenó después de más de una docena de llamadas a oficiales militares turcos indicando que las fuerzas estadounidenses estaban en el área y que el ejército estadounidense tomaría medidas para protegerlos si el avión no tripulado no se marchaba.
Ryder dijo que las fuerzas estadounidenses observaron drones turcos realizando ataques aéreos alrededor de Hasakah alrededor de las 7:30 a. m. hora local, y que algunos ataques se realizaron dentro de la llamada “zona de operaciones restringida” estadounidense a sólo un kilómetro de las tropas estadounidenses. Dijo que poco después un dron turco volvió a entrar en el área restringida “en dirección a donde estaban ubicadas las fuerzas estadounidenses”.
Los comandantes determinaron que era una amenaza y aviones de combate F-16 estadounidenses lo derribaron alrededor de las 11:40 a. m., dijo Ryder, y agregó que ninguna fuerza estadounidense resultó herida.
Normalmente, los ejércitos de Estados Unidos y Turquía, que son aliados de la OTAN, trabajan en estrecha coordinación en la realización de maniobras aéreas. Pero las tropas estadounidenses también trabajan estrechamente con las fuerzas lideradas por los kurdos para contrarrestar al grupo Estado Islámico en la región.
Estados Unidos tiene alrededor de 900 soldados en Siria realizando misiones para contrarrestar a los militantes del grupo Estado Islámico.
La agencia estatal Anadolu del país informó que el servicio de inteligencia turco, MIT, llevó a cabo una operación contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, y su grupo de milicias kurdas afiliado en Siria, conocido como Unidades de Defensa del Pueblo o YPG. El informe dice que los turcos atacaron presuntos depósitos de armas y municiones y edificios que se cree que fueron utilizados por los equipos de “sabotaje” de los grupos. No proporcionó más detalles sobre la operación.
El miércoles, Turquía llevó a cabo ataques aéreos en Irak y Siria contra objetivos militantes kurdos luego de un ataque suicida frente al edificio del Ministerio del Interior de Turquía a principios de esta semana.
En una conferencia de prensa posterior al ataque, el Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, dijo que los funcionarios de inteligencia turcos establecieron que los dos agresores llegaron de Siria, donde habían sido entrenados. Dijo que Turquía ahora atacaría instalaciones en Siria e Irak pertenecientes al PKK o al YPG.
El incidente del jueves corre el riesgo de agravar las tensiones de larga data entre Turquía y Estados Unidos, a pesar de que Turquía es un aliado estratégicamente importante y miembro de la OTAN. Funcionarios y legisladores estadounidenses han criticado el historial de Turquía en materia de derechos humanos y sus demoras en aceptar la membresía de Suecia en la OTAN. Turquía se ha sentido frustrada por los retrasos de Estados Unidos en la aprobación de 40 nuevos aviones de combate F-16, así como kits para mejorar su flota existente.
Ryder dijo a los periodistas que Estados Unidos apoya “firmemente a nuestro aliado de la OTAN, Turquía, y al pueblo turco en su lucha contra el PKK”.
Estados Unidos ha designado al PKK como “organización terrorista extranjera”, pero se ha negado a hacer una determinación similar con respecto a las YPG, que han sido un socio clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo Estado Islámico en el norte de Siria. Estados Unidos no cree que las YPG representen una amenaza para Turquía.
El miércoles, el Departamento de Estado dijo que no había cambios en la forma en que Estados Unidos considera a las YPG.
En 2016, el presidente turco, Tayyip Erdogan, acusó a Estados Unidos de apoyar un fallido intento de golpe contra su gobierno. Estados Unidos ha rechazado rotundamente las acusaciones, pero también se ha negado a extraditar al líder del grupo que Erdogan afirma que estuvo detrás del intento, el clérigo Fetullah Gulen, que vive exiliado en Pensilvania.
(Con información de AP)
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