El primer ministro británico presentó su plan para eliminar progresivamente la venta legal de cigarrillos en el Reino Unido

Actualmente, la edad permitida en el Reino Unido para comprarlos es 18 años. Rishi Sunak se plantea ir aumentando paulatinamente ese límite de manera que un joven que hoy tiene 14 años nunca pueda comprar tabaco legalmente

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El Primer Ministro británico Rishi Sunak habla en el escenario de la conferencia anual del Partido Conservador de Gran Bretaña en Manchester, Gran Bretaña, el 4 de octubre de 2023. REUTERS/Toby Melville
El Primer Ministro británico Rishi Sunak habla en el escenario de la conferencia anual del Partido Conservador de Gran Bretaña en Manchester, Gran Bretaña, el 4 de octubre de 2023. REUTERS/Toby Melville

El primer ministro británico Rishi Sunak anunció este miércoles su intención de extender la prohibición de venta de cigarrillos para que, progresivamente, el Reino Unido se convierta en un país sin tabaco.

“Propongo que en el futuro, cada año, aumentemos la edad (legal) para fumar en un año”, declaró el jefe del gobierno conservador en un discurso en el congreso de su partido en Mánchester, en el norte de Inglaterra.

“Eso significa que un joven que tenga 14 años en la actualidad no verá nunca que se le vendan legalmente cigarrillos y que él y su generación podrán crecer sin fumar”, precisó Sunak.

Actualmente, la edad legal para comprar cigarrillos en Reino Unido es 18 años.

El tabaquismo es la principal causa de mortalidad evitable en Reino Unido, según el gobierno británico, y está detrás de uno de cada cuatro fallecimientos por cáncer.

Los costes generados, en particular para el sistema sanitario, se elevan a 17.000 millones de libras esterlinas cada año, es decir unos 20.500 millones de dólares al tipo de cambio actual.

“El tabaquismo no será criminalizado, y nuestro enfoque progresivo significa que quien pueda actualmente comprar cigarrillos de manera legal no tendrá impedimentos para hacerlo en el futuro”, precisó Downing Street.

Una colilla de cigarrillo en un cenicero en una calle de Liverpool al norte de Reino Unido. REUTERS/Phil Noble/Archivo
Una colilla de cigarrillo en un cenicero en una calle de Liverpool al norte de Reino Unido. REUTERS/Phil Noble/Archivo

El tren de alta velocidad HS2

El tren de alta velocidad HS2 (High Speed 2) es el proyecto que debía unir Londres con las grandes ciudades del norte de Inglaterra y la piedra angular de los planes del Reino Unido para mejorar la cohesión territorial entre el norte y el sur del país.

Diseñado hace más de una década, el plan inicial preveía 530 kilómetros de vías entre la capital británica y las ciudades de Birmingham, Manchester y Leeds. Sus impulsores lo describían como “el mayor proyecto de infraestructuras de Europa”, en el que están involucradas varias compañías españolas.

Sunak, anunció sin embargo este miércoles que el trazado de alta velocidad terminará en Birmingham, a mitad de trayecto, y los trenes continuarán hacia el norte a través de vías convencionales.

El coste estimado inicial era de unos 33.000 millones de libras (40.000 millones de dólares), pero la inflación y los imprevistos han disparado la cifra desde entonces a entre 71.000 y 98.000 millones de libras (entre 86.000 y 120.000 millones de dólares).

El objetivo era que 18 trenes cada hora en ambas direcciones unieran la capital con el norte de Inglaterra, a 360 kilómetros por hora, un medio de transporte rápido que prometía contribuir a equilibrar la balanza de la economía británica, donde la City financiera y las empresas de Londres acaparan buena parte de la riqueza.

Retrasos y cancelaciones

Cuando se concibió, el HS2 debía estar operativo en 2026, dentro de poco más de dos años. En la práctica, el primer ramal, hasta Birmingham, se espera que se retrase hasta 2033, mientras que la llegada del tren a Manchester, antes de quedar cancelada, no estaba prevista hasta 2041.

Una persona pasa por una representación de una estación HS2 en un perímetro de acaparamiento alrededor del sitio de construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad HS2 en Euston en Londres, Gran Bretaña. REUTERS/Toby Melville
Una persona pasa por una representación de una estación HS2 en un perímetro de acaparamiento alrededor del sitio de construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad HS2 en Euston en Londres, Gran Bretaña. REUTERS/Toby Melville

Cuando se abra el primer tramo de vías, además, los trenes no llegarán a la céntrica estación londinense de Euston, sino que terminarán en Old Oak Common, en los suburbios al oeste de Londres.

El Gobierno pausó este año la construcción del túnel hacia Euston durante dos años, después de que la inflación doblara los costes del tramo, si bien Sunak confirmó hoy que los trenes llegarán finalmente a la céntrica estación adjudicada a ACS.

¿Por qué se han disparado los costes?

La Oficina Nacional de Auditorías británica (NAO, en inglés) publicó en 2020 un informe en el que advertía de que el proyecto ferroviario no había valorado de manera adecuada las incertidumbres y los riesgos de una infraestructura de esa envergadura.

La identificación de estructuras con asbesto, el descubrimiento de restos arqueológicos en el trazado y la necesidad de desviar más líneas de gas y electricidad de las esperadas provocaron problemas desde el principio.

La construcción de túneles, estaciones y puentes era además más compleja y costosa de lo que preveía el proyecto inicial.

La disparada inflación en los materiales de construcción tras la pandemia y la invasión rusa de Ucrania terminó de sellar la espiral alcista que acabó mutilando el proyecto.

Críticas desde varios flancos

Tanto conservadores y laboristas del norte de Inglaterra han criticado los planes de cancelar el ramal hacia Manchester del tren de alta velocidad.

Una vista general del sitio de construcción de la estación Curzon Street del ferrocarril HS2 en Birmingham, Gran Bretaña. REUTERS/Phil Noble
Una vista general del sitio de construcción de la estación Curzon Street del ferrocarril HS2 en Birmingham, Gran Bretaña. REUTERS/Phil Noble

El “tory” Andy Street, alcalde de West Midlands, región que incluye Birmingham y Coventry, ha tachado la decisión de Sunak de “increíble metedura de pata política” y la BBC le ha descrito como “furioso” con el primer ministro.

El alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, ha dicho por su parte que la suspensión ofrece al mundo la imagen de que el Reino Unido “ya no puede acometer proyectos grandes y complicados”.

Burnham cree que la cancelación refleja que los británicos del norte de Inglaterra son “ciudadanos de segunda clase” y pidió al Gobierno que priorice la construcción de la línea entre Manchester y Birmingham, para completar el ramal hasta Londres en el futuro.

(Con información de AFP y EFE)

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