El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, concedió este lunes que los impuestos en el Reino Unido están “demasiado altos”, pero descartó bajarlos a corto plazo a pesar de las presiones internas en el Partido Conservador en ese sentido.
“Queremos bajarlos”, dijo Hunt a la BBC en la segunda jornada de la conferencia anual de los conservadores en Manchester, pero recalcó que “no hay atajos” para impulsar el crecimiento, una condición indispensable antes dar ese paso.
El ministro alertó asimismo de que un recorte precipitado podría disparar aún más la persistente inflación en el Reino Unido.
Ante la desventaja en las encuestas de los “tories” a un año vista de las próximas elecciones generales, numerosas voces en el partido presionan al Gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, para que anuncie medidas que beneficien al bolsillo de las empresas y los ciudadanos.
Una de ellas es la ex primera ministra Liz Truss, que se ha erigido como una de las principales críticas de Sunak, pese a que su efímero Ejecutivo provocó una tormenta financiera en 2022 con un agresivo recorte de impuestos.
La antigua líder “tory” participará hoy en el congreso conservador e insistirá en la necesidad de rebajar el impuesto de sociedades desde el actual 25% al 19% para “desatar la capacidad de las empresas británicas”.
Sus propuestas están respaldadas al menos por un grupo de 30 diputados que han firmado una carta en la que aseguran que no votarán a favor de los siguientes presupuestos que presente Hunt si incorporan subidas de impuestos.
El ministro de Economía, sin embargo, ha asegurado que mantendrá la misma estrategia que ha defendido desde que asumió la cartera, hace un año. “La manera de ganar elecciones es haciendo promesas que la gente pueda creer. Estamos siendo honestos con la gente, no hay atajos hacia los recortes de impuestos”, afirmó a la cadena GB News.
“Si anunciara un gran descenso de los impuestos este año, eso sería inflacionario, porque estaríamos poniendo más dinero en el bolsillo de los ciudadanos, lo que incrementaría la demanda y, en un último término, haría que los precios subieran también. Así que este no es el mejor momento”, agregó Hunt, que esta tarde ofrecerá un discurso ante los afiliados conservadores en Manchester.
Batalla entre facciones
La perpetua lucha entre facciones del Partido Conservador estará protagonizada previsiblemente este año por el ala ultraliberal del partido, liderada por Truss y su entorno, partidarios de rebajar impuestos y disminuir el peso del Estado, y por el grupo escorado a la derecha política que ve en la ministra del Interior, Suella Braverman, una buena candidata para sacar rédito de la retórica antiinmigración.
Ambos sectores tratarán de ganar peso en Manchester, con la vista puesta tanto en el programa electoral que debe elaborar Sunak en los próximos meses como en la eventual renovación profunda que llegaría si el partido pasa a la oposición.
Pese al desastre financiero que provocó Truss en su breve paso por Downing Street, sus partidarios mantienen una voz influyente: “Quieren mantener la ideología y el legado de (Margaret) Thatcher”, comentó Clift.
Braverman, que esta semana ha abogado por rebajar los derechos que ofrece a los refugiados la Convención de la ONU, “tiene grandes ambiciones y está claro que se ve a sí misma como una líder potencial”, agregó.
(Con información de EFE)