El ejército chino presentó un cortometraje animado en el que se muestran los simbólicos fragmentos de una pintura en pergamino partida en dos hace más de 300 años, en una muestra de la determinación del régimen de Xi Jinping de incorporar a Taiwán como parte de su territorio.
El domingo, Día Nacional, el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación, conocido por sus beligerantes vídeos de ejercicios en torno a la isla democrática, estrenó el corto titulado “Los sueños se hacen realidad en el río Fuchun”, apelando a las raíces culturales compartidas por los pueblos de ambos lados del estrecho de Taiwán.
Las piezas de “Morada en las montañas de Fuchun”, una de las pinturas antiguas más conocidas de China, se conservan por separado en museos de China y Taiwán, una isla que cuenta con gobierno democrático independiente y que Pekín reclama como una de sus provincias, reservándose el derecho a apoderarse de ella por la fuerza.
En la película aparecían dos duendes, que representaban las dos piezas del cuadro del maestro de la dinastía Yuan Huang Gongwang, que fue destrozado en el siglo XVII por uno de sus propietarios.
Durante el viaje de los dos duendes de la película, el Mando del Teatro Oriental insertó imágenes de formaciones de portaaviones y cazas J-20, recordando a los espectadores sus capacidades en el campo de batalla.
Al final de la película, los dos personajes se unían, haciendo que el cuadro volviera a estar entero por arte de magia.
El trozo más corto del pergamino, conocido como “La montaña restante”, de unos 51 cm de largo, se encuentra en el Museo Provincial de Zhejiang, en la ciudad de Hangzhou. El Museo Nacional del Palacio de Taiwán conserva el “El rollo del maestro Wuyong”, de 640 cm de largo, desde la década de 1950.
Las dos piezas se reunieron en 2011, cuando China prestó su fragmento al museo taiwanés durante dos meses en un periodo de relaciones más amistoras, mientras Taiwán aplicaba una política de acercamiento económico a China.
Pero en los últimos años, a medida que las relaciones se han enfriado, China ha intensificado sus actividades militares en torno a Taiwán, incluyendo ejercicios el mes pasado que, según Pekín, estaban dirigidos a combatir a las fuerzas separatistas.
Mientras China se afana en cortejar a Taiwán con promesas de beneficios económicos, la amenaza de tomar Taiwán por la fuerza continúa.
Al mismo tiempo, China está elaborando ambiciosos planes para “integrar” las economías de su provincia de Fujian y Taiwán, a ambos lados del estrecho de Taiwán, ofreciendo a las empresas taiwanesas la posibilidad de participar en un plan de desarrollo conjunto, que el Gobierno de Taiwán ha rechazado.
(Con información de Reuters)