Las autoridades del régimen de Irán ejecutaron al menos 27 prisioneros durante el mes de septiembre, de los que 17 habrían recibido la sentencia por asesinato según denunció la ONG Hengaw.
Además, al menos seis reclusos baluchíes, que cumplían su pena en las cárceles de Varamin y Mashhad estarían entre los 27 condenados a muerte.
Durante el mes de agosto, al menos dos mujeres habrían sido ejecutadas en las mencionadas cárceles.
Por otro lado, la ONG investiga el caso de otros dos reos, Abolfazl Bayat y Ali Najafi, ejecutados en las prisiones de Karaj y Jorramabad respectivamente, por la posibilidad de haber cometido el crimen antes de cumplir la mayoría de edad.
La prisión de Shiraz es la que más ejecuciones ha llevado a cabo en el mes de septiembre con al menos cuatro casos, siguiendo la de Jorramabad, Zahedan, Mashhad, Birjand, Ghezel y Hasar con tres; Minab y Tabriz con dos; y Qom, Borujerd, Ahvaz e Isfahan con una.
Por su parte, la semana pasada un tribunal revolucionario iraní condenó a cuatro personas a la pena de muerte por la producción y distribución de alcohol adulterado que provocó la muerte de 17 personas, según informó el Poder judicial del país persa.
Los cuatro condenados a la horca, cuyos nombres no se han hecho públicos, produjeron alcohol casero con metanol procedente de una fábrica de cosméticos en la norteña provincia de Alborz, dijo en una rueda de prensa el portavoz de la Judicatura iraní, Masoud Setayeshi.
Después procedieron a la venta de las bebidas caseras que provocaron a mediados de junio la hospitalización de 191 personas, de las que murieron 17 y un número indeterminado sufrió ceguera, afirmó Setayeshi, de acuerdo a la agencia Mizan.
La Justicia iraní acusó de “corrupción en la tierra” a 11 personas por la producción y venta del alcohol adulterado de los que cuatro han sido condenados a la horca y el resto a penas de cárcel que oscilan entre los cinco y el año de prisión.
El consumo de alcohol está prohibido en Irán desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, pero se pueden encontrar bebidas importadas de contrabando o de fabricación casera.
Su ingesta está penada con 80 latigazos, y su compra, venta y preparación con entre seis meses y dos años de cárcel.
Al riesgo del castigo legal se suma la posibilidad de intoxicaciones ante el uso de productos como el metanol.
Las nueva condenas a muerte se producen en medio de una oleada de ejecuciones en Irán, que ha ahorcado en lo que va de año a más de 400 personas, la mayoría de ellas por delitos relacionados con el tráfico y la posesión de drogas, de acuerdo con grupos de derechos humanos con sede en Europa.
Según el Atlas de Prisiones de Irán (Iran Prison Atlas), el régimen aumentó drásticamente las condenas a latigazos contra activistas civiles y políticos tras el levantamiento por la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre de 2022.
Este tipo de condenas, amparados por el código penal islámico, se han cuadruplicado en comparación con 2022, con al menos 117 activistas, entre ellos 13 mujeres y 104 hombres, sentenciados a un total de 7.404 latigazos, además de 99 años y tres meses de prisión y una multa de 1.160 millones de riales (unos 2.300 dólares).
De acuerdo al Código Penal Islámico, las condenas a latigazos son por “alteración del orden público y publicación de falsedades con intención de perturbar la opinión pública”.
El Atlas de las Prisiones Iraníes criticó duramente al régimen por emplear la flagelación, pese a ser consciente de sus daños físicos y psicológicos.
(Con información de Europa Press y EFE)