Expertos jurídicos afirmaron que el éxodo de Nagorno Karabaj constituye un crimen de guerra

En las últimas horas, más de 90.000 de los 120.000 habitantes estimados habían huido a Armenia

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Personas de la etnia armenia aguardan con la esperanza de salir de la región de Nagorno Karabaj rumbo a Armenia (AP Foto/Ani Abaghyan)
Personas de la etnia armenia aguardan con la esperanza de salir de la región de Nagorno Karabaj rumbo a Armenia (AP Foto/Ani Abaghyan)

Mientras decenas de miles de armenios huyen de sus hogares en Nagorno Karabaj, varios expertos internacionales afirman que el éxodo reúne las condiciones para constituir un crimen de guerra de “deportación o traslado forzoso”, o incluso un crimen contra la humanidad.

Nagorno Karabaj está reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero está poblada principalmente por cristianos armenios que crearon la autodenominada República de Artsaj hace tres décadas, tras un sangriento conflicto étnico al desmoronarse la Unión Soviética.

Este viernes, más de 90.000 de los 120.000 habitantes estimados habían huido a Armenia, según la agencia de noticias RIA, que citaba al gobierno de Ereván.

El éxodo ha evocado el espectro de la guerra de 1988-94 entre los armenios y sus vecinos azeríes, parte de una historia de derramamiento de sangre y desplazamientos étnicos que se remonta a generaciones y que ha marcado la memoria popular de la región y ha generado un profundo temor y recelo mutuos.

Hikmet Hajiyev, asesor de política exterior del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró a los periodistas en Bruselas el martes: “A veces en la prensa internacional (...) encontramos ciertas metáforas de que se está produciendo una limpieza étnica o de que Azerbaiyán está llevando a cabo un genocidio...”.

Vista de armenios huyendo en un camión del enclave de Nagorno Karabaj (EFE/Roman Ismayilov)
Vista de armenios huyendo en un camión del enclave de Nagorno Karabaj (EFE/Roman Ismayilov)

“No hubo ningún hecho verificado sobre el terreno de ningún tipo de violencia contra la población civil local”, agregó.

Independientemente de la historia y de la falta de informes independientes sobre lo ocurrido en el interior del territorio aislado, varios expertos jurídicos internacionales creen que la huida masiva se ajusta a la definición legal de crimen de guerra.

Los documentos fundacionales de la Corte Penal Internacional (CPI) dicen que, al referirse al traslado forzoso o la deportación, “el término ‘por la fuerza’ no se limita a la fuerza física, sino que puede incluir la amenaza de la fuerza o la coacción, como la causada por el temor a la violencia, la coacción, la detención, la opresión psicológica o el abuso de poder contra esa persona o personas u otra persona, o mediante el aprovechamiento de un entorno coercitivo”.

Ese “entorno coercitivo” se creó en Nagorno Karabaj antes de la ofensiva por la obstrucción de suministros esenciales por parte de Azerbaiyán, dijeron la abogada internacional Priya Pillai y Melanie O’Brien, profesora visitante de la Universidad de Minnesota y presidenta de la Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio.

Niños armenios étnicos de Nagorno Karabaj miran desde un camión tras llegar a Goris, región de Syunik, en Armenia (AP foto/Vasily Krestyaninov)
Niños armenios étnicos de Nagorno Karabaj miran desde un camión tras llegar a Goris, región de Syunik, en Armenia (AP foto/Vasily Krestyaninov)

Posible crimen contra la humanidad

Los grandes avances logrados en una guerra de 44 días en 2020 habían colocado a Azerbaiyán en posición de bloquear el flujo de alimentos, combustible y medicinas procedentes de Armenia a lo largo del corredor de Lachin, durante tres décadas la línea de vida de Karabaj a través de territorio hostil.

O’Brien cree que el bloqueo —que según Bakú era necesario para impedir el contrabando de armas— fue en realidad el inicio de un genocidio porque se aplicó con el objetivo de “infligir deliberadamente unas condiciones de vida diseñadas para provocar la destrucción física del grupo objetivo”.

El primer fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, se mostró de acuerdo con la argumentación de O’Brien, señalando que una sentencia de genocidio no exige matanzas masivas. “Para mí, es obviamente un genocidio”, dijo.

(Reuters)

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