Evergrande, el gigante inmobiliario chino al borde de la quiebra, detuvo este jueves la cotización de sus acciones en Hong Kong, después de que se reportara que su fundador y presidente, Hui Ka-yan, estaba bajo arresto domiciliario.
La empresa no dio ninguna explicación para la suspensión, que se produjo a las 09:00 hora local, según un breve comunicado. Otras dos filiales de Evergrande, una dedicada a la gestión inmobiliaria y otra a los vehículos eléctricos, también pararon la negociación de sus títulos en el mismo mercado.
Bloomberg citó a fuentes anónimas que afirmaron que Hui estaba “bajo vigilancia” en un lugar “designado” por las fuerzas del régimen chino, lo que implicaría que no podría salir del país ni reunirse con nadie sin permiso previo.
El portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo el miércoles en conferencia de prensa que “no estaba al tanto de la situación”, al ser consultado sobre la versión de Bloomberg.
Hui, de 65 años, llegó a ser el hombre más rico de China, con un particular gusto por las marcas de lujo y los yates.
Su patrimonio está calculado actualmente en 1.800 millones de dólares, desde 42.000 millones en 2017.
Las acciones de Evergrande se hundieron este jueves un 18,98 % en Hong Kong, aumentando las especulaciones sobre su posible liquidación.
La compañía, que solicitó la quiebra en EEUU en agosto y esta semana reconoció que no podía emitir nueva deuda, ha retrasado varias veces sus encuentros con los acreedores para aprobar su plan de reestructuración.
El gigante inmobiliario acumula unas pérdidas netas de más de 84.000 millones de dólares desde principios de año hasta junio, según sus cuentas publicadas este verano. Su pasivo total asciende a unos 326.869 millones de dólares.
La situación financiera de muchas inmobiliarias chinas se deterioró tras las restricciones impuestas por Beijing en agosto de 2020 al acceso a financiación bancaria de las promotoras con alto nivel de endeudamiento, como Evergrande, que basaron su crecimiento en políticas de apalancamiento agresivas.
Ante la crisis del sector, el régimen de Xi Jinping ha cambiado su tono y ha anunciado medidas de apoyo, incluyendo líneas de crédito multimillonarias de los bancos estatales a varias promotoras.
Impago
La rama inmobiliaria de la empresa incumplió esta semana el pago de una deuda clave, y el sitio financiero chino Caixin informó que antiguos ejecutivos de la firma fueron detenidos.
El sector inmobiliario y de la construcción ha sido un pilar del crecimiento de China -representa una cuarta parte del PIB- y ha vivido un fuerte auge en las últimas décadas.
Pero la masiva deuda contraída por sus principales empresas pasó a considerarse desde Beijing como un riesgo inaceptable para su economía.
La crisis de Evergrande agravó una desaceleración mayor en la economía china, que llevó el desempleo juvenil a niveles históricos.
El régimen de Xi Jinping estableció una meta de crecimiento de alrededor de 5% para este año, lo que sería uno de sus peores resultados en décadas, excluyendo el período de la pandemia.
A principios de este mes, las autoridades de la ciudad meridional de Shenzhen dijeron que habían detenido a varios empleados de esta firma y pidieron a la población que informara de casos de supuesto fraude.
Otra gran empresa inmobiliaria china, Country Garden, se encuentra al borde de la quiebra después de informar de pérdidas récord y una deuda de más de 150.000 millones de dólares.
(Con información de EFE y AFP)