El fundador y presidente del gigante inmobiliario chino Evergrande, Xu Jiayin, se encuentra bajo custodia policial desde hace semanas, según informó este miércoles la agencia de noticias Bloomberg.
Xu fue trasladado por las fuerzas del régimen de Xi Jinping a un lugar desconocido y está sometido a “vigilancia residencial”, una medida que no implica que haya sido formalmente arrestado o imputado por ningún delito, según el citado medio. No obstante, supone restricciones como la prohibición de abandonar el lugar o comunicarse con otros sin aprobación, en conformidad con la Ley de Procedimiento Penal de China.
Evergrande, el mayor promotor inmobiliario de China y uno de los más endeudados del mundo, atraviesa una grave crisis financiera que ha provocado el pánico entre sus acreedores e inversores y ha generado temores de un contagio global.
La empresa incumplió esta semana el pago de unos bonos internacionales por un valor de 83,5 millones de dólares y se enfrenta a otros vencimientos en los próximos días. Además, el medio financiero chino Caixin informó que varios de sus ex directivos fueron detenidos por las autoridades, lo que provocó el desplome de sus acciones y aumentó la presión sobre los planes de reestructuración.
“En vista de que Hengda Real Estate Group Co Ltd, una de las principales filiales de la empresa, está siendo investigada, el grupo no puede cumplir los requisitos para la emisión de nuevos bonos en las circunstancias actuales”, dijo la compañía mediante un comunicado.
En agosto, Hengda Real Estate indicó que estaba siendo investigada por el regulador de valores de China por sospechas de violación en la divulgación de información.
El pasado mes de marzo, la promotora china informó de un plan de reestructuración de su deuda ‘offshore’, que entonces ascendía aproximadamente a 140.284 millones de yuanes (17.702 millones de euros), que permitiría canjear la deuda por nuevos pagarés de la empresa con distintos vencimientos, entre otras medidas.
“La reestructuración propuesta aliviará la presión de endeudamiento en el extranjero de la compañía y facilitará los esfuerzos para reanudar las operaciones y resolver problemas en el país”, dijo entonces Evergrande.
El gigante inmobiliario ya estuvo bajo el foco en 2021 tras conocerse que al menos media docena de empleados amortizaron productos de gestión de patrimonios antes de las fechas previstas, aunque más tarde fueron amonestados y obligados a devolver los fondos.
El pasado 18 de agosto, la empresa solicitó la protección del Capítulo 15 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos con el objetivo de proteger los bienes de la compañía en ese país, mientras se gestionan los acuerdos de reestructuración de la empresa en Hong Kong y las Islas Caimán.
Evergrande estuvo 17 meses suspendida de cotización y regresó a Bolsa el pasado 28 de agosto, tras publicar sus cuentas atrasadas de los ejercicios 2021 y 2022, en los que la compañía registró pérdidas por un importe agregado de 581.211 millones de yuanes (73.369 millones de euros al cambio actual).
El gigante inmobiliario chino, acuciado por las dificultades para hacer frente a un pasivo estimado en unos 300.000 millones de dólares (275.665 millones de euros), incumplió el plazo autoimpuesto para dar a conocer a finales de 2022 su plan de reestructuración.
(Con información de AFP y Europa Press)