La Guardia Costera de Japón denunció la entrada de dos buques del régimen chino en aguas de las islas Senkaku (Diaoyu para China, Tiaoyutai para Taiwán), una zona en disputa entre los dos países, pero bajo control de Tokio.
Los dos barcos chinos estuvieron más de 25 horas en aguas territoriales de las Senkaku y luego partieron, ya este domingo, según recoge la cadena pública japonesa NHK.
La Guardia Costera nipona informó que los barcos chinos penetraron en sus aguas territoriales a las 11.00 horas del sábado al sur de la isla de Minami Kojima al parecer siguiendo a un pesquero japonés.
Finalmente partieron poco después de las 12.30 horas del domingo. La Guardia Costera japonesa les advirtió que no vuelvan a entrar en aguas niponas.
Se trata del 24º incidente de este tipo en lo que va de año y el primero desde el 15 de septiembre. Las islas están bajo control japonés desde el fin de la dominación estadounidense, tras la Segunda Guerra Mundial, pero tanto China como Taiwán reclaman su soberanía.
Por su parte, este domingo los guardacostas filipinos también acusaron a buques chinos de bloquear con una “barrera flotante” a pesqueros filipinos en aguas disputadas en el atolón de Scarborough (Bajo de Mansiloc), que se encuentra dentro del área económica exclusiva de Filipinas.
Un portavoz de los guardacostas filipino, Jay Tarriela, indicó en X (antes Twitter) que descubrieron la barrera flotante de unos 300 metros de largo instalada por buques chinos en el mar de China Meridional.
Tarriela denunció que la acción de los barcos chinos vulnera las leyes internacionales.
Filipinas ocupó el atolón de Scarborough en 2012 y bloqueó la entrada a los pesqueros chinos, pero relajó la prohibición cuando el ex presidente filipino Rodrigo Duterte inició un acercamiento a China en 2016.
Sin embargo, el nuevo presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., ha vuelto a acercarse diplomáticamente a Estados Unidos y ha elevado las críticas a Beijing por las reclamaciones soberanistas en el mar de China Meridional.
Las autoridades chinas reclaman el 90% del mar de China Meridional, incluida la totalidad de los archipiélagos Paracel y Spratly, una reivindicación que se solapa con las áreas económicas exclusivas de 200 millas de países como Filipinas, Vietnam y Malasia.
El régimen chino alega razones históricas, pero la Corte Permanente de Arbitraje afirmó en 2016 que los derechos históricos que alega Beijing en el mar de China Meridional no tienen base legal, una decisión vinculante que las autoridades chinas se han negado a acatar hasta hoy.
(Con información de Europa Press y EFE)