Una patrulla de policía fue atacada por manifestantes encapuchados vestidos de negro en París, lo que llevó a uno de los unifromados a blandir su arma contra la multitud. Tres policías resultaron heridos leves en el incidente.
Tres meses después de los disturbios en toda Francia, la tensión entre manifestantes y policía sigue escalando. Este sábado, durante una concentración contra la violencia policial en París convocada pro la izquierda, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías que viajaban en un vehículo, hiriendo a varios agentes, según la prefectura.
“La manifestación parisina ha vivido episodios de una violencia inaceptable contra las fuerzas del orden. Ya vemos en lo que desemboca el odio contra la policía”, denunció en las redes sociales el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
La violencia se desató cuando cientos de personas vestidas de negro y encapuchadas se separaron de la marcha principal de varios miles de personas en París. Rompieron los cristales de una sucursal bancaria y lanzaron objetos contra un coche de policía atascado en el tráfico, según detalló la agencia AFP.
Tres policías resultaron heridos en el incidente, dos de ellos con lesiones en el cuello, y tres personas fueron detenidas, según declaró el prefecto de París, Laurent Nuñez, a la cadena BFMTV. “Vamos a trabajar para intentar identificar a los autores de este atentado”, añadió.
El incidente tuvo lugar en el Boulevard de Clichy, en el norte de la capital. En algunas de las imágenes se puede ver a un coche de policía, bloqueado en la calzada, que es blanco de varios manifestantes “que llevan máscaras y barras de hierro”, según informó la jefatura de policía a Le Parisien.
Los manifestantes, reunidos en grupos de decenas, dieron patadas y lanzaron proyectiles contra el vehículo, cuyas luces intermitentes y alarma se activaron por la brutalidad del ataque, pero que no parecía poder avanzar.
El momento de mayor tensión
En medio de los incidentes uno de los policías de la patrulla atacada se bajó rápidamente, gritando “¡Muévete! Muévete”, sosteniendo firmemente una pistola a distancia. Al ver al agente, los atacantes se apartaron. Este gesto fue una “liberación administrativa del arma”, justificó más tarde Laurent Nuñez.
El coche de policía, que según las autoridades, tenía que gestionar la seguridad para la Copa del Mundo de Rugby, quedó atrapado un largo minuto minuto hasta que refuerzos policiales llegaron al lugar.
Una “intervención de los BRAV”, unidad de policías motoristas, “permitió detener la acción y poner a salvo a los policías que se encontraban en el vehículo”, indicó la Prefectura.