El embajador de Estados Unidos en Canadá, David Cohen, reveló detalles sobre la investigación que llevó a Canadá a acusar a India de haber estado detrás del asesinato de un líder sij en su país y por lo que, desde entonces, la relación entre los países se ha tensado al máximo.
Cohen dijo que esta teoría surgió de “la inteligencia compartida entre los socios de Five Eyes”, una red de intercambio de datos que incluye a Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
“Diré que se trata de información de inteligencia compartida. Hubo mucha comunicación entre Canadá y Estados Unidos al respecto y creo que hasta ahí puedo llegar”, confesó el diplomático en diálogo con la cadena local CTV News y evitó dar más detalles al respecto.
Durante meses, Five Eyes recopiló datos de inteligencia tanto humanos como electrónicos que, posteriormente, presentaron al primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Por su parte, el jueves, un funcionario local había comentado a la agencia The Associated Press que la acusación del mandatario se basó en la vigilancia de diplomáticos indios en el país.
Este lunes, luego de evaluar todo en profundidad, Trudeau apuntó contra la India en su presentación ante la Cámara Baja del Parlamento.
“Cualquier implicación de un gobierno extranjero en el asesinato de un canadiense en suelo canadiense es una inaceptable violación de nuestra soberanía”, dijo sobre el asesinato de Hardeep Singh Nijjar, el pasado junio en la localidad de Surrey, al oeste del país.
Entonces, el líder separatista sij, buscado por Canadá bajo acusaciones de terrorismo, murió a tiros en el estacionamiento de un templo.
Al tener elementos suficientes para creer que Nueva Delhi estuvo detrás de este episodio, Trudeau transmitió “su más profunda preocupación a los más altos funcionarios de seguridad del Gobierno indio” para que brinden explicaciones y procedió, a su vez, con la expulsión de un representante en el país.
A partir de estas declaraciones, que India consideró “absurdas” y rechazó desde el inicio, se desató una guerra diplomática que incluyó la salida de más funcionarios de ambos países, junto con la cancelación de visados y hasta pedidos de cautela a los viajeros.
En este contexto, Estados Unidos intercedió y pidió a Nueva Delhi que colabore en los esfuerzos de la investigación de Ottawa.
“Estamos profundamente preocupados por las acusaciones que ha planteado el primer ministro Trudeau. Sería importante que India trabajara con los canadienses en esta investigación. Queremos que se rindan cuentas”, declaró el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
A la par, la comunidad sij en Canadá pidió a las autoridades mantenerse firmes en su postura y no ceder para aliviar las tensiones.
“Nos alegramos de que India rinda cuentas”, comentó Harkirt Singh Dhadda, miembro del grupo, y sumó que aunque la expulsión del diplomático es una “señal”, “no es lo único que se espera”.
“Queremos una investigación completa que lleve ante la Justicia a las personas implicadas en este asesinato, incluidos los que apretaron el gatillo y los que tramaron el asesianto. Esperamos que se pueda dar un paso más y conseguir individuos concretos”, concluyó.
(Con información de AP, Reuters y AFP)