El ministro armenio de Asuntos Exteriores pidió el sábado ante las Naciones Unidas el envío “inmediato” de una “misión” de la ONU a Nagorno Karabaj para evaluar y controlar la situación sobre el terreno. “La comunidad internacional debería hacer todos los esfuerzos posibles para el despliegue inmediato de una misión interinstitucional de la ONU en Nagorno Karabaj con el objetivo de vigilar y evaluar los derechos humanos y la situación humanitaria y de seguridad sobre el terreno”, afirmó Ararat Mirzoyan, reiterando acusaciones de " limpieza étnica” en la región separatista.
En su discurso de este sábado ante la Asamblea, Mirzoayán insistió en que existe un riesgo de “genocidio” en Nagorno Karabaj, territorio separatista de Azerbaiyán poblado por armenios, y pidió la retirada de los militares azerbaiyanos de todos los edificios públicos del enclave.
Los 120.000 habitantes de Nagorno Karabaj han padecido una grave escasez de alimentos y medicinas desde finales del año pasado, cuando comenzó el bloqueo en la carretera que conecta la región con Armenia. Mejorar el suministro de comida y atender otras necesidades básicas será clave para estabilizar la región, que está dentro del territorio de Azerbaiyán pero bajo el control de fuerzas de etnia armenia desde 1994.
Azerbaiyán lanzó el martes un intenso ataque sobre posiciones armenias en lo que calificó de “operación antiterrorista” y exigió a los armenios que entregasen las armas, así como el desmantelamiento del gobierno separatista. Un día más tarde, las autoridades de Nagorno Karabaj accedieron a sus demandas, pero las conversaciones acerca de la reintegración de la región en Azerbaiyán no hab arrojado resultados definitivos.
Sin embargo, muchos desconfían de Azerbaiyán y temen represalias.
Nagorno Karabaj quedó en manos de fuerzas de etnia armenia, respaldadas por el ejército de Armenia, tras una guerra separatista que terminó en 1994. Las tropas armenias se hicieron también con el control de una parte importante del territorio que rodea la región.
Azerbaiyán recuperó el control de esas zonas próximas durante una guerra de seis semanas contra Armenia en 2020. El conflicto terminó con un armisticio mediado por Rusia, y un contingente de 2.000 soldados de paz de Moscú vigilan la situación en la región desde entonces.
El ministro armenio de Exteriores, Ararat Mirzoyan, dijo ante la ONU que la ofensiva de Azerbaiyán de esta semana atacó infraestructura crítica como estaciones eléctricas, cables de telefonía y equipos de internet, y dejó más de 200 muertos y 400 heridos, incluyendo mujeres y niños. Más de 10.000 personas huyeron de sus casas para escapar de la ofensiva, agregó.
Los servicios de electricidad y telefonía estaba inutilizados, lo que impedía contactar con la población, “y las tropas azerbaiyanas controlan las principales carreteras en Nagorno Karabaj, lo que hace imposible visitar al zona y obtener información sobre el terreno”, indicó el ministro.
Profunda preocupación
Una delegación del Congreso estadounidense viajó a Armenia para mostrar su apoyo al asediado primer ministro Nikol Pashinyan e inspeccionar el bloqueo de la región.
El Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo al Primer Ministro armenio, Nikol Pashinyan, que Washington tenía una “profunda preocupación” por los armenios étnicos de allí, en una llamada telefónica el sábado, dijo un portavoz.