Las relaciones entre Polonia y Ucrania se mantuvieron tensas los últimos días luego de que Volodimir Zelensky emitiera unas declaraciones que ofendieron al pueblo de Varsovia.
En un intento por evitar una escalada en los cruces, el presidente polaco, Andrzej Duda, aseguró que estas cuestiones no afectarán de forma significativa la buena relación entre los países.
“No tengo ninguna duda de que la disputa sobre el suministro de grano de Ucrania al mercado polaco es sólo un fragmento de todas las relaciones polaco-ucranianas. No creo que pueda tener un impacto significativo en ellas así que tenemos que resolver este asunto entre nosotros”, dijo este viernes el mandatario ante empresarios.
Los roces comenzaron la última semana cuando Varsovia decidió ampliar la prohibición sobre las importaciones de los granos de Kiev, lo que complica el escenario del país golpeado por la guerra.
Junto con Polonia mantienen restricciones Eslovaquia y Hungría, todas surgidas como respuesta a la decisión de la Comisión Europea de no ampliar la prohibición a sus importaciones. La Unión Europea, que también había impuesto esta medida en mayo, la dejó expirar luego de que Kiev prometiera reforzar los controles.
Según explicaron los Ejecutivos de estas naciones, los productos agrícolas ucranianos baratos -destinados principalmente al tránsito hacia el oeste y los puertos- son vendidos localmente y ello perjudica a los agricultores del lugar.
Tras la decisión, Zelensky se pronunció en la Asamblea General de las Naciones Unidas y dijo que mientras su país está luchando por preservar las rutas terrestres para los envíos de granos, el “teatro político” montado en torno a las importaciones de cereales ganó terreno y ayudó a Moscú.
Estos dichos fueron los que, precisamente, desataron la furia del mandatario polaco que, inclusive, llegó a declarar que no enviaría nuevo armamento a las tropas de Kiev. Desde este jueves, el país “ya no entregará armas” y “sólo llevará a cabo las entregas de munición y armamento previamente acordadas” mientras inicia su propio proceso de rearmado.
Si bien Duda intentó llevar calma, el primer ministro Mateusz Morawiecki, se mantuvo intransigente frente a lo que él consideró que fueron dichos ofensivos y lanzó una advertencia a su homólogo.
“Quiero decirle al presidente Zelensky que nunca vuelva a insultar a los polacos como lo hizo recientemente durante su discurso en la ONU. Los polacos nunca lo permitirán. Defender el buen nombre polaco es mi deber y mi honor, la tarea más importante del Gobierno de Polonia”, sostuvo.
Muchos señalaron esta postura como contradictoria, algo que el ministro de Relaciones Exteriores de Varsovia, Zbigniew Rau, rechazó en un artículo del medio Político.
“No hay absolutamente ninguna contradicción aquí”, comenzó escribiendo y explicó: “Apoyar a Ucrania contra la invasión de Rusia y proteger a nuestros ciudadanos y salvaguardarlos de la competencia económica desleal: ambas cosas sirven simultáneamente a los intereses de Polonia”.
En ese sentido insistió en que su país quiere ver “un Estado ucraniano fuerte emerger de esta guerra, con una economía vibrante” y, por tanto, “seguirá apoyando sus esfuerzos por unirse a la OTAN y a la Unión Europea”.
Con información de Reuters y Europa Press