El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del Ejército de Sudán, advirtió este jueves por la situación en el país y dijo que el conflicto bélico podría expandirse por toda la región.
Frente a los líderes de la ONU, reunidos en la Asamblea General en Nueva York, explicó que “esto es como la chispa de la guerra”, una guerra que de no frenarse “se extenderá a otros países de la región”.
Este “efecto contagioso” -propio de las características de los enfrentamientos- tendrá un impacto en “la paz y la seguridad a nivel regional e internacional” y podría, inclusive “ser lo que incendie la región”.
Es por ello que pidió a la comunidad internacional ahondar en sus esfuerzos por hacer frente a su oponente paramilitar, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FRS), que, por su parte, buscan el apoyo de “grupos terroristas” -como el Grupo Wagner- que las provee de “mercenarios de distintos lugares del mundo”.
“Las injerencias regionales e internacionales para apoyar a estos grupos están muy claras a estas alturas”, sentenció sobre los manejos y vínculos de las tropas a cargo del general Mohamed Hamdan Dagalo.
En su alocución, Al-Burhan cargó nuevamente contra este grupo que, desde abril, mantiene al país inmerso en “una guerra destructiva” en la que han cometido “los crímenes más despreciables”, y que ya se cobró la vida de unas 7.500 personas y ha obligado a otras cinco millones a huir de sus hogares.
“Han asesinado, han saqueado, han robado y violado, y se han incautado hogares (...) Han intentado destruir la historia del pueblo sudanés”, lamentó en su discurso y denunció a los paramilitares de hasta haber “liberado a prisioneros y detenidos, incluidos algunos buscados por la Justicia internacional”.
A continuación, el mandatario sudanés pidió a sus homólogos allí presentes que declaren a las Fuerzas de Apoyo Rápido un grupo terrorista al que “hay que combatir con armas”.
A pesar de sus denuncias este jueves, el Jefe del Ejército recordó que tanto él como su gabinete mantiene abiertos los canales de diálogo y negociación ya que considera que la vía diplomática es la mejor manera de poner fin a este conflicto. Inclusive, se remitió a su participación en reuniones impulsadas por Estados Unidos y Egipto, como países mediadores.
“Ofrecemos una rama de olivo para acabar con el sufrimiento del pueblo sudanés” a pesar de que las RSF “se nieguen” a apostar por la vía pacífica, concluyó.
Los enfrentamientos en Sudán, que inicialmente implicaron cruces entre el Ejército y los paramilitares, se ha convertido ahora en una guerra que afecta gravemente a la población civil.
El conflicto estalló el pasado 15 de abril tras el intento fallido de integrar al Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Desde entonces, los combates solo se han recrudecido y las ciudades de todo el país se han vuelto cada vez más inhabitables.
Este domingo, la capital Jartum quedó envuelta en llamas con numerosos edificios emblemáticos calcinados y afectados tras ser alcanzados por explosiones y ataques de artillería varias que incluyeron aviones de guerra y drones, entre otros.
(Con información de AFP y Europa Press)