Tensión sobre el el mar de Barents: un caza ruso interceptó un avión de patrulla de Estados Unidos

El Ministerio de Defensa ruso informó que la Fuerza Aérea desplegó un MiG-31 para evitar la violación de la frontera

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Un avión de combate ruso
Un avión de combate ruso MiG-31 interceptó un caza norteamericano (REUTERS/Maxim Shemetov)

Un caza ruso MiG-31 interceptó este lunes sobre el mar de Barents un avión de patrulla Poseidon P-8A, de Estados Unidos, que se acercaba a la frontera estatal de Rusia, según informó el Ministerio de Defensa ruso.

“El 18 de septiembre los medios rusos de control del espacio aéreo detectaron un objeto aéreo sobre el mar de Barents que se acercaba a la frontera estatal de la Federación Rusa”, señaló en un comunicado la institución castrense.

Defensa explicó que, con el fin de identificar el objeto y evitar la violación de la frontera rusa, “se envió un caza MiG-31 de las fuerzas de defensa aérea de la Flota del Mar del Norte”.

La tripulación del caza ruso identificó el objeto como un avión de patrulla de la base Poseidon P-8A de la Armada de Estados Unidos.

El avión se dio la vuelta sin violar la frontera rusa, señaló el Ministerio de Defensa, que aseguró que el vuelo del caza ruso se realizó “en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales”.

Este tipo de incidente que involucra aviones rusos y de países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se ha incrementado en los últimos meses sobre el mar Negro, así como en el mar Báltico, en el marco del conflicto en Ucrania.

Los aliados generalmente despliegan cazas y otros aviones en el Báltico sobre aquellos Estados que hacen frontera con Rusia e interceptan aeronaves militares y civiles que no respetan las normas internacionales de vuelo.

El Ministerio de Defensa ruso
El Ministerio de Defensa ruso denunció la presencia de un un avión de patrulla Poseidon P-8A sobre el mar de Barents

Rusia es “la mayor amenaza para la paz y la seguridad en el espacio euroatlántico”, según la declaración formal emitida por el Gobierno alemán, que meses atrás aprobó su nueva estrategia de seguridad nacional.

“Ni Alemania ni la OTAN buscan la oposición o la confrontación con Rusia. Sin embargo en la alianza estamos siempre dispuestos y capaces de defender nuestra soberanía y libertad y la de nuestros aliados”, se afirma en el documento.

Pese a su firme apoyo a Ucrania frente a Rusia, los países de la OTAN se han negado hasta ahora a proporcionar modernos aviones de combate. No obstante, el Reino Unido y Estados Unidos ayudan a Ucrania a entrenar a pilotos como parte de su apoyo.

El Ministerio de Defensa de Rusia informó la semana pasada que un avión de combate modelo Su-24 se estrelló el martes por la tarde en la ciudad de Volgogrado, ubicada en el suroeste del país euroasiático, durante un vuelo de entrenamiento.

De acuerdo con un comunicado de la cartera de Defensa rusa en Telegram, el caza volaba sin carga de municiones y con dos tripulantes a bordo. Las autoridades enviaron equipos de búsqueda y rescate hasta la zona del suceso.

El año pasado se registraron más de 10 accidentes de aviones entre aviones de guerra rusos que no estaban participando en combate. Los expertos militares han señalado que, a medida que el número de vuelos militares rusos aumentaba considerablemente durante la invasión a Ucrania, también lo hacían los accidentes.

(Con información de EFE)

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