Autoridades armenias en Nagorno-Karabaj denunciaron que el ataque de Azerbaiyán dejó dos civiles muertos

Las fuerzas de Azerbaiyán abrieron fuego el martes contra posiciones armenias en la región de Nagorno-Karabaj en lo que llamaron una “operación antiterrorista”, y funcionarios de etnia armenia informaron que al menos dos civiles murieron y 23 resultaron heridos en medio de artillería pesada en los alrededores de la capital de la región.

Las autoridades de Azerbaiyán también acusaron a las fuerzas armenias de matar a un civil, lo que elevaría a tres el número de víctimas no militares en las hostilidades del martes.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán anunció el inicio de la operación horas después que cuatro soldados y dos civiles murieran en explosiones de minas terrestres en la región de Nagorno-Karabaj. Los informes plantearon preocupaciones de que se pudiera reanudar una guerra a gran escala en la región entre Azerbaiyán y Armenia, que lucharon intensamente durante seis semanas en 2020.

El ministerio no dio detalles de inmediato, pero dijo que las posiciones de primera línea y los activos militares de las fuerzas armadas de Armenia estaban siendo “incapacitados usando armas de alta precisión” y que sólo se atacaron objetivos militares legítimos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia, sin embargo, negó que armas o tropas del país estuvieran presentes en Nagorno-Karabaj y calificó “todos los rumores” sobre sabotaje y colocación de minas terrestres en la región como “mentiras e inventadas”.

Funcionarios de etnia armenia en Nagorno-Karabaj dijeron en un comunicado que la capital de la región, Stepanakert, y otras aldeas estaban “bajo intenso bombardeo”.

El defensor de derechos humanos de Nagorno-Karabaj, Geghan Stepanyan, dijo que dos personas murieron en el tiroteo, incluido un niño, y 23 resultaron heridas. Según Stepanyan, al menos ocho de los heridos también son niños.

La Fiscalía General de Azerbaiyán dijo el martes que las fuerzas armenias dispararon contra Shusha, una conocida ciudad de Nagorno-Karabaj bajo control de Azerbaiyán, con armas de gran calibre y, como resultado, un civil murió allí.

Aunque Azerbaiyán dijo que la operación se limitaba a objetivos militares, el Ministerio de Defensa dijo que se habían creado “corredores humanitarios” para “la evacuación de la población de la zona de peligro”.

Thomas de Waal, miembro del grupo de expertos Carnegie Europe, dijo que la operación militar puede ser parte de un plan del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, para lograr que los armenios étnicos abandonen el área.

“Tal vez lo que estamos viendo, y repito, es muy pronto para decirlo, es una especie de acción militar limitada que intentará obligar a miles de armenios a huir a Armenia. Y entonces Aliyev podrá lograr su objetivo de apoderarse de Karabaj sin tanto derramamiento de sangre”, dijo de Waal a The Associated Press.

El martes temprano, Azerbaiyán dijo que seis personas murieron en dos explosiones separadas en la región que está en parte bajo control de fuerzas étnicas armenias.

Un comunicado del Ministerio del Interior, el servicio de seguridad estatal y el fiscal general de Azerbaiyán dijeron que dos empleados del departamento de carreteras perdieron la vida antes del amanecer cuando su vehículo fue volado por una mina y que un camión lleno de soldados que respondían al incidente chocó contra otra mina, matando a cuatro.

Nagorno-Karabaj y importantes territorios circundantes estaban bajo control étnico armenio desde el fin de una guerra separatista en 1994, pero Azerbaiyán recuperó los territorios y partes del propio Nagorno-Karabaj en una guerra de seis semanas en 2020. Esa guerra terminó con un armisticio que colocó un contingente ruso de mantenimiento de la paz en Nagorno-Karabaj.

Sin embargo, Azerbaiyán alega que Armenia ha contrabandeado armas desde entonces. Las reclamaciones provocaron un bloqueo de la carretera que conecta Nagorno-Karabaj con Armenia, provocando una grave escasez de alimentos y medicinas en la región.

Los envíos de harina y suministros médicos de la Cruz Roja llegaron a Nagorno-Karabaj el lunes, pero los funcionarios locales dijeron que las conexiones por carretera a la región no estaban completamente abiertas.

Las hostilidades se producen en medio de altas tensiones entre Armenia y su antiguo aliado Rusia. Armenia se ha quejado repetidamente de que la fuerza de paz rusa de 2.000 efectivos no pudo o no quiso mantener abierto el camino a Armenia a pesar de que ese deber estaba estipulado en el acuerdo que puso fin a la guerra de 2020.

Armenia también enfureció a Rusia, que mantiene una base militar en el país, al realizar ejercicios militares con Estados Unidos este mes y avanzar hacia la ratificación de la Convención de Roma que creó la Corte Penal Internacional, que acusó al presidente ruso Vladimir Putin.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, negó el martes las afirmaciones de que Rusia fue informada con antelación de la intención de Azerbaiyán de montar la operación, diciendo que las fuerzas de paz fueron notificadas sólo “unos minutos” antes de que comenzara.

El analista de Waal dijo que la fuerza rusa de mantenimiento de la paz “ha perdido probablemente a sus mejores oficiales en la guerra en Ucrania”, pero que “esta ruptura en las relaciones entre Armenia y Rusia es un factor aquí”.

“Creo que anima a Azerbaiyán a ser más audaz y hace que los rusos sean más ambiguos y menos dispuestos a intervenir. Y, ya sabes, es muy posible que los rusos quieran utilizar una crisis para instigar un cambio de régimen en Armenia”, dijo.

(con información de AP)