Más del 10% de los japoneses tiene más de 80 años, una tasa nunca antes alcanzada, según los datos publicados por el gobierno del país, que lucha contra el envejecimiento de su población.
Las autoridades publicaron la cifra el domingo en vísperas de un día festivo en Japón dedicado a las “personas ancianas”, de más de 65 años.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, un 29,1% de los japoneses supera los 65 años, lo que supone un ligero aumento respecto al año anterior (29%). De esa cifra, en torno al 56,6% son mujeres (20,51 millones ó un 32,1% de la población femenina de todo el país), mientras que 15,72 millones de varones superan los 65 años en ese momento, un 26% de la población masculina del archipiélago.
“Japón tiene la mayor tasa de personas ancianas del mundo”, por delante de Italia (24,5%) y Finlandia (23,6%), dijo el Ministerio del Interior.
Además, de los 124 millones de habitantes de Japón, 20 millones se sitúan por encima de los 75 años (16,1%) y 12,59 millones superan los 80 (10,1%).
El país asiático ha vuelto asimismo a pulverizar su récord de centenarios, que se estiman en unos 92.139, de los que el 88,5% son mujeres, según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social. La persona más anciana de Japón es una mujer, Fusa Tatsumi, de 116 años y residente en la prefectura de Osaka (oeste).
Cuando estos datos empezaron a recopilarse en 1963 había 153 personas centenarias en Japón. En 1981 superó el millar y en 1998 los 10.000, un aumento de la longevidad que los expertos atribuyen principalmente al desarrollo de tecnologías y tratamientos médicos.
La proyección es que en 2040 un 34,8% de la población nipona tenga más de 65 años.
La fuerza laboral envejece
Desde hace décadas, la población de Japón se contrae y envejece debido a que los jóvenes tienen hijos cada vez más tarde, en parte por la precariedad y las dificultades económicas.
Una de las consecuencias de este cambio demográfico es que la población trabaja hasta edades más avanzadas. Así, más de 9 millones de personas con más de 65 años (un cuarto de la población en esta franja de edad) siguen trabajando, lo que supone un 13,6% de la población activa.
Según estimaciones gubernamentales, un 50,8% de las personas con edades comprendidas entre los 65 y los 69 años continúan trabajando, así como un 33,5% de aquellos que tienen entre 70 y 74 años.
El envejecimiento laboral es especialmente patente en el sector agrícola japonés, en el que el 52,5 % de los trabajadores ha cumplido ya los 65 años.
(Con información de AFP y EFE)