La Unión Europea (UE) pidió este domingo al régimen de Irán que “reconsidere sin demora” el veto que impuso este sábado a varios inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y mostró su preocupación por el “severo impacto” que tendrá en la capacidad de esa institución para vigilar el pacto nuclear con Teherán.
El director general de la OIEA, Rafael Grossi, anunció el sábado que el Gobierno iraní le comunicó la decisión de retirar la designación a varios especialistas encargados de realizar actividades de verificación en Irán en virtud del Acuerdo de Salvaguardias (controles) del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP).
En un comunicado emitido este domingo, la UE aseguró que está “muy preocupada” tras ese anuncio y “especialmente” por el “severo impacto que tendrá está decisión en la capacidad de la agencia para llevar a cabo sus labores de verificación”, especialmente sobre el pacto nuclear firmado con Irán en 2015.
Ese pacto, que suscribieron Estados Unidos, China, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia e Irán, bajo la coordinación de la UE, está en entredicho desde que el ex presidente estadounidense Donald Trump se retirara de él en 2018.
Desde entonces, el régimen de Irán incrementó su producción de uranio enriquecido y llegó a niveles cercanos al necesario para la construcción de bombas atómicas.
Teherán defendió defendió el sábado su veto a los inspectores del OIEA y acusó a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania de “politizarlo”.
“A pesar de las interacciones positivas, constructivas y continúas de Irán con el OIEA, los tres países europeos y Estados Unidos abusaron de la Junta de Gobernadores de la agencia por sus propios objetivos políticos”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani.
Kanani indicó que el objetivo de Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos es “dañar la atmósfera de cooperación entre Irán y la agencia”, para la que pidió “neutralidad”, según recogen medios iraníes.
El régimen de Irán respondió así a una declaración conjunta emitida el pasado día 13 en Viena, en la que más de 60 países le exigieron explicaciones sobre el origen y la evolución de trazas radiactivas halladas en dos instalaciones declaradas como no nucleares por las autoridades iraníes.
Grossi condenó “enérgicamente” el veto de Teherán a los inspectores de la agencia, y advirtió de que la “desproporcionada” medida afectará negativamente de forma “grave” los necesarios controles del programa nuclear iraní.
Con su decisión, Irán “ha eliminado de hecho aproximadamente un tercio del grupo básico” de los inspectores más experimentados del OIEA designados para este país.
Además, esos expertos se encuentran entre “los más experimentados del organismo, con conocimientos únicos en tecnología de enriquecimiento (de uranio)”, resaltó el director general.
Si bien recordó que formalmente el Acuerdo de Salvaguardias permite a Teherán vetar a determinados inspectores, el diplomático argentino denunció que la medida “ha sido ejercida de una manera que afecta de forma directa y grave a la capacidad del OIEA para llevar a cabo eficazmente sus inspecciones en Irán”.
“Esta decisión profundamente lamentable es otro paso de Irán en la dirección equivocada y constituye un golpe innecesario a una relación ya tensa” entre el OIEA -la agencia nuclear de la ONU- y el país persa.
Insistió en que sin una cooperación eficaz, “la confianza seguirá siendo difícil de alcanzar” y el organismo con sede en Viena que dirige “no estará en condiciones de cumplir eficazmente su mandato de verificación en Irán”.
Por lo tanto, no podrá “proporcionar garantías creíbles” de que el material y las actividades nucleares de la República Islámica persiguen fines pacíficos.
Con información de EFE