El Director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) rechazó un acercamiento y posible acuerdo nuclear entre Rusia y Corea del Norte, enfocado en el comercio de tecnología armamentística de este tipo.
Rafael Grossi sostuvo en una entrevista con la agencia de noticias Yonhap que no se puede avalar que un estado poseedor de armas, como lo es Rusia, “participe en el comercio o la transferencia de cualquier tecnología de armas nucleares a un país de facto fuera del Tratado de No Proliferación”.
Cabe resaltar que Moscú sí es firmante de este acuerdo y, por tanto, debe cumplir con sus obligaciones. Asimismo, es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, algo que, a pesar de su vínculo con Pyongyang, Grossi espera que “siga siendo así”.
“No puedo concebir que países se comprometan en el comercio o intercambio con otros que tienen una relación tan problemática como lo es la República Popular Democrática de Corea”, insistió.
Este miércoles, el líder norcoreano Kim Jong-un salió por primera vez de su país desde que se desató la pandemia del coronavirus en 2020 y visitó a su aliado ruso, Vladimir Putin, en el centro espacial de Vostochny.
Esta cumbre tuvo lugar en un momento en el que las naciones buscan estrechar sus lazos militares y armamentísticos, algo que podría beneficiarlos en una serie de aspectos. Por un lado, les permitiría hacer frente a la alianza de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón mientras que, por el otro, sería clave para Moscú en la guerra en Ucrania y para Pyongyang, en su desarrollo armamentístico.
“Un viejo amigo es mejor que dos nuevos”, declaró entonces el líder del Kremlin mientras que su homólogo aseguró querer construir relaciones “estables y duraderas” con Rusia. “Necesitamos intensificar aún más la cooperación estratégica y táctica para garantizar la seguridad, garantizar una paz duradera tanto en la región como en todo el mundo”, agregó.
En ese sentido, durante su visita a Rusia, Kim inspeccionó bombarderos con capacidad nuclear, misiles hipersónicos y un buque de guerra. También, aprovechó para conversar con expertos locales que participan en la fabricación de estas naves y que podrían ayudarlo a mejorar el alcance, la fiabilidad y la flexibilidad de su sistema de lanzamiento de armas nucleares.
En definitiva, el acercamiento y cooperación entre estos países podría alterar no sólo el desarrollo del conflicto bélico en Kiev sino, también, el equilibrio nuclear en Asia.
Es por ello que Grossi sostuvo que el viaje de esta semana debería ser utilizado como un puntapié para que Moscú “ayude” a Corea del Norte a comprometerse con el OIEA y fomente la creación de “vías de confianza”, que han sido cortadas.
El director del organismo se refirió también a la reciente reapertura parcial de la frontera de Corea del Norte, que estuvo cerrada por más de tres años. Al respecto, Grossi dijo que aún no se han entablado conversaciones con el régimen para negociar la entrada de inspectores nucleares al país, que fueron expulsados en 2009.
Desde entonces, el OIEA ha recopilado pruebas de “elementos muy preocupantes” en el complejo nuclear de Punggye-ri, por lo que la agencia sigue los acontecimientos con “enorme interés” y ante lo cual urge la inspección de los expertos en el sitio.
“Lo que tenemos es un programa que está completamente fuera de cualquier control de supervisión, cualquier interacción con cualquier autoridad de supervisión independiente o experiencia en seguridad nuclear”, explicó.
“Estamos disponibles, estamos comprometidos y queremos, por supuesto, que Corea del Norte se comprometa con nosotros”, concluyó.
(Con información de Europa Press)