Cómo fue que TikTok se convirtió en un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos

Dependiendo de a quién se pregunte, la plataforma de vídeos cortos TikTok es un escaparate de bailes tontos y tutoriales de maquillaje o una sofisticada amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Dado que TikTok es propiedad de una empresa china, ByteDance, y dado que China exige a sus empresas que compartan con el gobierno cualquier dato relacionado con la seguridad nacional que se les solicite, la popularidad de TikTok entre los estadounidenses tiene implicaciones que van más allá de la pantalla del teléfono móvil. Esto se suma a la preocupación de padres, educadores y expertos en salud mental sobre si el contenido de TikTok y su naturaleza adictiva no son saludables para las mentes jóvenes.

Todas las plataformas de redes sociales recopilan datos de los usuarios. Pero TikTok se considera la más avanzada, e increíblemente eficaz, a la hora de conocer tus intereses, basándose en el tiempo que permaneces en un vídeo y en si te gusta, lo reenvías o lo comentas. Esto permite a su algoritmo ofrecer más elementos de interés en lo que denomina el feed “Para ti”. El flujo resultante de contenido diverso pero personalizado puede ser tan embriagador que es difícil dejar de desplazarse. Dos tercios de los adolescentes estadounidenses utilizan TikTok todos los días, según una encuesta del Pew Research Center de 2022, y el 16% afirma estar en la plataforma casi constantemente.

Las preocupaciones de seguridad nacional implican escenarios hipotéticos aunque no inverosímiles en los que el gobierno de China emplea su influencia sobre ByteDance para convertir TikTok en un instrumento de daño contra los intereses estadounidenses, a través de canales como:

-Recopilación de datos: Además de lo que parece interesarte, TikTok se entera de la dirección IP de tu ordenador y, si se lo permites, de tu ubicación exacta y de quién está en tu lista de contactos. Los detractores de TikTok afirman que esa información podría utilizarse para elaborar perfiles de determinados estadounidenses y someterlos a chantaje.

-Espionaje. Una orden ejecutiva de 2020 del entonces presidente Donald Trump abordó la posibilidad de que China pudiera usar los datos de TikTok para “rastrear la ubicación de empleados federales y contratistas” y para “llevar a cabo espionaje corporativo.”

-Operaciones de influencia. A los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos les preocupa que TikTok pueda tratar de moldear la opinión pública estadounidense suprimiendo o promoviendo estratégicamente determinados vídeos. Un funcionario calificó la aplicación de “caballo de Troya” a través del cual China podría manipular el pensamiento estadounidense.

En diciembre, los directores ejecutivos de ByteDance y TikTok admitieron que empleados de ByteDance habían accedido indebidamente a las direcciones IP de usuarios estadounidenses, incluidos periodistas que escribían artículos críticos sobre la empresa. El Departamento de Justicia estaba investigando si eso equivalía a una vigilancia indebida de los estadounidenses.

“Permítanme afirmar esto inequívocamente: ByteDance no es un agente de China ni de ningún otro país”, declaró en marzo el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, ante un panel del Congreso estadounidense que investigaba a la empresa. TikTok señala que Chew tiene su sede en Singapur, el director de operaciones de la empresa en EEUU y su responsable mundial de confianza y seguridad en Irlanda. Según Chew, TikTok no plantea mayores riesgos que las aplicaciones estadounidenses para compartir vídeos, como Instagram y YouTube. En un intento por calmar las preocupaciones, TikTok dijo que los datos sensibles de los usuarios estadounidenses se estaban trasladando a servidores controlados por Oracle, con sede en Austin (Texas), y que el código fuente de TikTok se pondría a disposición de terceros para su revisión. Esta iniciativa, denominada Proyecto Texas, estaba en marcha en mayo. No parecía que fuera a hacer cambiar de opinión a Washington.

Como la mayoría de las plataformas, TikTok admite usuarios de tan solo 13 años. Preocupa cuánto tiempo pasan los jóvenes viendo vídeos y si el contenido mina su autoestima, por ejemplo, deformando su sentido de la imagen corporal. Qustodio, fabricante de software de control parental, analizó 400.000 cuentas familiares para TechCrunch y descubrió que los adolescentes y niños estadounidenses pasaban una media de 99 minutos al día en TikTok en 2021, frente a 61 minutos en YouTube. En 2023, un organismo regulador de la UE impuso a la empresa una multa de 345 millones de euros (368 millones de dólares) por supuestas deficiencias en el cuidado de los datos personales de los niños. (La empresa dijo que no estaba de acuerdo con la decisión, que se tomó en virtud del Reglamento General de Protección de Datos del bloque, GDPR). Además, algunas tendencias virales de TikTok han resultado peligrosas. Una particularmente notoria, llamada el desafío del apagón, se relacionó con la muerte de al menos 20 niños menores de 15 años en un lapso de 18 meses.

Por motivos de seguridad nacional, India prohibió en 2020 el uso de TikTok y otras decenas de aplicaciones desarrolladas por empresas chinas. Estados Unidos ha prohibido la descarga o el uso de TikTok en dispositivos del gobierno federal; Reino Unido, Canadá, Bélgica y Taiwán han promulgado prohibiciones similares. Un estado de EE.UU., Montana, llegó a promulgar una ley que prohíbe la descarga de TikTok por el público en general a partir de 2024; TikTok impugnó rápidamente la ley por motivos de libertad de expresión. Una orden ejecutiva de Trump de 2020 habría prohibido efectivamente TikTok en Estados Unidos, pero se estancó en los tribunales. La administración del presidente Joe Biden ha presionado para que TikTok se independice de ByteDance o se enfrente a una prohibición estadounidense.

No hay precedentes directos de prohibición de una tecnología de consumo libre en EEUU. Es más bien algo que ocurriría en China, que prohíbe Facebook desde 2009. Si la prohibición en EEUU sobreviviera a los desafíos legales, el gobierno podría tratar de obligar a los operadores de tiendas de aplicaciones a eliminar TikTok de su menú de ofertas. Eso supondría un obstáculo para que la gente se convirtiera en nueva usuaria de TikTok. Más difícil sería encontrar la forma de impedir que los usuarios actuales sigan accediendo al servicio.

(Bloomberg)