Las imágenes de satélite de una base militar al sureste de Minsk, la capital de Bielorrusia, parecen mostrar el desmantelamiento de tiendas de campaña en las últimas semanas, lo que puede indicar el cierre de la base del grupo mercenario Wagner, la compañía mercenaria rusa que el pasado mes de junio se rebeló contra el Kremlin.
El 23 de agosto, el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, y sus principales asesores murieron cuando un jet privado que utilizaba se estrelló en circunstancias hasta ahora inexplicables, dejando en duda el destino de sus mercenarios.
Las imágenes de la base militar Tsel en la región de Mogilev, tomadas el 25 de julio, 25 de agosto y 9 de septiembre y proporcionadas por la compañía de imágenes de la Tierra Planet Labs, parecen mostrar el desmantelamiento gradual de las tiendas de campaña en el campamento.
La agencia Reuters, sin embargo, no pudo verificar la naturaleza de los cambios en el campo.
El proyecto bielorruso Gayun, que se dedica a monitorear la actividad militar en territorio bielorruso, informó días atrás que más de la mitad del campamento erigido en el país para acoger a los mercenarios del Grupo Wagner tras la rebelión ha sido desmontado.
“Según nuestros datos, antes de que comenzaran a desmontar el campamento este contaba con 292 tiendas de campaña (incluidas las de servicio) y para hoy han sido retiradas más de 160, es decir el 55%”, señaló Gayun en su canal de Telegram, en el que publicó fotografías aéreas del recinto.
Según este proyecto de investigación, a finales de junio, fuentes próximas a la administración de la región bielorrusa de Moguiliov, donde se habilitó el campamento de Wagner, indicaron que este fue diseñado para recibir a entre 8.000 y 10.000 personas.
La conclusión de Gayun es que la reducción del campamento obedece a que llegaron muchos menos mercenarios de los que se esperaban o a que han sido reubicados en unidades militares.
El traslado de los mercenarios a Bielorrusia fue parte del acuerdo que permitió poner fin in extremis a la sublevación del Grupo Wagner, cuando, dirigidos por su ya fallecido líder, Yevgueni Prigozhin, marchaban contra Moscú.
El acuerdo, que contó con la mediación del dictador bielorruso, Alexandr Lukashenko, incluyó la retirada de todos los cargos contra los sublevados.
En tanto, Lukashenko viajó este jueves a Rusia, donde se reunirá mañana con el líder ruso, Vladimir Putin, para conversar de asuntos regionales e internacionales, informó la agencia estatal BELTA.
Ambos líderes también abordarán “tareas conjuntas” en los ámbitos económico y el trabajo realizado por Moscú y Minsk para sustituir las exportaciones occidentales.
Según BELTA, las negociaciones estaban programadas con antelación “de acuerdo con la agenda de reuniones de ambos líderes”.
Se trata del quinto viaje a Rusia de Lukashenko en lo que va de año y el segundo después de la fallida rebelión del Grupo Wagner, en virtud de la cual el jefe de la empresa paramilitar, Yevgueni Prigozhin, fallecido en una catástrofe aérea en agosto, tenía que refugiarse en Bielorrusia.
La víspera, el Parlamento Europeo pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) emitir una orden de detención contra Lukashenko al acusarlo formalmente de connivencia con el líder ruso Putin por su guerra en Ucrania.
(Con información de Reuters y EFE)