El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que, por el momento, Rusia se mantiene al margen de medidas extremas en respuesta a las turbulencias económicas, en un intento de transmitir un mensaje de tranquilidad después de que la fuerte depreciación del rublo pusiera de manifiesto la vulnerabilidad de su país a las sacudidas financieras derivadas de la guerra en Ucrania.
En su intervención en un foro de inversión el martes antes de su cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un, Putin dijo que Rusia puede hacer frente a la situación sin recurrir a controles de capital más estrictos o la incautación de activos privados. Mientras Putin hablaba, el rublo recortó su avance frente al dólar, pero sigue en camino a su tercer día consecutivo de ganancias.
A pesar del breve desplome del rublo el mes pasado y de la volatilidad que le siguió, las oscilaciones de la moneda son “manejables”, dijo Putin en la sesión inaugural del foro económico anual en la ciudad portuaria rusa de Vladivostok, en el Pacífico. Al mismo tiempo, los exportadores se han visto “limitados” a la hora de traer sus ingresos del extranjero, dijo, lo que ha reducido la oferta de divisas.
A la pregunta de si el Estado podría hacerse con el control de activos privados, Putin descartó la “desprivatización”, al tiempo que advirtió de que los fiscales están “trabajando activamente en determinadas áreas, con determinadas empresas” en lo que, según dijo, no equivale a una nacionalización.
Este año, Rusia se apoderó de operaciones locales de varios holdings internacionales, entre ellos la francesa Danone y la danesa Carlsberg. El mes pasado, los fiscales rusos también pusieron en el punto de mira al multimillonario Andrey Melnichenko, uno de los hombres más ricos de Rusia, con una demanda relacionada a la venta de un activo energético hace cinco años.
La resistencia de la economía a las sanciones internacionales por la invasión está ocultando una acumulación de presiones derivadas de la escasez récord de mano de obra, el deterioro del comercio y la volatilidad del tipo de cambio.
Mientras tanto, la campaña del Kremlin para aumentar el reclutamiento militar amenaza con obstaculizar la recuperación económica al reducir la mano de obra.
En su discurso del martes, Putin no dijo directamente si es posible otra llamada a las filas pero elogió a quienes llamó “hombres de verdad” que se ofrecen como voluntarios para unirse a la lucha. Rusia alistó a 270.000 personas en los últimos seis o siete meses, que se sumaron a las 300.000 movilizadas anteriormente, dijo.
“La gente se alista conscientemente en el servicio militar en las condiciones actuales, conscientes de que al final acabarán en el frente”, agregó. La llegada de armamento occidental a Ucrania, como los cazas F-16, sólo prolongaría el conflicto sin cambiar el equilibrio en el campo de batalla, afirmó.
A pesar de la creciente dependencia de Rusia del comercio con Asia, el evento de Vladivostok de este año ha llegado a reflejar el aislamiento del país, con el vicepresidente de Laos como invitado más destacado durante una sesión plenaria con Putin. El viceprimer ministro chino Zhang Guoqing también asiste al foro y se reunió con el Presidente el martes.
Putin afirmó que la cooperación de Rusia con China ha alcanzado “niveles sin precedentes” y espera que el comercio bilateral alcance los 200.000 millones de dólares este año.
La tendencia a liquidar los intercambios comerciales en divisas distintas del dólar y el euro también ha reducido el flujo de divisas fuertes hacia Rusia, justo cuando el valor de los ingresos procedentes de las exportaciones energéticas se desplomó durante la recuperación de las importaciones.
Rusia se ha mostrado dividida sobre la cuestión de los controles de capital aunque está sometida a menos presiones para recurrir a las restricciones de la circulación de dinero gracias a que el rublo muestra signos de estabilización, tras la que ha sido la tercera mayor depreciación de los mercados emergentes este año.
“Tenemos que llegar de alguna manera a un acuerdo con las empresas: tienen que entender y partir del hecho de que es más seguro trabajar aquí”, dijo Putin. “No hay que hacer nada drástico”.
El tono conciliador de Putin sobre la economía se extendió a otras cuestiones ya que se comprometió a no subir los impuestos a las empresas y dijo que quienes huyeron de Rusia son bienvenidos de vuelta y no deben temer ningún castigo.
Refiriéndose a los comentarios antibelicistas de empresarios como el fundador de Yandex, Arkady Volozh, Putin dijo que las condenas eran un intento de salvaguardar sus activos en el extranjero. Putin calificó a Volozh, que recientemente denunció la invasión de Rusia como una barbarie, de empresario “dotado” y le deseó buena salud.
Al mismo tiempo, Putin dejó claro que su cortejo a las empresas tiene límites, advirtiendo a organismos como la fiscalía y el máximo órgano de investigación que “seguirán vigilando de cerca lo que ocurre, también en el ámbito económico, para garantizar que todo el mundo cumple las leyes rusas”.
“Nadie será acosado, pero todo el mundo debe cumplir las leyes de Rusia”, sostuvo.
Anteriormente, Putin había exigido medidas para controlar la salida de capitales de Rusia y reducir la volatilidad de los mercados financieros, advirtiendo de la amenaza de la subida de precios tras la caída del rublo.
Cuando el rublo se vio sometido a una intensa presión vendedora en agosto, el Banco Central anunció que se abstendría de comprar divisas extranjeras durante el resto del año y, a continuación, subió drásticamente los tipos de interés en una reunión de emergencia.
Putin dijo que el Banco Central “se vio obligado” a decretar la fuerte subida de tipos ante los riesgos para la inflación. “Creo que hizo lo correcto, en el momento oportuno”, afirmó.
(© 2023, Bloomberg)