Kim Jong-un llegó este martes a Rusia para reunirse con Vladimir Putin, un encuentro que probablemente se centre en el deseo de Moscú de adquirir municiones para reabastecer sus agotadas reservas por la guerra en Ucrania.
La reunión también pondrá de relieve una creciente cooperación bilateral en momentos en que los dos aislados gobernantes se encuentran enfrascados en distintas confrontaciones con Estados Unidos. A cambio de abastecer municiones, Corea del Norte posiblemente querría cargamentos de alimentos y productos energéticos, así como transferencia de tecnología armamentística avanzada.
La entrevista con Putin sería el primer encuentro de Kim con un mandatario extranjero desde que Corea del Norte cerró sus fronteras en enero de 2020. Se reunieron por primera vez en abril de 2019, dos meses después de que las negociaciones diplomáticas en materia nuclear entre Kim y el entonces presidente estadounidense Donald Trump se vinieron abajo.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, viajó a Pyongyang en julio pasado y le pidió a Kim que enviara más municiones a Rusia, según funcionarios estadounidenses. Shoigu señaló que Moscú y Pyongyang sopesan la posibilidad de llevar a cabo maniobras militares conjuntas por primera vez.
Se desconoce qué tan lejos irá la cooperación militar entre Kim y Putin, pero cualquier indicio de un acercamiento en las relaciones generará preocupación en rivales como Estados Unidos y Corea del Sur. Rusia busca frenar una contraofensiva ucraniana y prolongar la guerra, mientras que Corea del Norte está extendiendo una serie sin precedentes de lanzamientos de prueba de misiles en protesta por las medidas de Estados Unidos para reforzar sus alianzas militares con Corea del Sur y Japón.
A continuación, un vistazo a lo que podría significar el viaje de Kim a Rusia:
¿QUÉ QUIERE RUSIA DE COREA DEL NORTE?
Desde el año pasado, funcionarios estadounidenses han sospechado que Corea del Norte está abasteciendo a Rusia con proyectiles de artillería, cohetes y otras municiones, muchas de las cuales son seguramente copias de municiones de la era soviética.
“Rusia tiene una necesidad urgente (de suministros de guerra). De lo contrario, ¿por qué el ministro de Defensa de una poderosa nación en guerra iría a un país pequeño como Corea del Norte?”, se preguntó Kim Taewoo, exdirector del Instituto de Corea para la Unificación Nacional, con sede en Seúl. Dijo que Shoigu fue el primer ministro de Defensa de Rusia en visitar Corea del Norte desde la desintegración de la Unión Soviética en 1991.
Comprar municiones de Corea del Norte sería una violación a las resoluciones de las Naciones Unidas —respaldadas por Rusia— que prohíben todo el comercio de armas con la nación asiática. Pero ahora que enfrenta sanciones internacionales y controles a sus exportaciones debido a la guerra en Ucrania, el Kremlin ha estado buscando obtener armas de otras naciones sancionadas, como Corea del Norte e Irán.
Corea del Norte tiene una enorme reserva de municiones, pero Du Hyeogn Cha, analista del Instituto Asan para Estudios Políticos con sede en Seúl, expresó sus dudas de que pueda enviar rápidamente a Rusia cantidades significativas debido a que la estrecha conexión terrestre entre ambos países sólo puede manejar una cantidad limitada de tránsito ferroviario.
¿QUÉ QUIERE KIM A CAMBIO?
Las prioridades de Kim serían cargamentos de ayuda, prestigio y tecnología militar, según los expertos.
“Sería un acuerdo de ‘ganancia-ganancia’ para los dos, pues Putin se encuentra arrinconado debido al agotamiento de su inventario de armas, mientras que Kim enfrenta la presión de la cooperación trilateral entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón”, estimó Nam Sung-wook, ex director del Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional, un grupo de expertos dirigido por la agencia de espionaje de Corea del Sur. “En este momento las necesidades de ambos encajan a la perfección”.
Los cierres fronterizos a causa de la pandemia de COVID-19 han dejado a Corea del Norte en graves dificultades económicas, y es probable que Kim procure obtener suministros de productos alimenticios o energéticos para atender la escasez.
Es posible que Kim también pregone el acercamiento en las relaciones con Moscú como una señal de que el país está saliendo de años de aislamiento. Históricamente, los dirigentes norcoreanos han valorado las reuniones presenciales con gobernantes mundiales como una muestra de importancia internacional y para propósitos propagandísticos a nivel local.
Probablemente Kim también esté buscando obtener tecnología rusa para respaldar sus planes de construir sistemas armamentísticos de alta tecnología como potentes misiles de largo alcance, armas balísticas hipersónicas, submarinos nucleares y satélites espía, destacó Hong Min, analista del Instituto de Corea para la Unificación Nacional.
No está claro si Rusia estaría dispuesta a entregarle a Corea del Norte tecnologías avanzadas relacionadas con armas nucleares y misiles balísticos intercontinentales, declaró Cha. Moscú siempre ha sido muy receloso de sus tecnologías armamentísticas más importantes, incluso cuando se trata de aliados clave como China, puntualizó.
¿QUÉ TANTO PODRÍAN ACERCARSE AMBOS PAÍSES?
Shoigu dijo a la prensa que Rusia y Corea del Norte sopesan la posibilidad de realizar un ejercicio militar conjunto. Previamente, la agencia de espionaje de Corea del Sur informó a legisladores que aparentemente Shoigu había propuesto un ejercicio de entrenamiento trilateral que incluyera a China.
De cualquier forma, serían las primeras maniobras militares conjuntas para Corea del Norte desde el final de la Guerra de Corea. El país ha evitado entrenar con un ejército extranjero en apego a su filosofía oficial de “juche” (autosuficiencia).
Kim Taewoo, el exdirector del instituto, dijo que expandir la cooperación en materia de seguridad entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón podría llevar a Kim Jong-un a dejar de lado ese tabú y llevar a cabo ejercicios con Rusia y China por primera vez.
Pero Nam, quien ahora es profesor en la Universidad de Corea, dijo que es poco probable que Pyongyang acepte la oferta, pues podría hacer que Corea del Norte sea aún más dependiente de China y Rusia.
Park Won Gon, profesor en la Universidad de Mujeres Ewha, en Seúl, dijo que es muy pronto para pronosticar cuáles podrían ser los resultados de las gestiones diplomáticas de Kim, más allá de ser una muestra de desafío a Estados Unidos.
“En cualquier caso, Corea del Norte y Rusia necesitan demostrar que están trabajando juntos, que están intensificando su cooperación”, declaró Park. “Claramente existen áreas prácticas de cooperación, y también ciertos aspectos simbólicos que quieren mostrar a Estados Unidos”.
(Con información de AP)