Los soldados rusos tienen que comprar sus propias radios y teléfonos en combate, pero resultan inútiles: los sistemas son incompatibles

Un grupo de mercenarios y varias unidades del ejército también expresaron problemas con las capacidades de contrabatería, las evacuaciones de heridos y la recuperación de los muertos

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Un solado ucraniano sobre un vehículo militar ruso destruido en el pueblo de Novodarivka (Europa Press/Contacto/Dmytro Smolienko)
Un solado ucraniano sobre un vehículo militar ruso destruido en el pueblo de Novodarivka (Europa Press/Contacto/Dmytro Smolienko)

Los soldados rusos se están viendo forzados a comprar sus propios dispositivos de comunicaciones ante la escasez de equipos en el frente, pero los sistemas son incompatibles y están resultando inútiles, según un informe de un grupo de expertos.

Según el think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), el grupo de mercenarios rusos neonazis Rusich se quejó en Telegram de la grave escasez de material en el campo de batalla.

“El Grupo Rusich también señaló que muchos efectivos rusos compran su propia tecnología de comunicación, lo que dificulta la comunicación entre las distintas unidades que utilizan diferentes modelos de tecnología”, según el informe.

En las últimas semanas, los Rusich han criticado públicamente al Kremlin y hasta llegaron a dejar las armas en protesta por la negativa de Moscú de hacer más para evitar la detención y extradición de uno de sus líderes. El boicot provocó la reconquista de Robotyne por parte de Ucrania.

El informe del ISW no aclaró qué tipo de tecnología de comunicaciones compraban las tropas rusas, pero desde hace tiempo se viene informando que los soldados rusos carecen del equipo necesario para comunicarse eficazmente, por lo que utilizan teléfonos móviles o sus propios sistemas de radio.

Según el ISW, los rusos también se quejaron de que su contrabatería, o capacidad para identificar y derribar rápidamente posiciones de artillería, es inferior a la de Ucrania.

Añadió que su sistema de lanzamiento múltiple de cohetes Tornado-S es inferior a los misiles de largo alcance HIMARS proporcionados por Estados Unidos a Ucrania, según el ISW.

Fuerzas militares estadounidenses disparan un cohete del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) durante un ejercicio (REUTERS/Romeo Ranoco/Foto de archivo)
Fuerzas militares estadounidenses disparan un cohete del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) durante un ejercicio (REUTERS/Romeo Ranoco/Foto de archivo)

Esto se debe, según el ISW, a que es más fácil impedir que alcancen sus objetivos mediante dispositivos de guerra electrónica que alteran sus sistemas de navegación.

También se quejó de que los heridos y muertos no fueran recuperados del campo de batalla, según el ISW.

El Grupo Rusich afirmó que las fuerzas rusas no evacuan a los heridos o muertos de las zonas de primera línea, y que esta falta de evacuaciones ha provocado que parte del personal ruso se niegue a completar las tareas de combate”, se lee en el informe.

El ISW agregó que tales problemas parecían ser generalizados y que ha “observado rutinariamente a otras unidades rusas expresar problemas similares con las capacidades de contrabatería, las comunicaciones y las evacuaciones”.

Militares ucranianos revisan el cuerpo de un soldado ruso muerto, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en el pueblo de Blahodatne (REUTERS/Oleksandr Ratushniak/archivo)
Militares ucranianos revisan el cuerpo de un soldado ruso muerto, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en el pueblo de Blahodatne (REUTERS/Oleksandr Ratushniak/archivo)

Desde el comienzo de la invasión, las tropas rusas experimentan problemas de comunicaciones. Los soldados rusos incluso han recurrido al uso de teléfonos móviles para comunicarse, lo que en algunos casos ha permitido a Ucrania identificar su ubicación y atacarlos.

En enero, las fuerzas ucranianas pudieron identificar una concentración de fuerzas rusas en Makiivka, al este de Ucrania, y mataron a 89 en un ataque con misiles que el Kremlin atribuyó al uso de teléfonos móviles por parte de las tropas.

El problema ha persistido a pesar de la prohibición impuesta el año pasado a las fuerzas rusas de utilizar teléfonos móviles en el frente.

El problema incluso fue admitido por el presidente ruso Vladimir Putin durante un discurso en junio.

“En el transcurso de la operación militar especial, quedó claro que faltaban muchas cosas”, declaró. “Munición de alta precisión, equipos de comunicaciones, drones, etc... Los tenemos, pero por desgracia no son suficientes”.

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