Mientras Xi Jinping pedía “más esfuerzo” al Ejército chino, surgió un nuevo misterio en su gabinete: ¿dónde está el ministro de Defensa?

Li Shangfu no ha sido visto desde fines de agosto y los rumores señalan que podría correr la misma suerte que el ex responsable de Relaciones Exteriores, Qin Gang

Guardar
Li Shangfu salutes (AP Photo/Vincent Thian)
Li Shangfu salutes (AP Photo/Vincent Thian)

El ministro de Defensa chino, Li Shangfu, lleva más de 10 días sin aparecer en un acto público, lo que desató múltiples especulaciones sobre su paradero y su futuro, teniendo en cuenta otros casos en los que una ausencia notable en el régimen de Xi Jinping fue seguida de un despido o una condena.

Su última aparición pública fue el 29 de agosto, cuando pronunció un discurso de apertura en el III Foro de Paz y Seguridad China-África en Pekín.

La alineación del gabinete del presidente Xi se parece ahora a la novela de Agatha Christie Y entonces no hubo ninguno. Primero desaparece el ministro de Asuntos Exteriores Qin Gang, luego los comandantes de la Fuerza de Cohetes, y ahora el ministro de Defensa Li Shangfu”, indicó en redes sociales Rahm Emanuel, embajador de Estados Unidos en Japón. También, ironizó comparando las bajas en el gabinete con la falta de trabajo para los jóvenes, que alcanzó cifras récord en los últimos meses. “¿Quién va a ganar esta carrera por el desempleo? ¿La juventud china o el gabinete de Xi?”, se preguntó el diplomático.

Las especulaciones aumentan ante recientes mensajes de Xi, quien partició de una inspección del ejército en el noreste del país sin la presencia del ministro del sector. En su discurso del viernes, instó a realizar esfuerzos para reforzar la educación y la gestión de las tropas. ¿Donde estaba su interlocutor más pertinente?

En julio, el ejército chino inició una investigación sobre casos de corrupción relacionados con la adquisición de material que se remontan a más de cinco años, desde octubre de 2017. El período en cuestión no parece aleatorio. Si bien no hay detalles públicos que lo involucren en algún caso escandaloso, Li dirigió el departamento de equipamiento desde septiembre de 2017 hasta 2022.

Una de las últimas apariciones de Li Shangfu en público: reunión con su par ruso, Sergei Shoigu, en Moscú, el 15 de agosto (Russian Defence Ministry/Handout via REUTERS)
Una de las últimas apariciones de Li Shangfu en público: reunión con su par ruso, Sergei Shoigu, en Moscú, el 15 de agosto (Russian Defence Ministry/Handout via REUTERS)

Una salida por la puerta falsa no sería una novedad en China. El sistema de súbita degradación se está convirtiendo en una recurrente metodología de la China de Xi. Estas purgas rescatan cierta analogía nostálgica con las de Mao. Ahora, los señalados por el régimen de Beijing desaparecen un tiempo antes de retornar a la vida pública o ser sentenciados por corrupción o ser milagrosamente “recuperados”.

Sin dudas, los casos más emblemáticos fueron los del ex jefe de Interpol Meng Hongwei, y los más recientes como el del ex presidente Hu Jintao y el del ahora ex ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang.

“Aunque en algunos casos parece que han utilizado la corrupción como arma política contra rivales, y en otros casos, realmente habíia comportamiento no aceptable, parece que el elemento común es que en la China de Xi Jinping y su politburó, igual que en los días de Mao, no hay cupo para libertad de pensamiento ni disidencia y que Xi maneja un esfuerzo amplio y sofisticado de despojarse de sus rivales de un forma u otra”, dijo a Infobae Robert Evan Ellis, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos.

Li Shangfu (Reuters)
Li Shangfu (Reuters)

En octubre de 2018, Grace Meng denunció ante las autoridades de Lyon, Francia -ciudad sede de Interpol- que su marido había desaparecido. Meng permaneció fuera del radar público durante varias semanas hasta que Beijing reconoció que estaba bajo su custodia. Dos años después fue condenado a 13 años de cárcel por corrupción. El Tribunal Popular Intermedio de Tianjin dio por seguro que entre 2005 y 2017 el ex director del organismo internacional había utilizado su poder como viceministro de Seguridad Pública y jefe de la Guardia Costera para beneficio propio. Sobornos, básicamente. Para evitar una sentencia mayor, Meng reconoció todo. Sólo le faltó flagelarse en público.

Hu Jintao, ex presidente chino, también padeció el brutal celo de Xi Jinping. En el último Congreso Nacional del Partido Comunista de octubre pasado, Hu fue sacado del plató por la fuerza. La humillación fue notoria y marcaba el fin de una era y el comienzo definitivo de otra. A sus 79 años, el antiguo líder comenzó un retiro más profundo del que venía experimentando. La escena pública ya no volverá a mostrarlo. La oscuridad más profunda le espera hasta su muerte. Nadie sabe cuál fue su pecado.

Pero el caso que llamó la atención en los últimos meses es el del ahora ex ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang. Fugaz ministro que estuvo un mes sin que se conozca su paradero hasta que finalmente se informó que sería reemplazado por su antiguo jefe, casualmente al que sustituyó, Wang Yi.

Qin Gang, cesado ministro (via Reuters)
Qin Gang, cesado ministro (via Reuters)

Todavía no hay cargos en su contra, pero será imposible que su estrella vuelva a brillar. Hasta sus fotos fueron borradas de la web oficial del ministerio popular. Su nombre tampoco figura entre los “ex” ministros. Cuando el régimen quiere hacer desaparecer a alguien también busca que no queden rastros de su historia.

Leland Lazarus, director asociado del Instituto Jack Gordon de la Universidad Internacional de Florida y experto en China, dio una explicación a Infobae: “El hecho de que un alto funcionario como Qin Gang, o un multimillonario como Jack Ma puedan desaparecer por semanas sin ninguna explicación es un síntoma de la ‘caja negra’ de opacidad que caracteriza el Partido Comunista Chino. Especialmente en el caso de Qin Gang, quien ascendió rapidísimo por el escalafón y su súbita caída demuestra que nadie está seguro bajo el poder de Xi Jinping”.

Guardar