Catorce hermanos, entre ellos un bebé de pocos meses, fueron rescatados en Australia de la que se describió como una “casa de los horrores”, ya que sus padres los sometían a malos tratos, tortura y encierro forzoso.
Los jóvenes fueron rescatados de de su casa, en los suburbios de Sydney, después que dos de las hermanas mayores grabaron en secreto los maltratos de sus padres y enviaron un mensaje a su escuela pidiendo ayuda.
Las víctimas, chicos y chicas, tenían entre siete meses y 19 años. Tras ser rescatados, los hermanos dijeron a las autoridades que sus padres les daban de comer “comida para perro”, les pegaban y nunca los dejaban salir de casa. No podían ir al colegio, usar teléfonos ni computadoras, leer libros ni conectarse a Internet.
Según la policía, tenían cuerpos desnutridos y llevaban ropa mal ajustada y sucia.
Según los medios australianos, sólo a los dos mayores se les permitía salir de casa, aunque únicamente para asistir a funciones religiosas, mientras que el más pequeño sólo había ido a un parque cerca de la casa.
Los testimonios de las víctimas
“No nos dejaban hablar sin permiso. Sin amigos, sin acceso a Internet. Sin ropa, sin trabajo, sin vida, sin estudio”, declaró una de las hermanas al Daily Telegraph de Australia.
A las hermanas mayores se les asignaban los hermanos menores a los que cuidar cada día, así como tareas domésticas y estudios diarios del Corán.
La madre de los chicos, que se convirtió al islam de adulta, informaba a su marido del “mal” comportamiento de los hijos cuando éste regresaba a casa. Basándose en el relato de la madre, el padre castigaba a los niños “malos” con palizas.
Una de las hijas afirmó que su padre le compró un gato para torturarlo delante de ella como castigo.
“Era algo que me afectaba mucho. Me encantaban los gatos, así que les pegaba y luego me hacía pasear los gatos muertos por ahí”, contó al medio australiano.
Otra hermana dijo que sus padres abusaban emocionalmente de ella y que siempre buscaba su aprobación. La adolescente dijo que intentaba por todos los medios hacer feliz a su padre para que “dejara de hacer cosas malas”.
La denuncia
Las hermanas mayores decidieron hacer algo cuando vieron que su hermano pequeño tenía problemas de salud mental debido a los maltratos.
Utilizando sus iPads en secreto, las hermanas recopilaron información de Internet sobre abusos y agresiones a menores y sobre lo que era legalmente aceptable que hicieran los padres.
También tomaron fotos de los supuestos abusos, en particular de los azotes a sus hermanos pequeños.
Cuando uno de los niños fue agredido, una de las hermanas mayores envió un correo electrónico a la escuela solicitando un control de bienestar.
La hermana mayor dijo que estaba asustada, pero se sintió aliviada cuando la policía llegó a la casa.
“Hacer una declaración a la policía fue probablemente la mejor parte... Sé que suena extraño decir que hacer declaraciones a la policía fue algo divertido. Pero lo fue”, dijo una de las chicas.
La vida después del rescate
Un par de meses después de ser rescatados, todos los hermanos empezaron a ir al colegio con normalidad. Los chicos tuvieron que aprender cosas básicas como comprar alimentos y manejar dinero.
Las hermanas mayores cuidan de sus 12 hermanos pequeños, hacen las tareas domésticas, los llevan al colegio y se aseguran de que vayan al médico.
La Comisaria de Policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, declaró: “Las chicas saben que han asumido una gran responsabilidad, pero estaban dispuestas a aceptar el reto si eso significaba mantener unida a su familia”.
La madre y el padre de los niños están a la espera de juicio.