La OTAN comenzó este sábado un amplio ejercicio naval en el mar Báltico, en medio de las crecientes tensiones con Rusia, que mantiene su ofensiva sobre Ucrania.
En estas maniobras, que durarán dos semanas, participan unos 30 navíos y submarinos, hasta 19 aviones y distintas unidades terrestres, con más de 3.200 soldados en total, de 14 países distintos.
El ejercicio “Northern Coasts 23″ está liderado por Alemania y cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Francia, Italia, Finlandia, Estonia, Dinamarca, Canadá, Bélgica, Lituania, Letonia, Países Bajos, Polonia y Suecia.
Todos estos países destinarán sus recursos para, por primera vez, entrenar “en un escenario realista, en el marco de la defensa de la OTAN”, comentó el almirante de la armada alemana, Stephan Haisch.
Puntualmente, las tareas se centrarán en la defensa portuaria y los ataques anfibios de objetivos en tierra con la meta de optimizar la cooperación entre las fuerzas navales, terrestres y aéreas implicadas.
Los entrenamientos serán en las aguas costeras de Estonia y Letonia -y espacios asociados- y en la parte central y oriental del mar Báltico. Ambos países formaron parte de la ahora extinta Unión Soviética y comparten frontera con Rusia, que también realiza ejercicios en estas aguas.
En ese sentido, el portavoz de la Alianza, Dylan White, explicó que siete de los miembros se encuentran en torno a este mar y, por tanto se trata de un área de “crucial importancia” para la OTAN. Asimismo, recordó que una vez concedida la luz verde por parte de Turquía, Suecia se sumará a esta lista.
“La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha alterado radicalmente la situación de seguridad en el mar Báltico y la OTAN ha aumentado sustancialmente su presencia defensiva en la región en el mar, en la tierra y en el aire”, dijo y subrayó: “Ejercicios como estos envían un mensaje claro de que la OTAN está dispuesta a defender cada centímetro del territorio aliado”.
Algunos meses atrás, el Kremlin lanzó una provocación sobre estas aguas y desplegó tres de sus aviones caza cerca del espacio aéreo del bloque.
Según indicó la Real Fuerza Aérea Británica (RAF), que intervino en la defensa, se trató de un avión Il-20 -con capacidades de ataque a tierra- y otros dos aviones de combate, Su-27.
“Los aviones rusos no se adhirieron a los estándares internacionales y no establecieron una conexión de interacción con la región de información de vuelo correspondiente”, denunció entonces la armada británica.
Asimismo, recordaron que, días antes, ya habían notificado de un incidente similar en el que colaboró la Fuerza Aérea de Suecia.
Por su parte, Rusia también realizó este año sus maniobras de entrenamiento en la región. A principios de agosto, el Kremlin dio inicio a sus ejercicios de “Escudo Marino 2023″, el más intenso del año, que contó con el despliegue de 50 buques, decenas de aviones y 6.000 efectivos.
Según precisó la cartera de Defensa, se realizaron “más de 200 ejercicios, que incluyen el uso de armamento” y prácticas de protección de las rutas marítimas, transporte de tropas y carga militar, y la defensa de la costa.
Previo al inicio de la guerra en Ucrania, estas maniobras estaban centradas en la práctica de bloqueos de ataques piratas, terroristas y de traficantes, o para participar en misiones internacionales.
(Con información de AFP y EFE)