El Servicio de Inteligencia de Ucrania señaló que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, hará “todo lo posible” para mantener bajo su control la península de Crimea, ubicada en el sur de Ucrania y anexionada por Rusia en 2014.
De acuerdo con el jefe adjunto del Servicio de Inteligencia de Ucrania, Vadim Skibitski, las autoridades ucranianas están avanzando en sus planes por recuperar la península, a pesar del temor que esto genera en las principales potencias occidentales.
Para Skibitski, la península de Crimea es la clave del proyecto de “poder regional” de Rusia en Ucrania, donde hace prácticamente un año se anexionó las regiones de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhzhia, según informó la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
“Están haciendo todo lo posible por preservar los territorios que ocupan: la región de Jersón, la región de Zaporizhzhia, así como preservar Crimea”, ha manifestado un Skibitski que ha acusado a Moscú de “restaurar las antiguas instalaciones militares” de la Unión Soviética en aquellos territorios anexionados.
“Crimea les ayuda a controlar totalmente la región del mar Negro y a transferir fuerzas al Mediterráneo. Su presencia en Siria y en los países africanos está respaldada por su presencia en el mar Negro y sus instalaciones”, manifestó.
En este sentido, más allá de la presencia rusa en terceros países, Skibitski dijo es desde Crimea de donde Rusia “apoya a sus unidades en las regiones de Kherson y Zaporizhzhia”. “Es a través de Crimea por donde pasan todas sus rutas de suministro”, dijo.
Las autoridades de Ucrania han manifestado en repetidas ocasiones su aspiración por recuperar el control sobre Crimea, apuntando incluso que la guerra solo acabará cuando se restablezcan las fronteras de 1991, que incluye la región del Donbás y la península de Crimea.
Más de 400.000 soldados rusos desplegados en los territorios ocupados
Kiev estima que Rusia ha desplegado más de 400.000 soldados en las zonas que controla en el este y el sur de Ucrania, según declaró Skibitski.
“La Federación Rusa ha concentrado más de 420.000 militares en nuestros territorios temporalmente ocupados, incluida Crimea”, dijo Skibitski en una conferencia en Kiev. La cifra “no incluye a la Guardia Nacional rusa y otras unidades especiales que mantienen autoridades de ocupación en nuestros territorios”, añadió.
Skibitski también dijo que Rusia lleva un mes lanzando activamente ataques desde Crimea.
“Los drones desplegados en Crimea se utilizan contra nuestros puertos de Izmail y Reni”, que se han utilizado como centro alternativo de exportaciones, en particular desde la expiración de un acuerdo que protege las exportaciones en el Mar Negro.
Ucrania lanzó una contraofensiva en el este y el sur en junio, pero se ha topado con la feroz resistencia de las atrincheradas fuerzas rusas.
Las tropas de Kiev también se enfrentan a nuevos asaltos en los alrededores de Kharkiv (noreste), en zonas liberadas el año pasado.
“Los rusos quieren vengarse” en la región de Kharkiv, declaró la viceministra de Defensa, Ganna Malyar.
Dijo que las tropas rusas estaban intentando dispersar a las fuerzas ucranianas en el este: “Para que no podamos centralizarlas en torno a Bakhmut, donde estamos avanzando con éxito”. Y reconoció que “el enemigo es fuerte, tiene más gente y armamento”.
Solo la semana pasada, agregó, el ejército de Moscú disparó “cerca de 400.000 obuses” contra las posiciones ucranianas en el frente oriental, mientras las fuerzas de Kiev pueden emplear “ocho veces menos” municiones, puntualizó.
Acelerar la contraofensiva con armas de mayor alcance
“Si no estamos en el cielo y Rusia sí, detienen nuestra contraofensiva”, enfatizó el presidente Zelensky, quien el sábado se reunió en Kiev con el ministro japonés de Exteriores, Yoshimasa Hayashi, con el que acordó iniciar negociaciones sobre garantías de seguridad bilaterales.
Ucrania lleva meses pidiendo a EEUU el envío de misiles tácticos de largo alcance ATACMS, con un alcance máximo de 300 kilómetros, pero hasta ahora se ha mostrado reticente por temor a que ese país pueda utilizarlos contra territorio en el interior de Rusia con la consiguiente represalia impredecible del Kremlin.
El Reino Unido sí ha enviado misiles Storm Shadow, capaces de volar más de 250 kilómetros, y Francia ha prometido en julio mandar también cohetes de largo alcance.
(Con información de Europa Press)