Los equipos de rescate intentaban desesperadamente localizar el sábado a los sobrevivientes de un fuerte terremoto en el centro de Marruecos, mientras el número de muertos superaba los 2.000 y los equipos de búsqueda internacionales esperaban a que las autoridades locales dieran luz verde para desplegarse.
Las dramáticas cifra spor el terremoto en Marruecos volvieron a elevarse. En total y de forma provisional hay al menos 2.012 víctimas fatales del siso.
Las autoridades, además, confirmaron más de 2.000 heridos, cientos de ellos de extrema gravedad.
Mientras, sigue la desesperada búsqueda de sobrevivientes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se solidarizó con Marruecos tras el grave el terremoto del viernes por la noche que ha dejado más de un millar de fallecidos en el país, y aseguró que la organización está “lista para asistir” a su Gobierno.
En un breve comunicado de su portavoz publicado en la madrugada, Guterres se declaró “profundamente entristecido” y envió condolencias al Gobierno y la población marroquíes por la catástrofe, que según el último recuento alcanza más de 1.000 muertos y 1.200 heridos.
“Naciones Unidas está lista para asistir al Gobierno de Marruecos en sus esfuerzos para asistir a a la población impactada”, agregó.
Mandatarios y Gobiernos de diferentes partes del mundo han ofrecido ayuda a Marruecos tras el terremoto de magnitud 7, que sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech a las 23.11 hora local (22.11 GMT del sábado), a 8 kilómetros de profundidad, según las autoridades.
El gran terremoto que sacudió Marruecos durante la noche causó más de 1.300 muertos y al menos otros 1.800 heridos, muchos de ellos en estado crítico, según informó el sábado el Ministerio del Interior.
Se ha confirmado la muerte de 1.305 personas, mientras que 1.832 han resultado heridas, de las cuales 1.220 se encuentran en estado crítico, según un comunicado del ministerio.
La Torre Eiffel se apagará esta noche en solidaridad con las víctimas del grave terremoto ocurrido en Marruecos, que deja ya algo más de un millar de muertos confirmados y unos 1.200 heridos.Según informó el diario local Le Parisien, el emblemático monumento de hierro extinguirá su iluminación a las 23 horas (21 horas GMT).
”Con gran pesar descubro las terribles imágenes del terremoto que sacudió Marruecos anoche. Mis pensamientos y mi apoyo están con el pueblo marroquí y con las familias y amigos de las víctimas. París estará a su lado”, señaló esta mañana en la red social X (antes Twitter) la alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también envió este sábado un mensaje de condolencias al rey de Marruecos, Mohamed VI, y manifestó la disponibilidad de París para mandar ayuda inmediata en apoyo a las tareas de socorro.
El rey Mohamed VI de Marruecos decretó este sábado tres días de duelo en el país por el terremoto y ordenó desplegar un programa de emergencia para atender a las víctimas y rehabilitar los edificios dañados.
Tras una sesión de trabajo par examinar la situación tras el seísmo, el soberano expresó el agradecimiento de Marruecos a “los muchos países hermanos y amigos que han expresado su solidaridad con el pueblo marroquí en esta difícil situación”, indica un comunicado del Gabinete Real publicado por la agencia estatal MAP.
Ordenó además que este domingo se lleve a cabo una oración por los fallecidos en el conjunto de mezquitas del país.
En la reunión, los responsables de emergencias expusieron al monarca que se ha aprovisionado de agua a las víctimas del terremoto y se han repartido alimentos, tiendas y mantas.
Tras escucharlos, el rey dio instrucciones para que se cree una comisión interministerial para poner en marcha un programa de urgencia de rehabilitación y ayuda a la reconstrucción de los edificios destruidos en las zonas siniestradas.
También que se cuide de los necesitadas, sobre todo huérfanos y personas vulnerables, así como que se haga lo propio con las personas que se encuentran sin techo a causa del seísmo, sobre todo en cuanto a alojamiento y alimentación.
Los servicios de emergencia trabajan en las remotas aldeas de montaña donde se teme que aún haya víctimas atrapadas.
En el pueblo de montaña de Moulay Brahim, cerca del epicentro del seísmo, los equipos de rescate buscan sobrevivientes entre los escombros de las casas derrumbadas, mientras los residentes empezaban a cavar tumbas para los muertos en una colina cercana, informaron corresponsales de la AFP.
El ejército instaló un hospital de campaña en el pueblo y desplegó “importantes recursos humanos y logísticos” para apoyar la operación de rescate, informó la agencia estatal de noticias MAP.
Se trata del seísmo más fuerte que ha sacudido el reino norteafricano, y un experto lo describió como el “mayor de la región en más de 120 años”.
“Allí donde los terremotos destructivos son poco frecuentes, los edificios no están construidos con la robustez necesaria, por lo que muchos se derrumban y causan muchas víctimas”, declaró Bill McGuire, profesor emérito del University College de Londres.
Según datos actualizados del Ministerio del Interior, el seísmo causó el sábado al menos 1.037 muertos, la mayoría en las provincias de Al-Haouz, el epicentro, y Taroudant. Otras 1.204 personas resultaron heridas, 721 de ellas en estado crítico, según el Ministerio.
El coronel de Protección Civil Hicham Choukri, que dirige las operaciones de socorro, declaró a la televisión estatal que el epicentro y la fuerza del terremoto han creado “una situación de emergencia excepcional”.
Tras una noche “caótica”, algunos viajeros que se encontraban pasando su última noche en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, han sido testigos del terremoto que ha dejado más de 1.000 muertos en el país. Una de ellas es Patricia, que ha explicado a Europa Press que se refugiaron “miles de personas en la calle”. Por eso tanto ella como su pareja decidieron recoger sus cosas e ir al aeropuerto.
“Estuvimos andando bastante porque estaba colapsado. Tras media hora nos recogió un taxi”, ha contado afirmando que su vuelo salía esta mañana y que por eso han podido salir del país. Otros ciudadanos optaron por comunicarse con la empresa que tenían contratada para que les llevase al aeropuerto y adelantar el regreso.
“El hotel nos recomendó adelantar el transfer que teníamos contratado una hora antes de lo previsto para llegar al aeropuerto. Fueron tres horas de controles para llegar”, ha explicado Paula, otra viajera.
El terremoto de magnitud 6,8 que ha sacudido la región de Marrakech, en el sur de Marruecos, “no era esperado” porque, aunque históricamente en la zona ha habido seísmos, nunca antes habían alcanzado tanta fuerza, según el sismólogo del Instituto Geográfico Nacional de España(IGN), Carlos González.
“Se podía esperar un terremoto allí, pero no tan fuerte, como mucho de magnitud 5″, ha dicho a EFE González, que ha apuntado que habrá que estudiar lo sucedido antes de poder sacar conclusiones de por qué ha sido tan fuerte.
Al parecer, la causa podría estar en una falla, denominada Atlas Sur, que está cartografía pero que no se esperaba que llegara a superar magnitudes de 6,4.
Según los datos recabados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), en España, el terremoto se ha sentido en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla, aunque habrá que ajustar los datos.
“La intensidad de un terremoto nos la dan los cuestionarios que rellenan los ciudadanos y los daños que provoca, y la magnitud no la da la energía que miden los aparatos”, ha añadido el sismólogo.
La escala sismológica de Richter, que asigna un número para cuantificar la energía que libera un terremoto, no tiene límites, ha subrayado, tras explicar que, por ejemplo, en Japón o Chile, sí se pueden esperar terremotos de magnitudes elevadas y que en esas zonas, la alcanzada por el seísmo de Marruecos, “no es gran cosa”.
En cuanto a los daños que puede causar un terremoto, ha detallado que su capacidad de devastación dependerá, principalmente, de la resistencia de las construcción, de si han sido o no construidas para resistir la peligrosidad sísmica de la zona; y de la profundidad a la que se registre el seísmo.
Si es muy profundo, las ondas se van atenuando y los efectos serán menores”, mientras que si es superficial, si se registra a poca profundidad, como ha sido el caso del de Marruecos (unos 15 kilómetros), los destrozos serán mayores. “Cuanto más cerca, más daño”, ha subrayado.
Nuria, una madrileña de 50 años, aguarda con su marido y sus dos hijas en un hotel de Marrakech pendientes de encontrar plazas libres en algún avión de vuelta a España, después de haber pasado la noche a la intemperie como consecuencia del terremoto de magnitud 7 de esta pasada noche, que ha dejado al menos 820 muertos.