La Academia China de Ciencias ha prohibido a sus miembros que opinen profesionalmente de asuntos que no estén relacionados con su campo de especialización y que asistan a algunos tipos de cenas de negocios, informaron hoy medios estatales.
Las directrices forman parte de una actualización del código de conducta de la institución, la mayor del mundo de su tipo, ya que a ella se adscriben cien institutos, tres universidades y 69.000 empleados.
Se trata de la primera revisión de esta normativa en los últimos nueve años, y según el diario Global Times, cuenta con 33 artículos “más estrictos y específicos” con el comportamiento público de los académicos, cuyo título supone el reconocimiento científico de mayor nivel en China.
El nuevo código también prohíbe a los miembros emplear su denominación profesional en la organización de eventos no académicos, así como prestar servicios de consultoría y evaluación ajenos a sus tareas, responsabilidades y campos profesionales.
Además, los académicos chinos deberán atenerse a los principios de equidad y responsabilidad cuando realicen recomendaciones, valoraciones y cuando evalúen logros o trabajos que concurran a un premio.
Respecto al pluriempleo, el nuevo código veta el uso del título de académico para lograr “ganancias no apropiadas”.
Otras novedades son la exigencia de que los académicos en activo persistan en la investigación científica de vanguardia en sus campos de especialización, dediquen al menos dos tercios de su tiempo a la innovación tecnológica y las actividades de I+D, y participen en actividades de divulgación científica al público al menos una vez al año, siempre que gocen de buena salud.
El código pide a los miembros de la ACC que desempeñen el papel de líderes académicos y asuman “proactivamente” la tarea de promover el desarrollo de tecnologías básicas en campos e industrias clave.
Los miembros de la ACC deben “contribuir a mejorar la capacidad de innovación independiente de China, potenciar la fuerza nacional integral de China, promover el progreso científico y tecnológico y el desarrollo económico de China, proteger la ecología y mejorar los medios de vida de la población, y servir a la seguridad nacional y a la toma de decisiones nacionales”, dice el reglamento.
La prohibición a los miembros de la Academia de opinar sobre campos ajenos al suyo suscitó el aplauso de algunos internautas en las redes sociales chinas, según el Global Times, que destacó a un usuario que criticó que “muchos académicos hacen comentarios presuntuosos sobre asuntos que no son su especialidad”.
(Con información de EFE)