La historia de Irynka, el “ángel” de la resistencia ucraniana que tiene 8 años y le preguntó a Zelensky dónde comprar un misil Javelin

Su padre murió en combate y ella se embarcó en una misión personal para remplazarlo a su manera y ayudar a su brigada

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Irynka, la niña de 8 años que perdió a su papá en el frente y vende coronas de flores para recaudar dinero y ayudar a las Fuerzas Armadas
Irynka, la niña de 8 años que perdió a su papá en el frente y vende coronas de flores para recaudar dinero y ayudar a las Fuerzas Armadas

La guerra en Ucrania no son solo números, son personas y cada una de ellas se ve atravesada de manera distinta. Esta es la historia de Irynka, una niña de 8 años que creció en una zona de combate. A dos meses del inicio de la invasión rusa, perdió a su padre en el frente. Ahora, decidió tomar su lugar y defender a su país desde donde puede, por lo que muchos la apodaron el “ángel” de la guerra.

El 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició la avanzada sobre el territorio ucraniano, Irynka o Ira no necesitó explicaciones. Ella ya conocía de qué se trataba. Su padre, Olexander, era un militar de carrera y había preparado a su familia para lo que podría llegar a suceder. Por esto mismo, aunque Irynka no vivió entre misiles y explosiones hasta que comenzó el conflicto, ella sabía lo que podía ocurrir, dónde estaba el refugio más cercano y cómo actuar en caso de emergencia. Miraba a su padre como un gran ejemplo, un héroe, según relataron a Infobae la niña y su madre, Victoria.

Un amor a primera vista y una historia de familia

Victoria conoció a Olexander, alias “Sasha”, en 2014, el año en el que Rusia anexó Crimea. En esas hostilidades, la mujer perdió a su hermano y quien sería poco tiempo después su marido llegó a despedirlo. Ahí se conocieron y no se separaron más.

“Yo creo que fue amor a primera vista”, contó la madre de Ira. Y así fue, apenas dos semanas después se casaron, pese a que todos sus conocidos descreían de su futuro como pareja. Se equivocaban.

La familia creció con la llegada de Ira. “Irynka es la hijita de su papá, él la quería muchísimo. Pasaba todo el tiempo con ella”, recordó Victoria. Los tres vivieron algunos años de paz y armonía hasta que comenzó la invasión rusa.

El 24 de febrero recibieron la noticia del inicio de la guerra a gran escala y el miedo no pudo no apoderarse de Victoria. Por un lado, por su hija y, por otro, por su marido. Irynka, con apenas seis años, intentó llevar tranquilidad: “Mamá, sabemos todo, sabemos cómo actuar”, le dijo.

Irynka decidió tomar el lugar de su padre y defender su patria
Irynka decidió tomar el lugar de su padre y defender su patria

Olexander fue enviado a la región de Kiev, donde había fuertes combates, pero cada día se comunicaba con ellas y las mantenía actualizadas de la situación. Mientras él luchaba en el frente, Irynka y su madre tejían redes de camuflaje para colaborar con las tropas ucranianas, todo por iniciativa de la niña.

El 15 de marzo de 2022, ambas pudieron hablar por videollamada con Olexander por su cumpleaños. Doce días después se comunicaría por última vez: él les había advertido que no tendría señal por un tiempo. Irynka esa noche estaba muy intranquila y desesperada por saber de su padre. Al día siguiente, Victoria intentó comunicarse con su marido, pero la línea estaba fuera del área de cobertura. Trató de hablar con su comandante y tuvo la misma respuesta, por lo que conservó alguna esperanza.

Irynka frente a la tumba de su padre
Irynka frente a la tumba de su padre

Tras dos días sin tener noticias de Olexander, la mamá de Ira llamó a la esposa de uno de los compañeros de su marido mientras la menor dormía. “Ella me dijo que Sasha ya no estaba vivo y yo empecé a gritar fuerte. Irynka lo escuchó y entendió lo que había pasado. El funeral y todo lo que siguió luego no lo recuerdo”, relató entre lágrimas.

Las semanas posteriores a la noticia, tanto Victoria como Ira respiraban pero no vivían. Ese estado cambió de un momento a otro cuando la niña decidió tomar el lugar de su padre y ayudar a Ucrania con lo que estaba a su alcance.

La mañana que lo cambió todo

Ira se acostó una noche y se despertó al otro día siendo una persona totalmente distinta porque, mientras dormía, encontró otra forma de vivir su dolor: ayudar a proteger a su país.

Se despertó muy temprano, cerca de las cinco de la mañana y se dirigió a la habitación de su madre para contarle la idea que había tenido. Y, desde entonces, ambas se encuentran en constante movimiento.

Irynka vende sus coronas en ferias y por Internet
Irynka vende sus coronas en ferias y por Internet

Como mi papá murió, yo decidí defender a nuestra Ucrania en su lugar”, contó segura a Infobae la niña. En un primer momento, Ira intentó hacer galletas y venderlas, pero era complicado. Por eso, optó por hacer las coronas de flores que realiza desde hace años, para luego venderlas en las ferias e Internet y poder comprar elementos que sean de utilidad para la brigada de la que formaba parte su padre.

Dependiendo del tiempo con el que cuente, hace entre 5 a 15 coronas por día. Las más pequeñas cuestan 150 grivinas y las más grandes 250, que sería el equivalente a 4 y 6 dólares aproximadamente. Solo en su última feria ganó cerca de USD 350. Sin embargo, la mayoría de las personas que le compran pagan más para poder colaborar con la causa. Un canadiense, por ejemplo, le dio mil dólares por una de sus coronas. Así, logró recaudar el dinero suficiente para donar seis coches, cinco cámaras termográficas, un arma antidrones, dos drones, tres tabletas, tres motosierras, un telémetro y un catalejo.

En todos los elementos donados, ella deja su propia firma, puesto que llevan un corazón con los colores de Ucrania y su nombre, con la esperanza de que funcione como amuleto y brinde protección a los militares.

Uno de los coches que donó Irynka que llevan su firma a modo de amuleto
Uno de los coches que donó Irynka que llevan su firma a modo de amuleto

Sin embargo, su sueño más grande actualmente es poder donar un “Javelin”, un misil antitanque portátil desarrollado en Estados Unidos, porque está convencida de que será de vital importancia para poder vencer a los rusos. Su intención es tan fuerte que, incluso, cuando se reunió con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, una de las primeras cosas que le preguntó fue: “¿Dónde se puede comprar un ‘Javelin’?”.

El empeño que pone Irynka día a día en su trabajo para defender su país llevó a la niña a recibir una serie de reconocimientos nacionales e internacionales. El Ministerio de Defensa le otorgó la condecoración de “Voluntaria de Ucrania”, mientras que recibió un certificado de honor del comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, así como también tiene una insignia de una organización polaca.

Irynka con una de sus condecoraciones
Irynka con una de sus condecoraciones

Pero hay un reconocimiento que valoró más que cualquier medalla: los miembros de la brigada de su padre la apodaron el “ángel” de la guerra. Ira logró darle otro sentido a su dolor y seguir las enseñanzas de su héroe con la esperanza de que un día cercano su país derrote a Rusia. Tras esa victoria, cuenta que planea crear un valle, a modo de barrera simbólica, para asegurarse que los rusos jamás regresen.

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