El Kremlin recluta combatientes en países vecinos para evitar otra movilización en Rusia que afecte la imagen de Putin

Los anuncios difundidos por las autoridades rusas en Armenia y Kazajistán ofrecen un pago inicial de 5.000 dólares y un sueldo de 2.000 dólares, según reportó la inteligencia británica

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Campaña de reclutamiento en San Petersburgo (AP/archivo)
Campaña de reclutamiento en San Petersburgo (AP/archivo)

Las autoridades de Rusia han fomentado la contratación de ciudadanos de países vecinos para que combatan en Ucrania, según la Inteligencia británica, que atribuye estos esfuerzos a la voluntad de evitar los efectos políticos de una eventual -e “impopular”- movilización interna.

“Rusia probablemente quiere evitar medidas impopulares de movilización con vistas a las elecciones presidenciales de 2024″, reza el último informe de los expertos británicos, compartido por el Ministerio de Defensa.

“La explotación de ciudadanos extranjeros permite al Kremlin adquirir personal adicional para su esfuerzo bélico ante el aumento de bajas”, explicó el reporte de inteligencia.

Con este objetivo, las autoridades rusas han difundido anuncios en Internet en Armenia y Kazajistán en los que se ofrecen 495.000 rublos (poco más de 5.000 dólares) como pago inicial y un sueldo de 190.000 rublos (casi 2.000 dólares). En el caso de Kazajistán, ha habido labores específicas de reclutamiento en la región de Kostanái, con llamamientos a la población de etnia rusa.

Reclutas en Volgograd tras la movilización del año pasado (AP/archivo)
Reclutas en Volgograd tras la movilización del año pasado (AP/archivo)

Además, al menos desde el pasado mes de mayo, Rusia ha tanteado a migrantes de origen asiático a los que ofrece unirse a las tropas en Ucrania a cambio de obtener la ciudadanía y de sueldos que pueden alcanzar los 4.160 dólares (más de 3.800 euros).

La Inteligencia británica también ha apuntado que en la ciudad ucraniana de Mariúpol, ocupada por las tropas rusas, los migrantes uzbekos, dedicados principalmente a la construcción, vieron confiscados sus pasaportes como medida de presión para sumarse a los combates.

Sólo en Rusia, hay al menos seis millones de migrantes del Asia central a los que el Kremlin ve como “potenciales reclutas”, han señalado las autoridades de Reino Unido.

El ex presidente ruso y presidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, declaró este domingo que Moscú había reclutado a unas 280.000 personas en el ejército desde principios de año. “Parte de ellos estaban en la reserva, parte eran voluntarios y otras categorías”, añadió a la agencia Tass, durante una visita a la isla rusa de Sajalín, en el Lejano Oriente.

Campaña en Moscú (Reuters)
Campaña en Moscú (Reuters)

Rusia no ha anunciado otra movilización, considerada una medida impopular, pero ha llevado a cabo una activa campaña para atraer a más hombres al ejército mientras su ofensiva contra Ucrania se prolonga en su 19º mes. A principios de agosto, Medvédev declaró que el ejército había reclutado a unas 230.000 personas desde principios de año. Las cifras no pudieron ser verificadas de forma independiente.

Dado que los rusos parecen tener una flexibilidad limitada en sus reservas, incluso un pequeño avance ucraniano que corte un punto estratégico en las líneas rusas podría hacer que las tropas del Kremlin se vieran “muy forzadas”, indicó George Barros, analista del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos. El investigador también cuestionó la versión de que la contraofensiva no está yendo bien: “Esta campaña se está desarrollando de la mejor manera posible, teniendo en cuenta el apoyo que ha recibido”.

En ese sentido, el viceministro de Defensa ucraniano Hanna Maliar instó a a medir el progreso ucraniano no en kilómetros o metros, sino “por el hecho mismo de que tenemos éxito en avanzar en tales condiciones.”

El ejército ucraniano considera ahora que los combates en el noreste, concretamente cerca de la ciudad de Kupiansk, en la región septentrional de Kharkiv, y en los bosques cercanos a Lyman, son la principal ofensiva rusa.

Al mismo tiempo, las principales operaciones ofensivas ucranianas se centran en el sur, donde avanzan hacia las orillas del mar de Azov en un aparente intento de cortar el corredor terrestre hacia la península de Crimea, de la que Rusia se apoderó en 2014. Hacerlo dividiría en dos el territorio ocupado por Rusia en el sur de Ucrania, socavando las líneas de suministro de Moscú.

Mientras trataba de mantener ocupadas a las tropas ucranianas a lo largo del frente nororiental, en su mayor parte estático, Rusia también ha tenido tiempo de reforzar sus defensas en el sur, incluida la colocación de minas generalizadas, dijeron funcionarios ucranianos. Las profundas fortificaciones han ralentizado los avances de Kiev en esa dirección.

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