Criticó la ofensiva en Ucrania en unas declaraciones a la prensa en la calle, y ahora se expone a 10 años de cárcel. Un ciudadano ruso de a pie compareció este miércoles ante un tribunal moscovita para decir que no lamenta “nada” de lo afirmado.
Cientos de opositores, activistas y simples ciudadanos rusos han sido encarcelados por expresar su desacuerdo desde el inicio del ataque ruso a Ucrania en febrero de 2022. Sin embargo, este es el primer caso conocido en el que la justicia actúa contra alguien por responder a las preguntas de la prensa.
Yuri Kojovets, de 37 años, respondió espontáneamente en julio de 2022 a una petición de entrevista del medio Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), que andaba aquel día preguntando a transeúntes en las calles de Moscú.
Interrogado así a la salida de una parada de metro, este hombre dijo que el presidente Vladimir Putin y el gobierno ruso eran responsables del conflicto, y criticó los argumentos del Kremlin para justificar la ofensiva militar.
“Nuestro gobierno dice querer combatir a los nacionalistas (ucranianos), pero bombardea centros comerciales”, dijo en ese video difundido en las redes sociales de RFE/RL, un medio financiado por Estados Unidos desde los tiempos de la Guerra Fría.
También acusó a los militares rusos de haber “abatido sin motivo” a civiles en Bucha, una localidad situada cerca de Kiev y escenario de una masacre atribuida a las fuerzas de Moscú al comienzo del conflicto.
“Hay que parar todo eso. Aquí hay un hombre que puede pararlo”, añadió, refiriéndose al presidente Putin.
Durante meses, nadie inquietó a Yuri Kojovets. Pero en marzo fue detenido por la policía y tras 48 horas de detención se le impuso una multa de 500 rublos, el equivalente de cinco dólares al tipo de cambio actual, por “vandalismo”, según la organización OVD-Info, a cargo de su defensa.
El caso no quedó ahí, y es que la justicia recalificó luego la acusación en “difusión de información falsa sobre las fuerzas armadas rusas”, un tipo penal introducido al inicio del conflicto, y que ya se ha traducido en miles de condenas.
Ahora, Yuri Kojovets se expone a una pena de hasta diez años de cárcel.
“La gente tiene miedo”
Tras una breve audiencia este miércoles, el proceso se ha visto postergado, y continuará el 18 de septiembre.
“No lamento nada. La vida es como un columpio, hay altibajos”, dijo el acusado a la prensa tras la audiencia, insistiendo en que “cada cual tiene derecho a expresar su opinión”.
Kojovets dijo también que “el destino” quiso que aquel día respondiera a las preguntas de los “periodistas de la prensa libre”.
“Les dije todo lo que pienso. Y mantengo mi opinión, no ha cambiado nada”.
Este especialista en desinsectización cuenta que cuando habla de su caso con sus clientes, estos le dicen que “es mejor callarse”.
“La gente tiene miedo”, constata Yuri Kojovets. “Todo tiene un principio y un fin. De momento no hay un futuro brillante a la vista, pero mantengo la esperanza”, concluyó.
Desde hace años, la represión en Rusia se ha golpeado a las voces críticas con el poder, un fenómeno que se aceleró con el inicio de la contienda en Ucrania y el relativo aislamiento internacional del país, a causa de las sanciones occidentales.
La casi totalidad de los opositores de envergadura huyeron del país o están en la cárcel, como es el caso de Alexéi Navalni, el más conocido de ellos y condenado recientemente a 19 años de prisión.
Miles de rusos de a pie fueron también condenados por su oposición al conflicto, ya sea durante actos de protesta o incluso por simples mensajes publicados en redes sociales.
Según OVD-Info, que lleva un recuento de los casos particulares, cerca de 20.000 personas fueron detenidas en Rusia desde febrero de 2022.
(Con información de AFP)
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