Un operativo en la noche de lunes que involucró a 150 agentes posibilitó a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) confiscar armamento que utilizan grupos terroristas en la región de Judea y Samaria (Cisjordania). Lo llamativo para los miembros que particiaron de las tareas de inspección en ocho sitios diferentes fue que uno de lo lugares se trataba de un jardín de infantes ubicado en Dayr Samet: allí encontraron armas de fuego de diferente calibre, granadas y municiones.
Desde hace dos años, el área es un hervidero. Los ataques contra las fuerzas de seguridad son constantes. Pero no sólo allí se registran agresiones. Desde el inicio de este 2023 fueron registrados más de dos mil agresiones con piedras, 85 ataques con diferentes tipos de explosivos, 190 disparos con armas de fuego, 10 embestidas con automóviles y 290 lanzamientos de molotovs. Como consecuencia de estos actos terroristas murieron 30 israelíes, cinco de ellos menores.
La vida de la mayoría de los palestinos que vive en Judea y Samaria se ve afectada por la irrupción de los extremistas de Hamás y la Yihad Islámica, financiados principalmente por el régimen de Irán. En la noche del lunes, este panorama se confirmó luego de que -sin saberlo a priori- los agentes que participaron de las redadas se encontraron que una de las coordinadas que les habían dado era un jardín de infantes. “Quieren a toda la población involucrada en la violencia”, señaló a Infobae uno de los oficiales que participó de la misión.
La brigada regional se dirigió a ocho locaciones, confiscando gran cantidad de material bélico. “Cuando iniciamos la redada en este lugar, en medio de la oscuridad de la noche, nos sorprendió ver cosas de niños. De inmediato lo supimos: estábamos en un jardín de infantes. Fue impactante”, detalló la fuente de las IDF. No está claro, por el momento, a cual de las dos organización extramista pertenecían las armas incautadas.
El ejército también informó que como consecuencia de esas misiones se detuvo a 24 palestinos sospechados de formar parte de estructuras fundamentalistas. Los operativos antiterroristas fueron realizados con la colaboración del Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional de Israel (Shin Bet) y la Policía Fronteriza. Los arrestos se han concentrado en las ciudades de Ramala y Silwad, así como en los campos de refugiados de Aida, al norte de Belén, según un comunicado. Todos los detenidos se encontraban en busca y captura.
Bajo amenaza
En los últimos días, la tensión creció entre Israel y los miembros de Hamás. Mahmud al Zahar, miembro del buró político del grupo terrorista indicó que “todas las opciones están sobre la mesa en caso de que la ocupación (Israel) asesine a figuras destacadas de la resistencia, ya sea que estén dentro o fuera de Gaza”. La amenaza llegó horas después de que Benjamin Netanyahu insinuara que sabía dónde estaban los jefes islamistas y que podría ultimarlos.
“Quien intente hacernos daño, quien financie y organice, quien envíe terroristas contra Israel, pagará el precio”, dijo Netanyahu.
Los popes extremistas se encuentran refugiados en Líbano, al amparo de otro grupo terrorista, Hezbollah. Su conductor, Hassan Nasrallah emitió en las últimas horas otra advertencia: “Cualquier asesinato en suelo libanés que afecte a un libanés, un palestino, un sirio, un iraní, entre otros, tendrá sin duda una fuerte reacción”.
Uno de los últimos ataques ocurrió el sábado 19 de agosto, cuando dos israelíes murieron en un ataque a tiros en la localidad de Huwara. El servicio de emergencias médicas israelí Maguén David Adom (MDA) detalló en aquella oportunidad que las víctimas fueron un hombre de 60 años y su hijo de 29, mientras permanecían en un lavadero de automóviles.
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